Así nadie se enterará a quién le dejas tus bienes (testamento cerrado), por Jorge Luis Gonzáles Loli

Poco conocido y cada vez menos utilizado, el testamento cerrado permite que el contenido del acto sucesorio permanezca en absoluto secreto hasta después de la muerte del testador.

Así lo explicó el notario Jorge Luis Gonzáles Loli en una entrevista con LP, al detallar el procedimiento y las razones por las que algunas personas aún optan por esta figura.

Lo sorprendente es que ni siquiera el notario conoce su contenido. Solo verifica la entrega y levanta un acta de recepción que se archiva formalmente.

«En mis 26 años de carrera, solo he recibido dos testamentos cerrados, y ambos fueron de políticos», contó Gonzáles Loli.

El otro testamento es el cerrado. Entonces viene una persona con sus dos testigos, eso sí, con un sobre cerrado y me dice: «Acá está mi testamento». Y él lo ha hecho, puede ser manuscrito o en computadora, pero tiene que firmarlo en cada página y fecharlo. Si es manuscrito (ológrafo), no hay problema, basta con que lo firme. Luego me lo entrega cerrado y yo le hago un acta diciendo que lo estoy recibiendo. Ni siquiera yo, como notario, sé lo que hay dentro. 

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Testamento cerrado: en franca desaparición 

El testamento cerrado está cayendo en desuso. Según el notario Jorge Luis Gonzáles Loli, hoy casi nadie opta por esta figura porque resulta más compleja que otras y no evita trámites para los herederos.

Tras el fallecimiento del testador, sus familiares deben someterse a un procedimiento de comprobación. En sus 26 años de ejercicio, Gonzáles Loli solo ha recibido dos testamentos cerrados.

El testamento cerrado está en franca desaparición. ¿Por qué? Por el desuso de la figura. En realidad, no se usa mucho, es más complejo y no te libra de problemas. Primero, porque no evita trámites para tus herederos: ellos deben hacer un procedimiento de comprobación, ya sea notarial o judicial. Segundo, como no hay asistencia técnica al redactarlo, muchas veces el testamento es nulo. Y tercero, en estos tiempos ya no hay tantas barreras como antes, como para esconder ciertas decisiones.

En mis 26 años como notario, solo he recibido dos testamentos cerrados. Y ambos fueron de políticos. Obviamente no puedo decir quiénes fueron, pero entiendo que su preocupación era por su alta exposición pública.


 

 

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Periodista experto en judiciales y marketing jurídico, capacitador en derecho penal y constitucional, en materias de libertades comunicativas y protección de datos personales. Maestrante en comunicación transmedia por la Universidad de la Rioja (España), con estudios en la MIU City University Miami y la Universidad de Buenos Aires. Creador y director de «Se Corre Traslado», «La pepa legal», «La vida del litigante» y «Crimiadictos», producciones transmitidas a través de LP-Pasión por el Derecho.