Amigos, se acaba de anunciar una modificación legislativa por la cual el Congreso ha decidido que en el caso de los violadores (procesados por violación sexual para ser más exacto), y los procesados por delito de feminicidio, ya no obtengan ni el beneficio de la confesión sincera e incluso se ha eliminado el tema de la terminación anticipada.
Entiendo que estas medidas responden a una política criminal de aumento de la represión, más castigo, y obviamente tiene una razón: nadie puede discutir que al delincuente tiene que imponérsele una pena y que esa pena pueda cumplir los fines de retribución y prevención.
Pero es importante tener en cuenta, cuando se toman este tipo de caminos, que la confesión y la terminación anticipada no deben verse solamente como beneficios para un procesado o un delincuente, sino que también tienen otro tipo de función, que es disminuir la carga procesal de un sistema de justicia, tanto en fiscalía como en juzgados, completamente colapsado, y que por tanto no puede brindar un adecuado servicio de justicia en todos los casos.
¿Eliminar la confesión sincera qué va a implicar? Eliminó la confesión sincera y la terminación anticipada como consecuencia esa confesión sincera. Ya he confesado, he reconocido el delito, ya no hay actividad probatoria que desplegar, por tanto vamos a un proceso acelerado que es la terminación anticipada. Si yo eliminó esa posibilidad, ¿a qué voy a propender?, ¿qué voy a generar? Que entonces nadie se declare culpable al inicio y que tengamos un largo proceso penal, que ni beneficia al procesado (y mañana delincuente con la sentencia condenatoria), pero tampoco beneficia a la sociedad, porque no permite superar esta sobrecarga de procesos.
Entonces cuando queramos castigar al delincuente, que el castigo al delincuente no signifique no darle solución a problemas que no sólo afectan a esa persona, sino a todos los justiciables. Creo que la eliminación de la confesión sincera y la terminación anticipada va a terminar haciendo más daño que beneficio.
Beneficio prácticamente ninguno porque el violador sexual y el autor de feminicidios funcionan por factores criminológicos, donde no analizan cuáles van a ser las consecuencias jurídicas de sus actos, sino que responden a trastornos mentales, responden a una serie de problemas sociales que tantas veces hemos conversado privilegiando los temas de prevención sobre los de represión.
Mientras que no haya política de salud mental, no haya política de acompañamiento a las familias, las fábricas del delito van a seguir. Y no la van a parar con temas de «te quito la confesión sincera» o «te quito la terminación anticipada». No solo no van a arreglar nada sino que adicionalmente van a permitir que los procesos se alarguen. Una buena política judicial donde se promueva la confesión sincera y la terminación anticipada es más buena que mala. Estoy seguro de eso y reflexionen ustedes amigos estos temas para que lleguen a su propia conclusión. Gracias.