En el libro Arequipa en el corazón (Editorial Unsa, 1995) de Enrique Chirinos Soto, este da cuenta atentamente de la tesis de Carlos Ramos Núñez para graduarse de maestro en la Pontificia Universidad Católica del Perú, bajo la asesoría de Fernando de Trazegnies Granda. Destaca el brillante abogado exparlamentario e intelectual arequipeño en dicha semblanza algunas particularidades de la investigación de Ramos, quien ya empezaba a consolidarse como un hombre riguroso en sus apuntes y portentoso en sus propuestas discursivas del derecho. La tesis, «Toribio Pacheco, jurista peruano del siglo XIX», estaba consagrada a la vida y obra del jurista arequipeño, reconocido como el primer constitucionalista y uno de los hombres más brillantes hijos de esta tierra (Arequipa), además de destacar como diplomático y periodista. Toribio Pacheco no solo trasciende por formar parte del Gabinete de Emergencia en la Guerra con España en 1866, donde asumió el cargo de ministro de Relaciones Exteriores no solo por sus extraordinarios trabajos en el campo del derecho, sino por la inteligente exposición de sus opiniones políticas de avanzada. Cabe señalar estas magnas palabras del tribuno Francisco Mostajo dedicadas a Toribio Pacheco, en un homenaje que le rindiera el Colegio de Abogados de Arequipa en el centenario de su nacimiento (17 de abril de 1928):
Es la obra del historiador, del cientista, del literato o del poeta, la que, con las maravillosidades de la palabra, eco exterior de la emoción y del pensamiento, convertido en luz por la fantasía, capta aquella vibración, no sepultada ni desvanecida en la fosa, sino perdurada sobre el despojo lívido y la lápida yerma, sin que importe que no se la percibiera antes en la atmósfera humana, como a tantas fuerzas en la atmósfera celeste.
Un detalle adicional a la investigación que reseña Chirinos Soto era la emoción de ser nieto del jurista motivo de la tesis de Ramos. Agrega al texto blandos recuerdos familiares y discute la vida y obra de Pacheco (como por ejemplo si su distinguido abuelo era liberal o conservador) que componen un bello trozo de escritura. No deja finalmente de congratular al autor del trabajo con estas merecidas palabras: «En este preclaro cónclave de exégetas o biógrafos de Pacheco, Ramos Núñez destaca [joven profesor de la Universidad Católica de Santa María y de la de Lima], no desmerece. Su trabajo es el más amplio y más prolijo, y el que mayor documentación ha acumulado». Dicha investigación fue publicada en formato de libro por el Fondo Editorial de la Pontifica Universidad Católica del Perú en 1993.
Carlos Ramos Núñez nació en Arequipa en 1960 y fue hijo del abogado e historiador puneño Augusto Ramos Zambrano. Su madre fue arequipeña por los cuatro costados, como anotara en una entrevista, y es sobrino materno del pintor arequipeño Teodoro Núñez Ureta. Estudió la primaria en el Colegio San Juan Bautista y la secundaria en el Colegio La Salle de Arequipa. Cursó derecho en la Universidad Católica de Santa María y una maestría y doctorado en la Pontificia Universidad Católica del Perú, donde ejerce la enseñanza hasta la actualidad. Además de haber sido condecorado con honoris causa por importantes universidades del pais y profesor visitante de prestigiosas universidades como la Universidad de Berkeley (California), la Universidad de Sevilla, de la Universidad Tantheob Sorbonne de Paris y de la Universidad de Buenos Aires. Hoy dirige como Magistrado del TC el Centro de Estudios Constitucionales (CEC) donde ha desarrollado una encomiable labor de divulgación de obras necesarias para la discusión constitucional y jurídica de nuestro país. Todo un lujo como magistrado. Lector acucioso, criterio amplio de temáticas, y libre de pensamiento y nada atado a dogmas o servilismos ramplones y que a veces más allá de los buenos oficios y nobles inteligencias son destruidos por el burocratismo.
Su trabajo sobre Toribio Pacheco lo ubica como un lúcido historiador del derecho. Su trayectoria académica y profesional explicitan su laborioso afán de maestro y hombre de toga y disciplina. Su monumental producción libresca lo asemeja a esos preclaros hombres que marcaron el rumbo de las ideas en el Perú contemporáneo como Pedro Peralta Barnuevo (el doctor océano), Luis Alberto Sánchez, Francisco García Calderón. Jorge Basadre, el mismo Toribio Pacheco, entre otras cúspides.
Para estar en sintonía con las relaciones del derecho y la literatura ofrece su didáctico libro La pluma y la ley, importante obra que reúne artículos y ensayos acerca de escritores que estudiaron derecho o lo ejercieron como jueces al mismo tiempo de la creación literaria.
También es autor de Historia del Derecho civil peruano (vi tomos), por lo cual le fue concedido el Premio Internacional Zorraquin Becú del año 2006. Obras históricas, institucionales, investigaciones jurídicas, discursos, debate constitucional, entre un conjunto sorprendente de libros de lectura para todos los públicos como El derecho y la pasión: un jurista en tiempos del Facebook. Del rigor de investigador a la amenidad «lecturable». Además de escribir numerosos textos en revistas y otras publicaciones en coautoria. Pienso en un hombre con esa pasión e ímpetus por los libros desbordante, Theodor Moinmsen. El filósofo español Rafael Cambra dijo del historiador alemán: «Todo en él fue titánico, desmesurado, sobrehumano». Ramos avanza en esa prestigiosa senda donde la nobleza y el conocimiento se concentran en la creación de un hombre y los debates de su tiempo.
En una entrevista concedida al magistrado Ernesto Blume este pregunta:
-Hay una suerte de literato escondido ahí…
-Sí claro, porque además algo importante que aprendí, aunque es un proceso que nunca acaba: articular la literatura, el derecho y la historia. Es decir, yo creo que soy en ese sentido un literato, un historiador y un abogado atípico.
Rabinovich-Berkman de la Universidad de Buenos Aires lo reconoce «como un filósofo dedicado al estudio de la relación de la literatura con el derecho».
Esta suerte de poligrafía en Ramos Núñez le permite oceánicos abordajes temáticos de sus obras desde el derecho con otras áreas o intereses como el cine, la literatura, la historia o la ciencia. Entonces, tenemos un trabajo, además de novedoso, escrito con un exquisito estilo literario que nos recuerda a clásicos y originales hombres como Andrés Bello, Alfonso Reyes o Porras Barrenechea. Hombres formados en la cultura y representantes cabales de estéticas que marcaron época.
Ramos tiene bien claro su papel de maestro en la acepción clásica de la palabra donde el dador de conocimiento debía ser un ejemplo moral y ético además de disciplinado en la ciencia que practica. Por ello su libro Cómo hacer una tesis de derecho y no envejecer en el intento, resulta un compromiso con los estudiantes de derecho de todas las facultades para apoyarlos en sus intereses investigativos. El maestro que educa y propone, discute y guía. Y en estos momentos que se terminan estas líneas seguro el maestro Carlos Ramos Núñez estará en su gabinete pensando en nuevos proyectos o libros que controlen su alma de aventurero. Magistrado y magisterio en un solo espíritu.