¿Cuál es el origen de la palabra «asesino»?

Hoy tenemos otra palabra de uso común entre penalistas y periodistas. La palabra asesino —de donde se deriva asesinato— debe ser una de las más usadas en las primeras planas en la historia del periodismo rojo.

El Diccionario del español jurídico define así el término asesinato:

Pen. Delito consistente en dar muerte a otra persona con la concurrencia de circunstancias especialmente graves como la alevosía, por medio de precio, recompensa o promesa, con ensañamiento, o su realización para facilitar la comisión de otro delito o para evitar que se descubra.
– CP, arts. 138-140
– alevosía, ensañamiento, homicidio, precio, promesa, recompensa.

El asesinato es lo que en el Código Penal llamamos, en sentido estricto, homicidio por lucro, mercenario, venal, por codicia y por cuenta ajena. Es asesino el que en cumplimiento de un encargo de tercero, recibe o espera recibir, a cambio, una contraprestación económica.

Artículo 108.- Homicidio calificado

Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de quince años el que mate a otro concurriendo cualquiera de las circunstancias siguientes:

1. Por ferocidad, codicia, lucro o por placer.
2. Para facilitar u ocultar otro delito.
3. Con gran crueldad o alevosía.
4. Por fuego, explosión o cualquier otro medio capaz de poner en peligro la vida o salud de otras personas

El origen de la palabra asesino

La sexta de los Nazarís floreció en Persia en los siglos XI al XII a manera de sociedad secreta que empleó el crimen como arma contra sus adversarios en general y contra los cristianos de las Cruzadas en particular. En sus ritos bebían el estimulante hachís, llamado en árabe has’sis, con el propósito de ganar valor para perpetrar sus crímenes. A los bebedores de la infusión los llamaban has’sas’sin. Los cruzados, que desarrollaron la lengua franca para comunicarse entre sí, los llamaron assassins y en esa forma fue llevado al francés en donde el término se extendió para designar a todo el que cometía homicidios. Al castellano pasó asesino.


Tomado de El origen de las palabras y las frases (Breviario de etimología histórica de palabras, locuciones y frases) de Felipe de Lucio Pezet, quien vivió en las minas del Perú por cerca de quince años. Fue en esos lugares donde comenzó a indagar sobre el origen de las palabras, una inquietud por el idioma que tuvo desde temprano. El diario El Comercio abrió en 1991 su columna sobre el origen de las palabras.


Publicada originalmente el: 20 May de 2017 @ 21:39

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