Tras reanudarse la audiencia de prisión preventiva contra funcionarios y allegados del segundo gobierno de Alana García, el fiscal varió su requerimiento debido a nuevos elementos de convicción que se incorporaron al proceso.
La que más revuelo ha causado es la declaración del exvicepresidente de Petroperú, Miguel Atala Herrera, quien confesó que el 1.3 millones de dólares que la constructora brasileña Odebrecht le depositó en la Banca Privada de Andorra era en realidad para el exmandatario Alan García Pérez. Agregó que le entregó la totalidad de este dinero al líder del Partido Aprista en varias armadas.
El fiscal Pérez dio lectura a parte de la declaración de Atala, donde da cuenta de un grupo radical al interior del partido aprista, por lo que siente temor por las represalias contra él y su familia.
Yo estos declarando con verdad respecto a cómo sucedieron los hechos que se vienen investigando, y estoy dispuesto a seguir colaborando con la investigación. Pero tengo conocimiento que existe un grupo radical en el interior del partido aprista peruano, que son conocidos como la fuerza de choque, y tengo temor que ellos puedan atentar contra mi vida, puesto que estoy declarando con la verdad respecto al expresidente Alan García Pérez, y tengo más información que quiero hacer llegar, sin embargo ruego se me imponga una medida menos gravosa que la prisión preventiva para poder tener seguridad personal.
Estas declaraciones, sin embargo, fueron rechazadas por el abogado del partido aprista, Erasmo Reyna, quien fuera también el representante legal del expresidente Alan García. Reyna minimizó la importancia de estas revelaciones, y exigió que sean corroboradas con medios probatorios:
En principio, como cualquier dicho de cualquier delincuente, para que tenga valor incriminatorio tiene que ser corroborado con alguna prueba, es decir, mientras que sea solo dichos se quedan como tales.
En ese mismo sentido, agregó que «hay que tomar esos dichos como los de cualquier delincuente; hay que corroborarlo con alguna prueba».
Como cualquier dicho de cualquier delincuente para que tenga valor incriminatorio tiene que ser corroborado con alguna prueba, mientras solo sean dichos quedan como tales.
Más adelante adujo que la versión de Atala era inverosímil:
De hecho es una afirmación inverosímil decir que ha ido retirando el dinero y entregando hasta por 65 veces. Inclusive (en fechas) cuando el expresidente radicaba en España. Creo que es un acto de desesperación de alguien frente a las evidencias y que busca pasar a arresto domiciliario.