Hoy, en horas de la mañana, una situación sumamente tensa se vivió en el campus universitario de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos: cerca de 400 policías, armados de bombas lacrimógenas y una tanqueta, ingresaron por autorización del rector Orestes Cachay, con el fin de desalojar a los estudiantes que habían tomado la ciudad universitaria como medida de protesta.
El origen del asunto se remonta a las exigencias que presentó la organización gremial de los estudiantes de la universidad, la Federación Universitaria de San Marcos (FUSM); cuyo principal leit motiv era la improvisada y mediocre implementación de los estudios generales en la universidad más antigua de América. Desde su fanpage, los dirigentes del histórico sindicato estudiantil denunciaron que estaba realizando una convocatoria desde el día 28 de marzo del presente año, para contratar a 151 docentes en solo una semana.
Después de realizar una serie de asambleas, con participación de estudiantes de diversas facultades e informando a los ingresantes de la alarmante situación que podían afrontar; la FUSM, presidida por Gerardo Salas, estudiante de Sociología, llegó a una síntesis de la plataforma reivindicativa que exigían para poder mejorar la situación de la histórica universidad. Entre los reclamos principales están: la reducción de trámites burocráticos, anulación de cobros innecesarios, no recortar el calendario académico, nulidad del proyecto de Estudios Generales y elaboración de una nueva currícula, mayor presupuesto para los grupos de investigación y grupos de estudio, entre otros.
De ese modo, el último jueves 5 de abril, los estudiantes decidieron irrumpir desde temprano en la Ciudad Universitaria, y tomar, en su integridad, el campus universitario; repartiéndose responsabilidades entre las diversas puertas que funcionan de acceso a la institución. Cabe resaltar que la UNMSM es tan grande, que abarca partes de varias avenidas: la avenida Colonial, la avenida Venezuela, la avenida Germán Amezaga y la avenida Universitaria. Los huelguistas se tuvieron que desplegar en toda la inmensidad del campus, varios de ellos dependientes de la residencia universitaria, por lo que tuvieron que sacrificar las comidas del día.
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Lo curioso del asunto fue que se dio en el contexto del licenciamiento final de la universidad por parte de la Sunedu, situación que enardeció al alumnando, debido a que consideran que se ha avanzado poco en infraestructura e implementos para la investigación. Sin duda, la tradición crítica de los estudiantes sanmarquinos los lleva a no asumir per se los mandatos de las autoridades. Había algo realmente sospechoso en el actuar, aparentemente en pared, de la SUNEDU y el rectorado de la universidad. El diálogo era la solución, pues una sociedad democrática se debe caracterizar por impulsar la convivencia en una cultura de paz.
Dirigentes de la FUSM aseguran haber agotado las instancias de diálogo. Ante la negativa por resolver los latentes reclamos del gremio, los estudiantes decidieron tomar la medida de fuerza, debido también a la cercanía del inicio de clases planteado irregularmente por las autoridades. Y por si esto fuera poco, los altos mandos de la universidad convocaron a un Consejo Universitario sin presencia de los estudiantes, a puertas cerradas y sin la tradicional transmisión en vivo desde la página web. En la actualidad, la representación estudiantil en dicha instancia se limita a un grupo allegado al rectorado (por no decir, directamente manejado), que está siendo investigado por clientelismo político por la propia Sunedu.
La prepotencia en el ingreso de la policía, inclusive ya dentro de la Ciudad Universitaria, se ve graficada en el siguiente video:
El rector, en el documento que autoriza a la PNP el ingreso al campus, se ampara en dispositivos señalados en la Ley Universitaria y el Estatuto de la UNMSM, que permiten el ingreso de estos efectivos en casos de urgencia, solo con la venia del Consejo Universitario (el mismo que fue realizado de espaldas a la comunidad estudiantil). Lo que parece ignorar convenientemente el rector Orestes Cachay, es que en un Estado de derecho, la Constitución Política se ubica jerárquicamente sobre todo norma del ordenamiento jurídico.
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Así, la Constitución Política señala:
«Artículo 28°.
El Estado reconoce los derechos de sindicación, negociación colectiva y huelga.
(…)
Artículo 46°.
Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador, ni a quienes asumen funciones públicas en violación de la Constitución y de las leyes.
La población civil tiene el derecho de insurgencia en defensa del orden constitucional».
El abogado del gremio de los estudiantes, Julio Quintanilla, aseguró que el ingreso de la polícia viola el debido proceso, toda vez que no cumplió con la correspondiente notificación, y se ejecutó en menos de 24 horas, violando flagrantemente la autonomía universitaria. Congresistas de la República, como María Elena Foronda del Frente Amplio; y Alberto Quintanilla, de Nuevo Perú, se hicieron presente, demandando la necesidad de asegurar las condiciones mínimas que permitan ejercer el derecho a la educación de los estudiantes, en toda su dimensión, como se establece constitucional y supraconstitucionalmente.
#LoÚltimo: El congresista Humberto Morales ha solicitado citar al rector de la UNMSM a la Comisión de Educación, con el fin que presente sus descargos ante los hechos de violencia.