Hacia el año de 1954, Felix Frankfurter, uno de los ministros más importantes de la Suprema Corte de Estados Unidos, recibió la carta de un niño de 12 años que le pedía consejos para convertirse en un buen abogado. La respuesta de Frankfurter, breve como profunda, se hizo famosa y aquí la compartimos.
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Estimado Paul:
Nadie puede ser un abogado verdaderamente competente, a menos que sea un hombre culto. Si yo fuera tú, me olvidaría de toda preparación técnica de la ley. La mejor manera de prepararse para la carrera de leyes es siendo una persona letrada. Solamente así puede adquirirse la capacidad de usar el idioma en el papel y en el discurso, con los hábitos de un pensamiento claro que sólo una educación liberal puede brindar. No es de menor relevancia para un abogado el cultivo de su imaginación mediante la lectura de poesía, la apreciación de grandes obras de arte, en su versión original o en reproducciones disponibles, y escuchar buena música. Llena tu mente con los frutos de las buenas lecturas; amplía y profundiza tus sentimientos experimentando a través de otros, en la medida en que te sea posible, los maravillosos misterios del universo… y despreocúpate de tu futura carrera.
Felix Frankfurter
(Citado en el artículo del maestro Gerardo Laveaga, “No es lo mismo ser Juez que Ministro”, publicado en El Mundo del Abogado, septiembre 2011).
4 Jul de 2017 @ 20:52