Ius Commune. Libros y juristas en la Biblioteca de La Recoleta

El pasado viernes 25 de noviembre de 2016, la Biblioteca Regional Mario Vargas Llosa de Arequipa, presentó el primer volumen del libro Ius Commune. Libros y juristas en la Biblioteca de La Recoleta. Siglos XVI y XVII. Catálogo y estudio preliminar, del reconocido historiador del derecho Carlos Ramos Núñez, que rescata del olvido verdaderas joyas jurídicas que descansan en el repositorio recoletano.

El libro se divide en dos secciones. Primero, en un estudio preliminar que reflexiona sobre la importancia de esta biblioteca en su época al tiempo que dibuja un perfil de los juristas más destacados que despuntan en el recinto bibliográfico. El segundo tramo contiene el catálogo de libros que los investigadores pueden encontrar en la librería arequipeña, con la indicación de todos los datos que ayuden a su identificación (autor, editorial, ciudad y año de publicación).

Presentación del libro en el patio de la Biblioteca Regional Mario Vargas Llosa.
Presentación del libro en el patio de la Biblioteca Regional Mario Vargas Llosa.

Antonio Gómez, el «príncipe de los jurisconsultos españoles»

Pues bien, uno de los perfiles más conmovedores que traza el autor es el del jurista Antonio Gómez (1500-1572), conocido también como el «príncipe de los jurisconsultos españoles», quien, como resalta el autor, contribuyó a la fama de la Universidad de Salamanca al comentar las Leyes de Toro en 1550, en Ad leges Tauri Commentarium Absolutissimum, publicado por vez primera hacia el año 1552, en el que analizaba las 83 leyes de ese famoso cuerpo legal. Justamente este tramo de su vida es el que queremos resaltar, porque refleja el espíritu quijotesco que marcó al jurista en sus labores académicas.

La deuda

«Antonio Gómez cobró fama pero no fortuna [afirma el autor del libro] a través de sus comentarios a las Leyes de Toro y las Variae resolutiones iuris civilis, communis et regii». Para la edición de esas obras la Universidad de Salamanca le hizo un préstamo que el jurista no pudo pagar. «En el Claustro del Estudio celebrado a 18 de marzo de 1555 [continúa el profesor Ramos Núñez] aparece entre los deudores de la Universidad con la siguiente anotación: “Anse de cobrar cuatrocientos ducados que se prestaron al doctor Antonio Gómez para la impresión, y aunque se le prestaron por cuatro años y no es pasado el tiempo por no se aver podido hazer conforme al Estatuto se manden cobrar pasado un mes de plazo que se le da”».

Ante este requerimiento, recuerda Carlos Ramos, el jurista español se presentó en el Claustro de Diputados celebrado al quinto día de la comunicación, y solicitó la gracia del perdón de la deuda en atención a sus 25 años de catedrático de los cuales ya llevaba 8 años en la cátedra de Digesto y más del doble de ese tiempo en la de Propiedad. Así, el jurista «dixo no tener posibilidad para ello… y que en un Claustro antes de darle el préstamo casi todos los asistentes dijeron que se le diera de gracia salvo dos o tres que le contradijeron».

Carlos Ramos apunta que en la sesión se acordó que para la ejecución del cobro por la Universidad se esperara la respuesta del Consejo Real. Un año después, en un nuevo Claustro de Diputados, celebrado en 22 de febrero de 1556, se le leyó la respuesta al profesor Antonio Gómez, que no le era favorable. El Consejo ordenaba el pago de los cuatrocientos ducados «a censo sobre sus casas y no de otra manera».

El autor y su obra.
El autor y su obra.

Más tarde la Academia Matritense de Jurisprudencia y Legislación, en 1857, reconocía a Antonio Gómez entre los juristas más célebres y eminentes de España del siglo XVI junto con Antonio Agustín, Diego de Covarrubias, Gregorio López y Juan Gutiérrez.

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