Finalmente, con 129 votos a favor, 125 en contra y una abstención; la Cámara de Diputados de la República Argentina dio el primer paso para concretar la legalización del aborto en el país ríoplatense. El debate duró cerca de 22 horas, y cuando los cálculos de los analistas hacían prever que el proyecto no alcanzaría los votos necesarios para ser aprobado, la tendencia se revirtió y el parlamento quedó, a poco, de marcar un hito en dicho país.
Lea también: La validez constitucional del aborto terapéutico
Sin embargo, aún falta elevar la propuesta al Senado, que podría ratificar o simplemente desvirtuar desvirtuar lo acordado en la Cámara de Diputados. Esta nueva votación se realizaría en septiembre u octubre, según trasciende. Masas de personas se aglomeraron en la sede de legislativo, donde resaltaban los grupos de derechos humanos y miles de mujeres jóvenes, que no pudieron ocultar su satisfacción por lo conseguido. Por otro lado, los opositores al aborto, entre partidos políticos y sectores de la Iglesia, también se hicieron presentes para manifestar su opinión.
En el debate, resaltó el diputado oficialista Fernando Iglesias, quien exhibió un mapamundi y señaló: “En Norteamérica, Asia, Europa, Australia, el aborto es legal o si queremos que se parezca a las partes rojas del planisferio, Latinoamérica y Africa. Son los únicos continentes que prohíben el aborto, donde la desigualdad y la violencia son mayores”. Por otro lado, Estela Regidor encendió la polémica con la siguiente frase: “¿Qué pasa cuando nuestra perrita se nos queda embarazada? No le llevamos al veterinario a que aborte. Salimos a ver a quién le regalamos los perritos”.
Lea también: Lea la sentencia del TC que despenaliza el aborto en tres causales (Chile)
En Latinoamérica, solo Cuba y Uruguay han legalizado el aborto en sus ordenamientos jurídicos. En Argentina, el proyecto se aprobó después de haberse presentado en seis ocasiones. El presidente Mauricio Macri, que no es partidario de la legalización, decidió abrir el debate en febrero y desde ahí se ha mantenido al margen de lo que se decida en sede legislativa. El Senado tiene la última palabra.