[VÍDEO] Entomología forense: ¿los insectos pueden ayudarnos a resolver crímenes?

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La entomología forense es la especialidad que se ocupa del estudio de los insectos y otros artrópodos para exhibirlos como pruebas ante un tribunal de justicia. Esta especialidad proporciona información valiosa para conocer el estado de descomposición, intervalo de muerte e incluso algunos sucesos que llevaron al deceso.

Los insectos son animales que revisten un diseño complejo, están recubiertos por un esqueleto externo (exoesqueleto), formado por placas y con un sistema de respiración que capta el aire a los tejidos de forma directa. En griego, tomos significa parte cortada, por eso, entomología significa ciencia de los seres segmentados[1]

El entomólogo forense, durante las primeras investigaciones, buscan identificar las fases de evolución mediante las tasas de crecimiento y/o desarrollo de estos animales, esto permite a los profesionales identificar las características post mortem.

La investigación de los insectos proporciona una línea de tiempo de los sucesos, con la ayuda del intervalo post mortem durante las 72 horas. Así también existen otros elementos como la identificación de los tipos de insectos, cantidad presente de estos en el cuerpo y el estado de crecimiento y desarrollo.

Sin embargo, las funciones más importantes del entomólogo forenses consisten en la estimación de tiempo mínimo desde la muerte sobre movimiento, almacenamiento de los restos después del fallecimiento, intervalo de inmersión, tiempo de decapitación y/o desmembramiento, identificación de sitios específicos de trauma, artefactos post-mortem en el cuerpo, etc.[2]

Los investigadores entomólogos forenses son capaces de identificar la presencia de drogas mediante los estudios entomotoxicológicos. Esta ciencia es muy interesante, pues examina el rastro alimenticio de los insectos que consumieron el cadáver, para detectar drogas o algún otro narcótico.

Al investigar a los insectos, los entomólogos forenses toman en cuenta dos criterios:

    • Tasa de desarrollo del insecto: rango de tiempo requerido para completar las etapas de huevo, larva o pupa. Este criterio se rige por la temperatura y consiste en identificar con precisión las especies encontradas en el cadáver, reconstruir las temperaturas de la escena del crimen y modelar la tasa de desarrollo de los insectos inmaduros encontrados en un cuerpo, es decir, calcular la edad del espécimen.
    • Tasa de crecimiento del insecto: refiere al aumento relativo de peso del gusano.

Los cadáveres sufren cambios al pasar del tiempo por acción de los organismos que habitan en el, por eso, los investigadores utilizan el sistema Mégnin para identificar las fases de descomposición del cadáver en orden progresivo.

1. Cadáver fresco
2. Olor cadavérico
3. Gradas rancias (“fermentación butírica”)
4. Proteínas en descomposición (“fermentación caseica”)
5. Fin de la anterior (“fermentación amoniacal”)
6. Desecación del cadáver por ácaros.
7. Cuerpo momificado
8. Desaparición de los restos de oleadas anteriores.

En la práctica las etapas de la descomposición no siempre están marcadas de manera definida. Las extremidades pueden descomponerse mucho más rápido que el tronco, por la acción de una infestación masiva de moscas y el calor, ambos factores externos podrían reducir el cadáver a esqueleto en veinte días.[3]

El primer insecto que ayudó a resolver un crimen

En el siglo XIII, el detective Sung Tz’u utilizó un innovador método que obligó a un asesino a confesar su crimen. Sung utilizó moscas para dar con el victimario.

El detective congregó a todos los hombres de la aldea y les pidió que acudieran con su hoz. Los formó en una misma fila y esperó a que las moscas se arremolinaron en torno a una hoz. Así determinó cuál contenía restos de sangre y fragmentos de tejido. Fue la primera vez en la que un bicho ayudó a resolver un asesinato.

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En 1235, Sun Tz’u, escribió el libro “The Washing Away of Wrongs” (El lavado de los agravios) en donde referenció investigaciones forenses sobre cómo examinar el cuerpo y la escena del crimen para determinar las causas de muerte. En el libro se detalla el primer caso de entomología forense aplicada para resolver un caso:

“…Un buen día apareció un campesino muerto en un arrozal y, como suele ocurrir en estos casos, nadie sabía nada. Cuando el magistrado local comprobó el cuerpo, pudo determinar que el arma homicida había sido una hoz como las que utilizaban para recolectar el arroz. Reunió a todos los campesinos del pueblo, los puso en fila y les ordenó que todos pusiesen en el suelo y junto a ellos su hoz. Al cabo de un rato, señaló a uno de los campesinos como culpable del crimen… sobre su hoz estaban revoloteando las moscas. Aunque las hoces estaban todas limpias, las moscas se sintieron atraídas por los restos de sangre que ya sabemos, por la serie, que es muy difícil de limpiar…”

Sung Tz’u fue un médico chino, juez y científico forense. Nació en una familia burocrática en Jianyang. Se desempeñó como juez presidente en los tribunales superiores chinos por muchos términos.

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Durante su cargo en un tribunal penal en la provincia de Hunan, examinaba personalmente la escena del crimen cada vez que se encontraba con un caso difícil de homicidio o agresión física.

El detective chino recopiló numerosos casos históricos de ciencia forense en su libro “Recopilación de casos de injusticia rectificado con el fin de evitar los errores judiciales“. Cabe mencionar que, el libro fue consultado por generaciones de científicos forenses. Además se tradujo al inglés, alemán, japonés, francés y otros idiomas.

En el siglo XVIII, el científico francés y entomólogo René-Antoine Ferchault de Réaumur realizó investigaciones en el campo de la entomología y publicó el primer volumen de sus Memoirs Serving como Historia Natural de los Insectos, una obra que marcó un hito en la historia entomológica.[4]


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[1] Torrez, Jesica; Zimman, Sabina y otros. «Entomología forense». Revista del Hospital J.M. Ramos Mejía (2006): 3.

[2] Espinoza Diaz, Cristóba; Verdugo Guilcaso, Aida y otros. «La entomología forense en latinoamérica». Archivos Venezolanos de Farmacología y Terapéutica, (2020).

[3] Torrez, Jesica; Zimman, Sabina y otros. «Entomología forense». Revista del Hospital J.M. Ramos Mejía (2006): 7.

[4] Delphipages.live. «René-Antoine Ferchault de Réaumur | Entomólogo francés»,  21 de octubre de 2020. Disponible AQUÍ.

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