Publican libro «Derecho y nuevas tecnologías: el impacto de una nueva era»

La revista Themis de la Pontificia Universidad Católica del Perú, va a publicar el libro Derecho y Nuevas Tecnologías: el impacto de una nueva era, coordinado por el profesor Jhoel Chipana Catalán y en el que han escrito veintinueve autores entre peruanos y extranjeros.

Se trata de la primera publicación de su tipo que aborda el análisis del impacto que ha tenido la tecnología en las distintas ramas del Derecho, y cómo ello ha cambiado el ejercicio mismo de la profesión.

Legis.pe va a sortear un ejemplar de este novedoso libro entre sus seguidores. Para ello, debes seguir los siguientes pasos:

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Se anunciará al ganador el día miércoles 21 de este mes.

Asimismo, si deseas asistir a la presentación de este libro, puedes acceder a este link e inscribirte (https://www.facebook.com/events/488352558377476/), ya que en él se realizará un conversatorio sobre algunos de los artículos que este libro contiene. La presentación es este martes 20 a las seis p.m., en la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad del Perú.

Si quieres acercarte a este cambio digital, y tener una idea del contenido de este libro, te invitamos a leer las palabras de Presentación elaboradas por el coordinador de la obra:

PRESENTACIÓN

En el año 2017, en el diario “El Mundo”, apareció una nota periodística que llamó poderosamente mi atención. En un laboratorio de investigación de inteligencia artificial de la Universidad Tecnológica de Georgia, se inició un proyecto para crear inteligencia artificial capaz de aprender y desarrollar nuevas tácticas de negociación. Sin embargo, y sin programación alguna dirigida a ese fin, dicho software diseñó su propio lenguaje, el mismo que era más apto y lógico para la tarea que debía desempeñar y que, por si fuera poco, era prácticamente imposible de descifrar por los investigadores.

Se descubrió que el lenguaje nuevo era carente de sentido por la extraña repetición de pronombres y algunas palabras; no obstante, al analizar con mayor detenimiento las oraciones, los investigadores descubrieron que, en el aparente desorden, había una estructura lógica coherente que permitía a la inteligencia artificial negociar entre distintos agentes usando menos palabras y logrando, con ello, un menor riesgo de equivocación. Los científicos indicaron que el fenómeno era similar al que favorece la creación de abreviaturas o de determinada jerga en ciertos grupos sociales, solo que a una velocidad mayor y sin supervisión ni control alguno por parte de otros sujetos. Ante este increíble e inesperado hecho, los responsables del proyecto tuvieron que finalizar el mismo apagando los ordenadores[1].

Luego de leer esta noticia, busqué más información sobre este y otros temas relacionados a la tecnología. Empecé, entonces, a investigar y aprender sobre una serie de aspectos que nunca antes creí que eran posibles. Por ejemplo, si partimos de la nota que acabo de mencionar y entendemos que no es lejana la posibilidad de que determinada inteligencia artificial pueda desarrollarse de manera autónoma, no será difícil pensar que, en algún momento, los robots podrán actuar de manera independiente, construyendo su propio lenguaje y satisfaciendo sus propias necesidades; todo ello, sin la ayuda del hombre.

En esa línea, considero que debe tomarse consciencia de que nos encontramos en un momento de la historia en el que el avance tecnológico puede ser visto como una herramienta que podría cambiar todo para tener una mejor calidad de vida o, por el contrario, puede ser el inicio del fin.

Algunos denominan a este momento “la cuarta revolución industrial”[2] y, en un interesante cuadro citado por Schwab, elaborado por el Foro Económico Mundial contenido en el documento titulado Deep Shift. Technology Tipping Points and Societal Impact, se aprecian algunos datos que podrían parecer increíbles en torno a los puntos de inflexión que ocurrirían antes del año 2025 y que tienen directa relación con el avance tecnológico. Veamos lo siguiente:

  • El 10% de las personas usarán ropa conectada a internet.
  • El primer teléfono móvil implantable será puesto en circulación.
  • El 90% de la gente tendrá almacenamiento ilimitado y gratuito de datos (patrocinado por publicidad).
  • La existencia del primer robot farmacéutico.
  • El 10% de las gafas de lectura estarán conectadas a internet.
  • El primer automóvil impreso en 3D estará en producción.
  • El primer gobierno que sustituirá su censo poblacional por uno basado en Big Data.
  • El 90% de la población tendrá acceso regular a internet.
  • Los automóviles sin conductor serán el 10% del total de vehículos.
  • El primer trasplante de un hígado impreso en 3D.
  • La primera vez que un gobierno recaudará sus impuestos utilizando blockchain.
  • Habrá más viajes en vehículo compartido que en vehículos privados.
  • El 10% del producto bruto interno se almacenará con tecnología blockchain.

¿Podría pensarse que estamos lejos de presenciar estos hechos? Creo, sinceramente, que no. Ello, debido a que si miramos con detenimiento nuestro entorno y el cambio que ha sufrido en los últimos años, podremos notar que casi todo ha sido modificado por el avance tecnológico. Piénsese, por ejemplo, en la manera cómo nos comunicamos hoy, y en cómo el arte del diálogo se está perdiendo poco a poco gracias al uso de mensajes escritos. Todo parece indicar que, si bien estos cambios han sido en algunos casos paulatinos, la tendencia es que la velocidad de los mismos irá en aumento y tendremos que adaptarnos a nuevas formas de convivencia y supervivencia.

Este proceso, como no podía ser de otra manera, también ha afectado directamente el ámbito laboral, académico, e incluso el legal. Pese a que el entendimiento del Derecho ha sufrido profundos cambios a lo largo de muchos siglos, se puede afirmar que su maduración y desarrollo ha sido paulatino, y se ha visto alimentado por distintas fuentes, todas ellas originadas en distintas latitudes. Observamos, entonces, un verdadero proceso evolutivo que ha obedecido no solo a circunstancias temporales, sino también espaciales.

A su turno, podemos afirmar que, en las últimas décadas, la tecnología ha irrumpido en la vida humana de manera violenta, teniendo un desarrollo disruptivo y, en muchos casos, brutal. Así, en esa incesante carrera por llegar a todos los ámbitos de la vida y del conocimiento, la tecnología tenía que encontrarse con el Derecho.

En el marco de ello, y por una incesante curiosidad en cuanto al impacto que la tecnología está generando en el Derecho y en el ejercicio de la profesión, nació la idea de desarrollar este proyecto.

Este libro, que es el primero de su tipo que se publica en el Perú, reúne veintinueve trabajos escritos por profesores, académicos y abogados de distintos países, que abordan diversos temas donde es posible apreciar, en carne viva, cómo es que el Derecho se puede ver influenciado -positiva o negativamente- por la tecnología, cómo es que ambos se relacionan, y cuál es el futuro que este fenómeno nos depara.

La temática abordada es variada y su contenido no deja de ser imprescindible, no solo desde un punto de vista académico, sino también profesional y hasta social, en vista de que el Derecho es una rama del conocimiento que toca todos los aspectos de la vida en sociedad.

Así, a efectos de no detenerme comentando el contenido de los artículos que usted podrá encontrar en este texto, dejo algunas interrogantes que son analizadas en los diversos trabajos publicados en este volumen y cuyas respuestas invito a descubrir a través de su lectura:

  • ¿El concepto de derechos fundamentales ha sufrido algún cambio debido a la irrupción de la tecnología?
  • ¿Cómo se resuelven las controversias que surgen con plataformas como Uber, Airbnb o eBay, y qué fallas presentan?
  • ¿Cuál es el alcance de la responsabilidad civil en los daños causados por inteligencia artificial?
  • ¿Los influencers deben tributar?
  • ¿Son válidos los actos jurídicos celebrados en la plataforma digital con el soporte de un chatbot?
  • ¿El Derecho va a cambiar por el uso de blockchain?
  • ¿La asignación de derechos de propiedad en esta era tecnológica desincentiva la colaboración?
  • ¿Es posible mitigar -o establecer una regulación- los daños que se causen al honor y a la buena reputación de una persona a través de redes sociales?
  • ¿Qué es la neutralidad en internet y cómo afecta al Derecho del Consumidor?
  • ¿En qué consiste el derecho a la desconexión digital en el ámbito laboral?
  • ¿Cuál debería ser la forma de uso y monitoreo de comunicaciones corporativas y su relación con el derecho a la privacidad en el ámbito laboral?
  • ¿Qué son los negocios colaborativos y qué rol juega el Derecho Corporativo ante ello?
  • ¿La inseguridad digital podrá ser más peligrosa que la inseguridad real?
  • ¿Puede existir un arbitraje cien por ciento tech?
  • ¿Cuál es la responsabilidad de los organizadores en los esquemas de economías colaborativas?
  • ¿Cómo funcionan los sistemas de toma de decisiones automatizadas en el sector público?
  • ¿Cuáles son los problemas y desafíos de las plataformas de internet frente a la tributación?
  • ¿Qué es el cloud computing y cómo se relaciona con la protección de datos?
  • ¿Cuáles son las nuevas fronteras del derecho al olvido en la era digital?
  • ¿La economía de pares y la informalidad son enemigos o cómplices?
  • ¿El dinero electrónico puede lograr inclusión social?
  • ¿Cuál es el impacto psicológico en los árbitros de las nuevas tecnologías como métodos de prueba?
  • ¿Cómo se relaciona la inteligencia artificial con las disputas de construcción?
  • ¿Qué son los smart-contracts?
  • ¿Cómo se protegen los datos en tiempos de big data?
  • ¿La tecnología va a lograr que los abogados desaparezcan?
  • ¿Cuál es la responsabilidad de las empresas tecnológicas por la venta de datos personales?
  • ¿Cómo se relaciona la psicología financiera con las criptomonedas?

Como va a comprobar el lector, los presentes ensayos son realmente interesantes y pretenden iniciar un verdadero debate académico, pues estoy seguro que los cambios que se avecinan nos van a obligar a cambiar muchos paradigmas y patrones de comportamiento que tenemos no solo en la vida diaria, sino también en el ejercicio profesional, razón por la cual debemos estar preparados. En esa línea, se podrá observar que este texto incluye el análisis de la problemática jurídica derivada del impacto tecnológico (techlaw), así como el impacto de la tecnología en la práctica legal (legaltech). Ambos ámbitos deben diferenciarse, pero a la vez complementarse, para lograr un conocimiento no solo teórico, sino también práctico de este fenómeno.

En tal sentido, quiero agradecer a los autores que aquí participan y que son reconocidos profesores, académicos y abogados, no solo peruanos, sino también europeos y latinoamericanos. A todos ellos quiero expresarles mi mayor gratitud no sin dejar de mencionar que la tecnología ha permitido que podamos tomar contacto y lograr que este proyecto se materialice.

Asimismo, quiero agradecer a la Asociación Civil Themis, conformada por estudiantes de mi alma mater, la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú, pioneros en la innovación, por albergar este proyecto que hoy puede ver la luz. En ese sentido, quiero hacer especial mención a quienes conforman la Comisión de Publicaciones en las personas de Nuria Alessandra Vega Flores, Johanna Mariana Mosqueira Gonzales, Jordi Sardá Paz, Henrry López Javier, Álvaro Luna Victoria Saravia, Carlos Daniel Masnjak Marín, Óscar Lozada Mego, Isabo Hospinal Alcántara, Juan Alberto Liu Sánchez, Rodrigo Román Olarte y, en especial, a Katherin Melissa Flores Minaya. Además, agradecer a Renato Martin Valdizán Cervantes, miembro de la Comisión de Imagen Institucional, que diseñó la portada del presente libro. Todos ellos son brillantes alumnos y futuros abogados de nota, y han colaborado directamente en las distintas etapas por las que este proyecto atravesó.

Estoy seguro que este es solo el inicio de una serie de trabajos que van a ser publicados en nuestro país. A diferencia de otras décadas, hoy vivimos interconectados en distintos niveles, y tenemos acceso a una cantidad de información increíble, razón por la cual no tenemos que esperar para empezar a investigar y producir ensayos sobre temas novedosos que puedan tener un verdadero impacto en la realidad.

Con todo, una pregunta que me asalta -y sobre la que aún no tengo una respuesta, dada su complejidad-, al estudiar el fenómeno tecnológico y su desarrollo en estos tiempos, es la referida a si el Derecho está preparado para hacerle frente. O, dicho en otras palabras, ¿las normas podrán contener o guiar este avance de manera adecuada? ¿Es necesario regular este desarrollo? ¿La ley debe ser un limitante para estas investigaciones? Estas interrogantes son válidas si se tiene en cuenta que, por ejemplo, hace poco se publicó, en Francia[3], una ley que prohíbe el uso de softwares que pueden detectar patrones de conducta en las sentencias dictadas por magistrados, previo análisis de las sentencias que éstos han dictado. Noticias como esta irán en aumento, pues, si bien el desarrollo tecnológico ha traído consigo mucho bienestar, también es verdad que un avance mal llevado puede traer problemas a gran escala. La pregunta que subyace a todo esto es si la ley debe, o no, tener un protagonismo en todo este juego o es que, como en el mercado mismo, su rol debe ser mínimo.

El debate está abierto e invito al lector a formar su propia opinión teniendo en cuenta las diversas posiciones que sobre muchos temas podrá encontrar en este libro.

Lima, 11 de junio de 2019

Jhoel Chipana Catalán

 


[1] Jiménez de Luis, Ángel. “Facebook apaga una inteligencia artificial que había inventado su propio idioma”. Diario El Mundo. Véase aquí.

[2] Cfr. Schwab. La cuarta revolución industrial. Barcelona: Debate, 2016.

[3] Ver Morel, Jorge. “Francia prohíbe el uso de Legaltech para predecir las decisiones de los jueces”. En Consejo General de la Abogacía Española. Véase aquí.

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