DISCURSO DE ORDEN
APERTURA DEL AÑO JUDICIAL 2019
Dignos concurrentes.
Me siento altamente honrado al dirigirme a ustedes en esta sesión solemne por la apertura del año judicial 2019, y darles a conocer los principales lineamientos de gestión que se realizarán en el presente año. En primera instancia quiero agradecer al Altísimo, así como a mi querida familia, por la fuerza moral que me han dado para asumir como nuevo presidente en la gestión 2019-2020 de la Corte Superior de Justicia de Madre de Dios (CSJMDD), conforme los artículos 88 y 90 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que me hacen ocupar tal encargo con actitud productiva, democrática y sobre todo de lucha frontal contra la corrupción.
Representar al Poder Judicial en este Distrito Judicial, me hace responsable y conocedor de la transformación social que se advierte ante los últimos acontecimientos en relación con una exigencia de reforma integral del sistema de justicia. Considero que la situación compleja que atraviesa nuestra institución demanda tomar conciencia y reconocer los errores cometidos; de ahí que a tí pueblo madriodesense te pedimos indulgencia por la impartición de justicia que está en crisis, sobre todo actualmente, por nuestra inmensa deuda con la celeridad procesal.
Ante dicha realidad la CSJMDD responderá con más trabajo, transparencia y honestidad hasta que la comunidad sienta que la justicia está con ellos, para que así nosotros desde nuestra trinchera contribuyamos hacia una sociedad más democrática con igualdad y justicia.
De ahí que en ese contexto, a los magistrados y trabajadores les exijo mayor compromiso con su trabajo; sobre todo a los jueces recordarles que lo más sagrado que tienen es su independencia e imparcialidad, el día que renuncien a ella, no son dignos de portar la medalla de juez, tarde o temprano serán echados, si acaso vuestra conciencia antes no les ha dilacerado, en todo caso, no sólo eso, sino también inexorablemente los lapidará la fuerza moral del pueblo.
Hoy, soy consciente que la gestión de la presidencia, requiere de un escenario y tiempo que permita continuar con el fortalecimiento en: Celeridad, factor humano, competencia en la labor jurisdiccional, respeto al litigante, respeto desde la labor judicial a los derechos fundamentales, el ejercicio de ética y valores en la función pública y sobre todo calidad y publicidad de las resoluciones judiciales.
Al inicio de esta gestión se pondrá énfasis en reconocer los aciertos y seguir desarrollándolos, seremos receptivos a la crítica constructiva, se desarrollará una política de diálogo permanente y una gestión basada en el concepto del servicio público de justicia al servicio del ciudadano; no concibo de otra manera, la presidencia y administración están al servicio de los trabajadores, magistrados y comunidad en general, toda vez que la justicia es del pueblo y ellos son nuestra razón de ser, por eso es que nuestros principales actores muchas veces anónimos, tendrán todo nuestro apoyo.
Se garantiza plenamente la independencia en el ejercicio de la función jurisdiccional a cada uno de los jueces de la Corte Superior de Justicia de Madre de Dios, ya sean titulares, provisionales o supernumerarios. La presidencia respeta y hará respetar las sentencias judiciales y se dará el respaldo a los magistrados por su actuación, en tanto se ciñan al orden constitucional.
En esa perspectiva, como el juez es el llamado a resolver los conflictos jurídicos e incertidumbres de relevancia jurídica, en especial los casos difíciles, algunos filósofos apelan a un “Superjuez”, acaso imaginario. Así, Mari Alberto Portela (1998, 338) nos dice:
«Hay muchos modelos de jueces posibles. Algunos de ellos son: Salomón que cree en una verdad sustancial, es inquisidor, arbitrario y discrecional y para el cual la verdad depende de su autoridad. Hércules el Juez de Dworkin que es el que se encuentra capacitado para encontrar la respuesta correcta para resolver casos difíciles, que siempre existen en el sistema y lo hace a través de una adecuada e íntegra ponderación de principios y reglas, en suma la verdad depende de su integridad. Herbert el Juez de Hart que se piensa a sí mismo como constreñido por grandes sectores de racionalidad, pero considera que no hay una respuesta correcta a casos difíciles, donde en cambio si existe discrecionalidad e imposibilidad de control y donde la verdad es arbitraria y depende de sus principios o prejuicios».
En efecto, como el mundo del expediente tiene incidencia en la realidad particular, en lo personal no creo en un “Superjuez” de laboratorio, a no ser que sea un ideal más de referencia. En todo caso, aspiro en un buen juez democrático de derechos con visión constitucional, de carne y hueso, anclado en la contemporaneidad, que decida incluso lo oscuro o difícil del caso desde la transversalidad del derecho, lo que presupone, una lectura creativa del derecho y más allá, en especial de los principios morales regulados por la norma constitucional en su interacción dinámica de reglas, principios y valores, por aquel que mejor optimice y desarrolle el derecho fundamental del caso justiciable acorde a los estándares morales de justicia. Esa optimización que es objeto de ponderación en la relación de comprensión basado en la intersubjetividad del caso, conlleva a que en su concretización se establezca una nueva regla, a partir del cual, se busca subsumir lo general de la nueva regla al caso concreto que en definitiva sancione la mejor y única respuesta correcta.
En esta importante etapa de mi existencia, así como ejercer el cargo de nuevo Presidente de la Corte Superior de Justicia de Madre de Dios, se advierte que se vienen nuevos desafíos que implica defensa de institucionalidad y combate frontal contra la corrupción. En ese nuevo marco hay que transparentar el quehacer judicial para lograr un cambio permanente en los niveles jurisdiccionales y administrativos, sin afectar como ya se ha mencionado en las líneas arriba, la independencia de los señores magistrados y la credibilidad de los trabajadores quienes son parte del Sistema de la Justicia, por lo que en este sentido con el apoyo de la Gerencia de Administración Distrital desde los lineamientos expuestos se pondrá en consideración de la Sala Plena políticas de desarrollo corporativo, mejora continua, rediseño de procesos, evaluación del desempeño, gestión del despacho, optimización de recursos, reducción de tiempos respetando la normatividad y directivas del Poder Judicial del Perú, buscando ser la Corte modelo de justicia del país en materia de celeridad judicial y mejor aplicación de recursos para el desarrollo del servicio de justicia honorable y digno para la población justiciable de Madre de Dios.
Es importante precisar que como Presidente de la Corte Superior de Justicia de Madre de Dios, seré vocero y defensor de la independencia del juez, se hará frente a todo tipo de cuestionamiento injusto que pretenda someter a los magistrados. En tal sentido es importante mencionar que el fenómeno de la corrupción en cualquiera de sus manifestaciones, es el factor que afecta la credibilidad de las instituciones. Esta presidencia va a exigir acciones en varios frentes, que involucren la prevención, detección, procesamiento y en su caso sanción correspondiente frente a cualquier conducta disfuncional o de corrupción de algún magistrado o personal judicial, seré el primero en denunciar este tipo de conductas, que están marcando la coyuntura donde saltan a relucir denuncias por corrupción en las más altas esferas del Estado, que ha resquebrajado la confianza del ciudadano, hoy más que nunca, el pueblo del cual formamos parte también, debemos interpelar y ponernos en pie de lucha por la defensa de una democracia más participativa, exigir el respeto a la independencia del juez y solución integral por un mejor poder judicial eficiente en sus procesos, que ofrezca seguridad jurídica y contribuya a la paz social.
Muchas gracias por todo y Dios nos ilumine para una eficaz y eficiente gestión; que la fuerza también esté con ustedes.
Gracias.
Adolfo Nicolás Cayra Quispe
Presidente