En época de elecciones un periodo convulsionado que puede relajarse con una buena película. A través de thrillers, comedias y dramas, el cine ha explorado lo complicada que es la política a nivel mundial.
Por eso, hemos realizado una lista de películas políticas para esperar los resultados de las elecciones.
1. El mensajero del miedo
Hay dos versiones de esta cinta. La primera protagonizada por Frank Sinatra, pero la más fácil de encontrar en internet es la estelarizada por Denzel Washington y dirigida por Jonathan Demme, realizador de El silencio de los inocentes.
Un veterano de guerra que sobrevivió a una emboscada tiene dudas sobre el heroísmo que los medios venden sobre un compañero suyo, un militar que ahora postula a la presidencia. ¿Puede ser que esté enfrentando una conspiración mucho mayor?
2. Secretos de estado
Estamos ante una cinta dirigida, producida, escrita y protagonizada por George Clooney. En la que interpreta a un gobernador que logra ponerse en la carrera presidencial y para ello consigue la asesoría de un joven asesor interpretado por Ryan Gosling.
Es un viaje hacia la corrupción y la crueldad de la política, junto a un descenso a los infiernos para el idealista consultor de campañas. Precisa para estas fechas.
3. El hombre del año
El gran Robin Williams nos dejó una cinta que no está a la altura de sus grandes clásicos, pero que sigue siendo un aperitivo divertido en el contexto que tenemos.
El actor interpreta a un comediante, inspirado ligeramente en la vida de Jon Stewart y Bill Maher, que decide postular a la política motivado por sus fanáticos. En el camino descubrirá que está entrando a un espectáculo, pero uno muy diferente al que está acostumbrado.
4. Locos por los votos
Seguimos con las comedias.
Cuando un congresista de Carolina del Norte va por su quinta reelección, un escandalo ligado a una amante hará que sus enemigos políticos saquen toda la artillería pesada en su contra.
De esta forma, un rival entra con todo a la carrera e inician una delirante competencia para ganar el amor del electorado. La historia gana puntos al tener como protagonistas a Will Ferrell y Zack Galifianakis.
5. Frost/Nixón: La entrevista del escándalo
La película del legendario Ron Howard adapta la celebrada obra de teatro homónima de Peter Morgan. Inspirada en la serie de entrevistas realizadas por el periodista David Frost al expresidente Richard Nixon luego de todo lo que se desató en el caso Watergate.
Es, a la fecha, una de las mejores cinta de Howard. Esto es gracias a su pulso de cineasta con décadas de experiencia, pero principalmente al duelo interpretativo conformado por Frank Langella y Michael Sheen.
6. Colores primarios
Una película de la segunda era dorada de John Travolta y bajo la dirección de un genio como Mike Nichols. La trama se centra en la problemática campaña del gobernador sureño interpretado por el actor de Grease.
La cinta es, de forma poco sutil, una critica a la carrera de Bill Clinton y sus escándalos sexuales que lo pusieron en medio del debate. El look de Travolta, por ejemplo, es un calco del presidente.
7. No
Latinoamérica se hace presente con esta cinta del chileno Pablo Larraín sobre el referéndum que causó la salida del dictador Augusto Pinochet.
Con Gael García Bernal a la cabeza, recrea una historia emocionante sobre la importancia del marketing y el poder de la gente al momento de determinar la estadía de sus gobernantes.
8. La idiocracia
Una comedia de culto de Mike Judge, creador de Beavis and Butt Head. Se ubica en esta lista por su duro comentario a la cultura norteamericana como una sociedad que premia a la estupidez.
Sin embargo, su punto más alto es su burla a la figura del presidente, con un personaje fascinante llamado el presidente de los Estados Unidos Dwayne Elizondo Mountain Dew Herbert Camacho interpretado por el adorable Terry Crews.
Bonus track
Están vivos
No es una cinta estrictamente política, pero sí sobre el poder.
Una persona común y corriente interpretado por el luchador Rowdy Piper se ve envuelto en una conspiración en la que descubre que hay alienígenas infiltrados en todos lados. Sobre todo, en puestos de poder donde controlan el destino de todos.