El sueño de todo abogado litigante es tener su despacho propio, pero es un sueño costoso y difícil de realizar a corto plazo. Sobre todo cuando recién egresas y tus recursos son tan limitados como tus clientes.
Se va diluyendo la fantasía de una mesa de madera torneada, una colección de libros de tapa dura y la secretaria atenta para responder el teléfono. Y la pandemia, que nos llevó al home office a casi todos, terminó de enterrar la idea del despacho para muchos.
Sin embargo, la idea del despacho en casa empezó a ponerse en práctica por muchos profesionales y los abogados empezaron a considerarlo también. ¿Pero puede hacerse sin perder profesionalismo? En este post, te damos algunas recomendaciones que se complementan con las que brindamos hace algún tiempo en esta publicación.
Sobre el espacio
Lo primero que debes hacer en estos es aceptar tu situación. ¿Vas a alquilar un despacho, con todo el costo que eso representa, cuando no tienes un ingreso estable? Se puede hacer, porque en un post anterior dimos alternativas al respecto, pero si tu caso no le permite, debes ser sincero contigo mismo.
Así que, si has decidido que tu actitud brille más que esa oficina en San Isidro que tanto imaginabas, es hora de empezar a trabajar en que ese lugar de tu casa refleje toda tu vocación. Para eso, debes considerar algunas variables.
La principal, junto al espacio de tu vivienda, es la cantidad de gente con la que se comparte esta casa. ¿Vives solo? Perfecto. ¿Vives con tu pareja? Adáptate a sus horarios. ¿Vives con tu familia? Comunícate con ellos para que respeten esta meta que te has propuesto y no invadan esta zona en horario laboral.
Otro punto importante es la ubicación de tu despacho dentro del hogar. El cliente no quiere ver tu lavadora o tu tostadora al momento de llegar por una consulta, quiero ver tu despacho. Por lo que este espacio debe estar ubicado en un lugar alejado de todo lo demás que representa tu dinámica hogareña.
Y hay que hacer un énfasis en que esto no se hace para engañar a tu cliente y decirle “no, esta no es mi casa”. Es una cuestión de profesionalismo, de mantener ambos lados de tu vida en paralelos que no se crucen.
Esto es útil también porque te permite desconectarte del trabajo cuando sea necesario y así no te conviertas en un workaholic que no puede separarse de la oficina.
Tu despacho casero debe ser un sitio sereno donde tener una conversación. Alejado de la bulla de la calle, sobre todo si vives cerca a una avenida principal o de alto comercio.
Y, volviendo al punto inicial, debe ser un espacio que respeten tus familiares. Sobre todo tus hijos, si los tienes, ya que ellos deben entender que esta no es una área para jugar.
Al respecto, hay especialistas que recomiendan que crees un espacio similar a tu oficina, en miniatura y usando juguetes, para que ellos puedan vivir tu experiencia desde su perspectiva. De esta forma, no se sientes alejados por ti y al mismo tiempo respetan tus dinámicas.
Y para terminar… Olvídate de la bendita Sala de Espera. Es algo que vemos siempre en las películas y que funciona para una empresa gigante, pero para alguien que recién empieza es innecesario. Es un capricho, es avaricia. Lo ideal es siempre respetar los horarios establecidos, pero que ellos no deban esperarte.
Los elementos del despacho en casa
Hay elementos que claramente son obligatorios en el siglo XXI. La computadora o laptop, la impresora y fotocopiadora son inherentes, pero hay otros accesorios que deben considerar.
Lo primero es contar con una silla cómoda. No te concentres solo en el diseño y piensa en la comodidad que necesitas en tu horario laboral.
La silla debe estar adaptada a tus proporciones, con un reposa brazos y de preferencia acolchada. Debe respetar la uniformidad de tu despacho, aunque también puede ser ese elemento de color que necesita tu espacio.
Se recomienda también evitar las sillas gamers, a pesar de su comodidad y de lo cool que pueden verse. Y siempre se debe pensar en que obedezca a la armonía visual que imponga el escritorio que se vaya a utilizar, que debe ser lo suficientemente grande en relación al tamaño de tu espacio.
Otro elemento a considerar una alfombra. Un detalle que para muchos no es primordial, pero que complementa el aura profesional que queremos transmitir en un espacio tan personal como el hogar.
Sin embargo, muchos especialistas sostienen que las alfombras te permiten delimitar tu oficina, logrando un efecto visual que ayuda al visitante a entender que está es tu “territorio” laboral.
La alfombra debe ser bonita, pero no debe ser exagerada o que parezca que saldrá volando en cualquier momento. Se recomienda que tenga formas geométricas o que sea simplemente de colores lisos.
Se recomienda también una lampara de mesa, pero podemos adaptar esto a los nuevos tiempos y considerar complementarla o reemplazarla por un aro de luz. Recuerda que muchos espacios de trabajo ya retomaron lo presencial, pero las reuniones virtuales seguirán y debes mostrar una buena imagen tuya. Pero también de tu espacio.
Otro punto importante son los elementos de almacenaje, que podemos entender como archivadores, cajas o paneles. La vida del abogado está llena de documentos que no pueden estar a la vista de los visitantes. Y sobre todo, deben estar ordenados, por lo que debes crear un modelo de organización basados en fechas, letras o similares.
Finalmente, necesitamos un elemento colorido que puede ser, una planta. Los cactus, la hiedra o la diefembaquia son muy eficaces contra las radiaciones y las ondas electromagnéticas, además de limpiar el ambiente de manera general. Rodéate de ellas.
Hablemos de presupuestos
Una búsqueda en las principales páginas de venta de mobiliario de oficina nos permite brindarles un precio aproximado al presupuesto que necesitan para lo antes mencionado.
El valor de las sillas, específicamente de este tipo y de estas características, no baja de los 200 soles cuando nos referimos a los modelos más simples del mercado.
Lo mismo sucede con los escritorios, que en modelos bastantes limitados pueden llegar a costar 200 soles, que son una alternativa modesta, pero válida. Aunque los que obedecen el estilo de una oficina de abogado profesional sobrepasan el valor de 500 soles.
El valor de un aro de luz de poca complejidad, así como el de una lampara de escritorio llega a ser de 50 soles. El mismo precio que alcanzan las alfombras más baratas del mercado en las páginas revisadas y del tamaño requerido para abarcar una habitación de regular tamaño.
Los elementos de almacenaje pueden llegar a costar también 200 soles, si nos referimos a los archivadores más baratos del mercado. En esta suma debemos considerar que se podrían llegar a usar hasta 2 o 3 muebles de este tipo.
Hasta aquí, podemos llegar a sobrepasar los 1500 soles, si es que trabajamos con las ofertas más baratas posibles. Esto sin contar el precio de las plantas, que varía mucho o alguna decoración personal que quieras añadir. Esta cifra ignora también el precio del internet, los elementos tecnológicos como las computadoras o… la pintura. Un detalle que vamos a mencionar a continuación.
El color es un tema aparte
No hay una regla o fórmula secreta, pero muchos coinciden en que una oficina, ya sea casera o en un estudio particular, debe pintarse con colores neutros. Siendo el blanco roto y el gris claro los tonos más recomendados.
El blanco roto es un tono que añade al blanco más puro y luminoso un toque de color, ya sea grisáceo o beige Se asegura que ayuda a la concentración y a la distribución de la iluminación natural. Y si eres una persona ordenada y limpia, hará que esa virtud resalte.
El gris, por otro lado, es un color elegante y moderno. Combina bien con elementos metálicos y de madera, que suelen formar parte de una oficina convencional. Dicho eso, hay más opciones si quieres salir del molde.
El amarillo, para los que saben del tema, potencia la actividad cerebral y es un buen color para acompañar la comunicación y la creatividad. Colocado de manera puntual, en sillas o solamente una de las cuatro paredes, puede ser impactante para el cliente.
El rojo es un color peligroso, pero potente cuando se sabe utilizar. Si se usa en exceso es una espada de doble filo ya que genera una idea de agresividad, pero distribuido acertadamente en el mobiliario es elegante y ayuda a romper la timidez inicial de un primer encuentro.
Finalmente, el azul tiene diferentes efectos que se pueden recomendar para el espacio de un abogado. Se dice que motiva tranquilidad, estabilidad y seguridad, lo que lo convierte en el color perfecto para trabajos con mucho potencial de estrés.