La integridad moral es un bien jurídico autónomo, independiente y distinto a otros derechos fundamentales, pues configura un espacio digno de protegerse penalmente al definirse como la inviolabilidad de la persona en su derecho a que se le trate como un ser humano libre y nunca como objeto (España) [STS 7647/2007, f. j. 4]

Fundamento destacado. II: Fundamentos de derecho […] CUARTO: El motivo tercero por infracción de Ley al amparo del art. 849.1 LECrim. por indebida aplicación del art. 173.1 CP. por cuanto en coherencia con los motivos anteriores, el recurrente en la ejecución de los hechos adoleció de la intención necesaria y dolosa de causar dicho ilícito penal y si se apreciara alguna responsabilidad habría que incardinarla en la falta del art. 620.2 CP.

Recordando lo dicho en la sentencia de esta Sala 38/2007 de 31.1:

La integridad moral se configura como una categoría conceptual propia, como un valor de la vida humana independiente del derecho a la vida, a la integridad física, a la libertad en sus diversas manifestaciones o al honor.

No cabe la menor duda que tanto nuestra Constitución como el CP. configuran la integridad moral como una realidad axiológica, propia, autónoma e independiente de aquellos derechos , y tan evidente es así que tanto el art. 173 como el art. 177 del CP. establecen una regla concursal que obliga a castigar separadamente las lesiones a estos bienes de los producidos a la integridad moral. De aquí se deduce también que no todo atentado a la misma, necesariamente, habrá de comportar un atentado a los otros bienes jurídicos, siendo posible imaginar la existencia de comportamientos típicos que únicamente quiebren la integridad moral sin reportar daño alguno a otros bienes personalisimos.

Resulta pues obligado delimitar el concepto penal de integridad moral que, evidentemente, no cabe confundir con el derecho fundamental a la misma. Una primera aproximación podría realizarse desde la idea de la dignidad de la persona (art. 10 CE), pero esta resulta insuficiente porque la dignidad constituye el fundamento ultimo de todos los derechos fundamentales y quizá el propio sistema de garantías y libertades de un Estado de Derecho. El Tribunal Constitucional no fija un concepto preciso de integridad moral pero si puede afirmarse que le otorga un tratamiento autónomo de otras valoraciones, e interpreta un concepto desde la idea de la inviolabilidad de la personalidad humana, es decir, el derecho a ser tratado como persona y no como cosa. Así habla de «sensación de envilecimiento» o de «humillación, vejación e indignidad». La STC 120/90 de 27.6 nos puede servir de paradigma de la posición de dicho Tribunal al decir que el art. 15 CE. garantiza el derecho a la integridad física y moral «mediante el cual se protege la inviolabilidad de la persona no solo contra ataques dirigidos a lesionar su cuerpo o espíritu, sino también contra toda clase de intervención en esos bienes, que carezca del consentimiento del titular», así pues, la inviolabilidad de la persona aparece como idea central en esta materia.

Todas estas consideraciones anteriores ponen de manifiesto que la idea de integridad moral posee un reconocimiento constitucional (art. 15) y jurídico-penal (arts. 173 y 177), que además supone la existencia de un bien jurídico, de un valor humano, con autonomía propia, independiente y distinto de los derechos a la vida, a la integridad física, a la libertad y al honor. Esto es, que la integridad moral configura un espacio propio y por consecuencia necesitado, susceptible y digno de protección penal. Y este espacio o ámbito propio, se define fundamentalmente desde la idea de la inviolabilidad de la personalidad humana en el derecho a ser tratado como uno mismo, como un ser humano libre y nunca como un simple objeto. En este sentido, el Tribunal Constitucional viene vinculando -como ya hemos señalado- la integridad con la inviolabilidad de la persona (SSTC. 120/90, 137/90 y 57/94) y en la doctrina científica se relaciona con los conceptos de «incolumidad e integridad o inviolabilidad personal».[…]


Roj: STS 7647/2007 – ECLI:ES:TS:2007:7647

Id Cendoj: 28079120012007100946
Órgano: Tribunal Supremo. Sala de lo Penal
Sede: Madrid
Sección: 1
Fecha: 28/11/2007
Nº de Recurso: 896/2007
Nº de Resolución: 957/2007
Procedimiento: PENAL – PROCEDIMIENTO ABREVIADO/SUMARIO
Ponente: JUAN RAMON BERDUGO GOMEZ DE LA TORRE
Tipo de Resolución: Sentencia
Resoluciones del caso: SAP, La Coruña, Sección 2ª, 15-02-2007,
STS 7647/2007

SENTENCIA

En la Villa de Madrid, a veintiocho de Noviembre de dos mil siete.

En el recurso de casación quebrantamiento de forma, infracción de precepto constitucional e infracción de Ley que ante Nos pende, interpuesto por Ángel Jesús , contra sentencia dictada por la Audiencia Provincial de A Coruña, Sección Segunda, que condenó al acusado, por un delito contra la integridad moral, una falta de daños y una falta de lesiones; los componentes de la Sala Segunda del Tribunal Supremo que al margen se expresan se han constituido para la deliberación y Fallo, bajo la Presidencia del Primero de los indicados y Ponencia del Excmo. Sr. D. Juan Ramón Berdugo Gómez de la Torre, siendo también parte el Ministerio Fiscal y como parte recurrida Olga representada por el Procurador Sr. Rodriguez Peñamaria, estando dicho recurrente representado por la Procuradora Sra. Bermejo García.

I. ANTECEDENTES

Primero.- El Juzgado de Instrucción número 1 de A Coruña, incoó Procedimiento Abreviado con el número 1 de 2006, contra Ángel Jesús , y una vez concluso lo remitió a la Audiencia Provincial de A Coruña, cuya Sección Primera, con fecha 15 de febrero de 2007, dictó sentencia, que contiene los siguientes:

HECHOS PROBADOS: El día 8 de septiembre de 2005, sobre las 6,42 horas el acusado Ángel Jesús , mayor de edad, sin antecedentes penales, solicitó los servicios de Olga que ejercía la prostitución y se anunciaba a través del diario «La Voz de Galicia», en el cual aparecía un número de contacto al que Ángel Jesús llamó a través de su propio teléfono móvil número NUM000 y ambos concertaron que Olga se trasladase a la CALLE000 , en el Temple (A Coruña) en concreto al piso NUM001 del número NUM002 , lo que así hizo ésta tomando un taxi y al lugar indicado tras bajar del vehículo y hablar con el acusado que se encontraba en la acera esperándola, éste la manifestó que no podían subir a la vivienda porque sus padres le prohibían llevar chicas a casa, por lo que le propuso trasladarse a la localidad de Santa Cristina, lo que ambos hicieron subiendo al mismo autotaxi antes mencionado, del cual descendieron en la rotonda de acceso a Santa Cristina.

[Continúa…]

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