La tesis es la disertación escrita que el aspirante a un título universitario presenta ante un tribunal.
Elegir un tema de tesis es una tarea que depende de muchos elementos que deben conjugarse para crear un proyecto final sólido y que sea debidamente defendido ante un tribunal. Es por esto que para muchos universitarios peruanos la tesis es motivo de nerviosismo e inquietud.
Hay que tener en cuenta que llevar a cabo una tesis puede suponerte interesantes oportunidades: demostrar todo lo que has aprendido durante la vida académica, poner en práctica tu capacidad innovadora, conducir una investigación propia y hasta escribir un libro. También es el último esfuerzo para alcanzar la gran meta: el título universitario.
Así es que si estás por empezar a preparar tu tesis universitaria, será mejor que te relajes y empieces a disfrutarlo.
Cómo elegir un tema de tesis: 8 tips determinantes
Sobre cómo realizar un trabajo académico se ha escrito mucho, puesto que requiere seguir ciertas pautas y tratar adecuadamente la información. Pero, cuando se trata de una tesis, la situación puede alarmarnos más. Sobre todo cuando no sabemos por dónde empezar. ¿Qué tema elegir?
El área académica, el tiempo disponible, la dedicación o la propia personalidad son factores que influyen en tal decisión. Pero también hay muchos otros aspectos básicos que puedes considerar a la hora de pensar el tema para tu tesis.
1. Lista de preferencias
Es crucial elegir un tema que llame tu atención, ya que deberás enfocarte en él durante un año o más. Así que, antes de comenzar, crea una lista donde coloques tus preferencias. Una buena forma de pensar en las mejores opciones es analizar las materias y tópicos que te interesaron durante la carrera.
Una vez tengas esta lista o “lluvia de ideas” tendrás una primera guía sobre los temas en los que te gustaría trabajar. El objetivo será comenzar a reducir el campo de búsqueda.
2. Considera temas que estén en boga
Investiga los temas que están en boga en tu área académica: consulta con profesores, revisa revistas y publicaciones recientes, conversa con futuros empleadores para detectar qué necesitan de tu especialidad. De esta forma, comenzarás a sembrar contactos y experiencia para el futuro trabajo.
3. Revisa lo publicado
Las bibliotecas públicas y los repositorios online te ofrecen la oportunidad de revisar qué hay escrito sobre diversos temas que te interesan. Aunque puede resultar un trabajo arduo, es una herramienta perfecta para descartar opciones o encontrar ideas más enriquecedoras.
4. Utiliza los manuales
El manual de estilo “Cómo se hace una tesis” del escritor y filósofo Umberto Eco es perfecto para comenzar. Es considerado como “la biblia” a la hora de realizar trabajos finales. ¿Lo conocías?
5. Interésate por el tema
Algunos estudiantes tienden a elegir un tema que no les interesa del todo, solo por quitarse ese asunto de encima. Por el contrario, procura que tu actitud frente a la propuesta sea positiva. Dedica todo el tiempo necesario para escoger el tema que te guste. Es esencial que te apasione, que estés totalmente convencido de lo que estás haciendo.
6. Delimita el tema
El secreto de un buen tema de tesis es que esté perfectamente delimitado. Intenta concentrarte en un tema, que sea sencillo pero a la vez te permita ahondar lo suficiente. Lo mejor es optar por una idea concreta que puedes ir ampliando a medida que la investigación lo requiera.
7. Considera la accesibilidad del tema y las posibles fuentes
Es fundamental elegir un tema que suponga facilidades de trabajo: tienes que poder acceder al terreno si lo necesitas, contar con material bibliográfico y tener posibilidad de entrevistar a especialistas.
Es importante trabajar en algo que te interese pero, a partir de las fuentes conseguidas, ya que con ellas definirás el perfil de tu proyecto de tesis. Evalúa la cantidad de información que tienes sobre el tema para analizar si verdaderamente es posible realizar una investigación en base a eso. De lo contrario, será un proceso infructuoso.
8. Escoge fuentes recientes
Con la expansión de internet, es fácil acceder a fuentes bibliográficas de todo el planeta. Ten en cuenta que elegir fuentes antiguas (10 años o más) reducirá la calidad general de tu trabajo y hará que la tesis resulte obsoleta.
Tiempo disponible
Administrar bien el tiempo de trabajo es la clave secreta para realizar una tesis perfecta. Elabora un cronograma específico, destina horarios para realización de la tesis y establece un período de investigación previa. Así lo verás de otra forma y podrás plasmar en tiempo y espacio cómo dedicarte plenamente a una tesis.
Fortalezas y debilidades
Antes de elegir un tema debes tener presente cuáles son tus fortalezas y debilidades en ese campo. Aunque pienses que tendrás ocasión de dominar la materia o cuestión en concreto, puede que te suponga el doble de esfuerzo que si optas por otra área que ya hayas tratado de alguna u otra forma. Así que, si te interesa pero conoces poco sobre el área, probablemente el proyecto te exija un mayor tiempo de investigación. Por tanto, considera si te merecerá la pena y podrás exprimir ese tema al máximo.
Haz que sea beneficioso para tu carrera
Elige un tema que resulte beneficioso para tu carrera profesional, ya sea porque te dé la oportunidad de seguir investigando, de volverte un experto o de conseguir un empleo vinculado a la temática. Entregar una tesis bien escrita y que invite a la reflexión puede ser el punto de partida para una fructífera vida profesional.
Tipos de tesis universitarias
Una vez determinada la temática de estudio, se debe pensar en el tipo de tesis que queremos desarrollar.
Es importante saber a qué nivel de estudios estamos optando, un doctorado, una maestría o un grado. Cada una de estas tesis poseerá unas características y una profundidad diversa, ya que la tesis de maestría te llevará prepararla un año y la de doctorado es mucho más larga. Estas tres investigaciones podrán ser:
- Documentales (teórica): la metodología se basa en la recopilación de información con el fin de profundizar en alguna teoría para complementarla o refutarla.
- De campo (práctica): la investigación se lleva a cabo en el propio campo de actuación.
- Combinadas (mixta): combina las dos técnicas, la documental se contrasta y complementa con la de campo.
7 tipos de tesis universitarias que debes diferenciar
También es importante analizar cómo deseamos tratar la información. Según esta clasificación, podemos diferenciar 7 tipos de tesis:
- Tesis transcriptivas: para realizar este trabajo, el alumno se apoya en datos o documentos publicados. Es de vital importancia citar, sobre todo en este tipo de trabajo, las fuentes consultadas.
- Tesis narrativa: la investigación, que sigue un orden cronológico, se nutre con experiencias del alumno.
- Tesis expositivas: lo importante en estos trabajos es exponer el método utilizado y los resultados obtenidos.
- Tesis de punto final: son estudios tan amplios que pueden continuar investigándose tras finalizar la tesis. Eso sí, conviene darles un final.
- Tesis catálogo: son trabajos que intentan imitar a otras tesis, teorías o descubrimientos anteriores con el fin de afirmarlos o refutarlos. Estos alumnos suelen llegar a las mismas conclusiones que el texto original, aunque en ocasiones pueden aportar nuevos datos.
- Tesis históricas: este escrito se basa en aspectos y hechos del pasado, los cuales son analizados y teorizados para explicar un acontecimiento, refutar una investigación o cimentar una teoría.
- Tesis utópicas: se intenta comprobar o alcanzar una conclusión real de un tema utópico o fantasioso. Aunque sus resultados pueden ser muy interesantes, algunos expertos les conceden poca validez científica.
Fuente: Universia.