Consejos para mejorar tu concentración en las clases virtuales

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El futuro de las clases virtuales todavía es poco certero y no se sabe hasta cuándo serán la regla en la vida universitaria. Lo que sí sabemos es que es muy difícil concentrarse en este tipo de clases por todos los distractores que ofrece el mundo digital.

Por eso hoy te ofrecemos algunas recomendaciones que puedes considerar para mejorar la experiencia que representa llevar clases virtuales. Y además, puedes complementarlo con las publicaciones que acompañan a esta entrada.

Adiós a las redes sociales

Distraerse es demasiado fácil y perderse en el celular es aún fácil, ya que es la puerta de entrada a mundos tan fascinantes (y absurdos) como el Tik Tok, Youtube e Instagram.

Lo más sencillo sería apagar los datos y la conexión wifi del dispositivo, lo que funcionará si eres una persona con suficiente voluntad. Pero aún así es posible que cedas ante la tentación y lo termines revisando.

Para empezar, lo mejor sería dejarlo cargando en otra habitación o apagarlo durante el lapso de tiempo que duran tus clases. Por más difícil que parezca.

Aléjate todo lo posible de tu cama 

Parece que estudiar en la cama es la principal ventaja de las clases virtuales, pero en realidad es el principal problema de esta nueva época virtual. Estar en la cama nos lleva a relajarnos, es todo lo opuesto a la naturaleza académica que poseen las aulas universitarias.

La respuesta más evidente es salir durante la cama. No importa que sea muy temprano o muy tarde, debes crear un espacio en el que la posibilidad de ir a dormir no se sienta tan cercana. Vamos a profundizar en este espacio en el siguiente punto.

Crea un ambiente de estudio

La habitación en la cual elijas empezar tu clase tendrá un impacto inmenso sobre tu capacidad de concentración. Lo recomendable, es cumplir con tres características fundamentales:

Privacidad: ¿Se trata de un espacio que solo usarás tú o lo compartirás con más personas? ¿Habrá gente entrando y saliendo constantemente de esa habitación?

Comodidad: ¿El ambiente es lo suficientemente cómodo como para trabajar? Si es demasiado cómodo, podría hacer que te quedes dormido. Busca un punto intermedio.

Ruido: ¿El lugar tiene altos niveles de ruido internos o externos? ¿Te es posible reducir el nivel de tales sonidos?

Esto se puede complementar revisando nuestros anteriores publicaciones ligadas al estudio. Como es el caso de Consejos para afrontar con éxito tus exámenes universitarios.

No te desveles

Empecemos a analizar puntos que van en paralelo a las clases. Por ejemplo, dormir y descansar son dos aspectos necesarios para que no pierdas la concentración durante tus clases.

Si te desvelas continuamente y no duermes las ocho horas que recomiendan los especialistas, al día siguiente es muy probable que en el transcurso de tus clases estés bostezando o incluso te quedes dormido.

Si la pandemia ha generado que tengas insomnio y para distraerte utilizas el celular en lo que te da sueño, trata de dejar de hacerlo, ya que para que tu cerebro entienda que ya no es de día tienes que estar en un ambiente oscuro, sin ninguna luz encendida.

Haz ejercicio

Antes o después de tus clases, debes asignar por lo menos 30 minutos de tu día para hacer alguna actividad física, ya que el encierro y la falta de movimiento afecta tu concentración.

Si realizas ejercicio tendrás mejor ánimo y tendrás más energía para poner atención en tus clases. Además de que te liberas de estrés.

Recomendaciones finales 

Primero veamos algunos tips para complementar todo lo dicho anteriormente. Puedes empezar, si optas por no alejarte del celular, desactivando las alertas y notificaciones de aplicaciones en el celular. Incluso, si lo deseas, puedes activar la opción de modo avión. Complementariamente, avisa a tus amigos que no estarás disponible para llamadas o mensajes.

Otro consejo para la concentración en el estudio es tener una libreta para tomar notas. Ella no solo te ayudará a apuntar la información de la clase, sino que también sirve para minimizar distracciones. Sucede que, en medio de cualquier tarea importante, suelen aparecer pensamientos espontáneos relacionados a otras actividades. Poco a poco, empiezan a reclamar nuestra atención y se mantienen como una luz parpadeante en nuestro cerebro para evitar que los olvidemos.

Por lo tanto, si apuntas en tu libreta todos esos pensamientos sobre actividades pendientes, la preocupación y el estrés de estas serán menores porque tendrás una forma de recordarlas una vez termine la clase.

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