Ver una película con papá puede ser una experiencia interesante e incluso nostálgica. Sirve como el detonante de conversaciones interesantes o de momentos emotivos que no podrían darse en otro contexto.
Así que, aprovechando el Día del Padre, les dejamos una lista de películas que pueden ver al lado de papá. Sobre todo si se trata de un papá abogado.
1. Flores rotas
El excéntrico director Jim Jarmusch nos trae una historia sobre la paternidad no reconocida a través del tiempo. Bill Murray es un hombre descuidado que recibe una carta anónima revelándole que tiene un hijo que nunca firmó como suyo.
Luego de revisar su vida amorosa, inicia un viaje por todo el país para reencontrarse con su pasado e intentar hacer las cosas bien después de mucho tiempo.
Flores rotas es una odisea sobre la responsabilidad afectiva y sobre la necesidad de enmendar los errores del pasado, sobre todo cuando estos involucran el crecimiento emocional de alguien cercano.
2. Camino a la perdición
Habíamos hablado brevemente de Camino a la perdición en un post sobre cine basado en cómics, pero no habíamos enfatizado su impacto como una historia sobre la paternidad.
¿Cómo es la paternidad para un mafioso? Llena de venganza y rencor, en medio de todo ese amor que uno puede suponer que existe. Y así se ve en una cinta sobre padres que pierden a sus hijos, hijos que le deben todo su poder al padre y las figuras paternas en el mundo del hampa.
No es la primera vez que el cine de gánsteres profundiza en la paternidad y más adelante tenemos al más grande ejemplo sobre eso, pero este filme de Sam Méndez es una joya. El cineasta no ha alcanzado ese nivel nuevamente.
3. John Q
¿Se justifica delinquir para salvar a un hijo? John Q propone un constante debate que los abogados disfrutarán y que los padres verán con otros ojos.
Denzel Washington es un padre que debe salvar la vida de su hijo, reuniendo más de 75 mil dólares para una operación para salvarlo de una extraña enfermedad al corazón. El monto es imposible de reunir y deberá tomar una medida desesperada.
Luego de secuestra el hospital y pedir que se ponga a su hijo como prioridad, el público se dividirá entre los que creen que es un criminal y los que entienden la preocupación del padre.
4. Papá por siempre
Un clásico del Día del Padre y con un ángulo jurídico.
Robin Williams es un papá que ha perdido la posibilidad de ver a sus hijos en el proceso del divorcio. Buscando formas de romper esa restricción, decide disfrazarse de una adorable niñera conocida como la señora Doubtfire y así tener otra oportunidad.
Papá por siempre es una gran representante de la comedia con sentimiento y es así por varios motivos. Su director, Chris Columbus, llegaba de conquistarlo todo con Mi pobre angelito mientras que Robin era un dios indiscutido del género. Y tiene un par de momentos emblemáticos hechos para llorar, si es que ya tienen hijos en sus vidas.
5. Juno
Juno es una película sobre el embarazo juvenil y la exploraremos más adelante en ese sentido, pero nos da a uno de los mejores padres del cine.
J.K. Simmons, recordado como el jefe de Spider-Man y el estricto profesor de Whiplash, nos da un retrato realista sobre ser papá en un momento complicado.
Al enterarse de que su hija adolescente está esperando un hijo muestra sorpresa, decepción y molestia. Una suma de emociones que se van convirtiendo en la preocupación de alguien que jamás abandonaría a su descendiente o a su «pequeña vikinga», el apodo por el que siempre la llama.
6. Magnolia
Magnolia es una de las mejores películas de la historia y es una película sobre lo complicadas que son las relaciones paternales. Y sobre todo, absurdas.
Desde un padre que no deja a su hijo usar el baño, un padre que ha permitido a su hija caer en vicios o el patriarca enfermo de una familia a la que abandonó hace años.
Paul Thomas Anderson nos lleva al fondo del barril de la paternidad para darnos, en el mejor de los casos, una moraleja sobre lo que no debe hacerse en estos casos.
7. Beginners
Luego de vivir 80 años como un hombre heterosexual, un hombre enviuda y decide salir del clóset. Su hijo, sorprendido por la noticia, iniciará un proceso de desconstrucción que lo llevará a cuestionar su relación con su progenitor y como funcionan las estructuras sociales.
El fallecido Christopher Plummer nos regala una de las mejores y más divertidas actuaciones de su extensa carrera, mientras que Ewan McGregor se reinventa en un rol que lo obligó a sacar su lado más humano y carismático.
8. Yo soy Sam
Un padre con discapacidad lucha contra el sistema para poder tener la custodia de su hija. Un relato simple, pero poderoso, en el que Sean Penn entrega todo para darle vida a Sam.
Algunos creen que en la interpretación del actor hay un exceso, pero es innegable que hubo investigación y compromiso al momento de desarrollar a un padre tan único. Desde entonces, nadie se ha atrevido a darle este matiz a una actuación de este tipo.
Puntos extra por Dakota Fanning, que se volvería la actriz infantil de moda gracias a Yo soy Sam.
9. Barreras
La gran pregunta que mueve el film es: ¿Es necesario que un padre sea amigo de sus hijos, más allá de darles lo que necesitan?
Volvemos a Denzel Washington. Él dirige y protagoniza una historia sobre una paternidad en la que los hombres no saben o pueden expresar amor. Y si bien está ambientada en 1956, no es que la situación sea muy diferente en algunos hogares de la actualidad.
La violencia y la falta de afecto que vemos como un retrato de la sociedad norteamericana no escapa a las visiones del derecho ni al debate sobre la crianza que alguna vez fue convencional.
10. El padrino
Para muchos, es la mejor película de la historia. Pero todos los que la han visto estarán de acuerdo con que es una cinta sobre la sombra de los padres.
Más allá de la mitología de la mafia italiana, El padrino es una cinta el patriarca Vito Corleone y Michael, luchando por no seguir el camino de su progenitor. La idea final es que no se puede escapar de esta sombra, pero reside en cada uno aceptar o no esta propuesta.
Francis Ford Coppola nos regala una cita impostergable con el séptimo arte en la que todo sale bien, hablando solamente sobre el cine y sus dilemas. Su secuela es mejor, incluso en puntos que parecían no poder mejorarse. De la tercera parte, honestamente, no hablamos.