Internos del penal Castro Castro leen «El Principito» como parte de su proceso de resocialización

La obra literaria El principito, escrita por el francés Antoine de Saint-Exupéry, sirvió de base y estímulo para que 160 internos del penal Miguel Castro Castro culminaran de revisar sus páginas en la Segunda Maratón de la Lectura 2018, organizada por el Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) y la Red Ayni Perú.

El director del recinto, Luis Martell Bernal, manifestó que se buscó que los internos tuvieran contacto con este libro tan singular, pues no solo está dirigido a los niños sino que contiene mensajes tan profundos para el hombre, y en especial, para aquellos que cumplen reclusión.

Lo que queremos es que más internos se involucren en las tareas de tratamiento que brindamos, a través de la educación. Por más de dos meses los lectores se tomaron el tiempo de leer con tranquilidad El Principito. Participaron 20 internos por pabellón, o sea 240 personas, y no solo eso, sino que la maratón contagió a más reclusos que se unían y escuchaban la lectura pública del texto”, manifestó el funcionario del Inpe.

Virgine Holler, directora de la Red Ayni, estuvo muy satisfecha con la organización de la maratón de la lectura, pues se logró que a cada interno se le donara un ejemplar de la obra la cual fue recibida con mucha emoción, pues para un 90 por ciento era totalmente desconocida.

Un grupo de “abuelitos cuentacuentos” de la Casa de la Cultura apoyó la lectura pública en las seis bibliotecas que funcionan dentro del recinto, lugar donde dos veces a la semana se reunieron los internos participantes.

“Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos” o “Domestícame”, fueron algunas de las frases emblemáticas de El Principito que sirvieron para reflexionar. Muchos internos contaron lo aprendido a sus familiares, incluso compartieron su libro y lo leyeron juntos, lo cual está siendo evaluado por los organizadores como un impacto social positivo de la lectura.

En la rotonda del penal fue colocada una escultura de 2 metros con las figuras de El Principito, la rosa y el zorro, hecho con soldadura en metales reciclados. En el pabellón 5B dibujaron en sus paredes el árbol de Baobas, la boa y el elefante, el cordero, el avión, iconos de la obra, y en el patio se diseñó una enorme alfombra de flores con el niño de la capa y el sable.

Obra de teatro

Más de 20 internos participaron en el montaje basado en la obra El principito en sus dos versiones: español y francés. José Mancha, de la red Ayni, fue el director teatral que por 6 meses ayudó a que el elenco mostrara realmente un buen espectáculo.

El escenario, sonido, vestuario y maquillaje fue el resultado del trabajo esforzado de los reclusos. Las luces fueron prestadas por la Pontificia Universidad Católica del Perú en estas presentaciones ante las autoridades, familiares e invitados especiales.

Se unieron a la maratón de la lectura el taller de cerámica con la elaboración de platos, tazas y figuras del personaje. Asimismo, el taller de panadería horneó panetones de El principito, así como cupcakes muy coloridos y deliciosos.

Según las autoridades del penal, la maratón de la lectura es un buen ejemplo y práctica desarrollado en el penal Miguel Castro Castro. Se espera replicar en otros recintos de Lima con la participación de más internos.

Fuente: Andina

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