¿Qué es la toxicología forense y cuál es su importancia?

27437

Sumario: 1. Definición de toxicología forense; 2. ¿Cuándo una dosis es letal?; 3. ¿Intoxicación o abuso de sustancia?; 4. ¿Qué es tóxico o venenoso?; 5. ¿Cómo diagnosticar envenenamientos?; 6. Métodos de análisis de alcoholemia; 6.1. ¿Qué es el método Widmark?; 7. Precauciones al examinar muestras biológicas; 8. Entrevista al perito toxicológico Javier Churango Valdez.


1. Definición de toxicología forense

La toxicología es una disciplina que estudia los efectos adversos sobre el organismo causados por sustancias exógenas, así como los síntomas, mecanismos y tratamien­tos de las intoxicaciones por drogas, venenos o fármacos. En consecuencia, la toxicología forense aplica estas nociones en situaciones que asumen o pueden asumir importancia judicial, para establecer el nexo causal entre la presencia de un veneno u otra sustancia de interés toxicológico y un daño a la salud o la muerte de una persona[1].

En este contexto, es importante señalar las diferencias entre el papel del toxicólogo forense, quien será el que tenga el encargo de analizar las sustancias potencialmen­te tóxicas, y el del médico legal, quien se limitará a la toma de muestras y el análisis del lugar.

El toxicólogo forense determina la naturaleza de la sustancia, dosis y distribución en los órganos, mientras el médico legal provee de las sustancias útiles que el toxicólogo analizará.

2. ¿Cuándo es letal una dosis?

Todo fármaco tiene una dosis terapéutica, tóxica y letal. Estas dosis se calculan en atención al peso, la talla y la edad. Sin embargo, es importante considerar la clasificación de las dosis o formas de uso de los fármacos[2]:

      • Uso nocivo: Patrón de uso de sustancias psicoactivas que producen daños en la salud. Este daño puede ser físico o mental.
      • Uso peligroso: Patrón de uso de sustancias psicoactivas que incrementan el riesgo de consecuencias nocivas para el usuario.

3. ¿Intoxicación o abuso de sustancia?

La intoxicación es la condición que sucede al administrar una droga psicoactiva que produce perturbaciones a nivel de conciencia, cognitivo, perceptivo, afectivo o conductual u otras funciones y reacciones psicológicas. Estas perturbaciones se relacionan con los efectos farmacológicos agudos de la sustancia y las reacciones aprendidas por esta; además, se resuelven con el tiempo, con recuperación completa, excepto si hay daños en tejidos u otras complicaciones. Las complicaciones pueden inducir traumas, broncoaspiraciones, delirios, comas y convulsiones, etc. La naturaleza de estas complicaciones depende de la clase farmacológica de la sustancia y de su vía de administración.

En cambio, el abuso de sustancia es un patrón de adaptación al uso de la sustancia que produce perturbaciones o limitaciones clínicamente significativas, que se manifiestan por uno o más de los siguientes indicadores: no poder cumplir con las principales obligaciones en el hogar, la escuela o el trabajo, uso de sustancias en situaciones físicamente peligrosas, problemas legales recurrentes relacionados con la sustancia, uso continuado de la  sustancia, a pesar de padecer problemas sociales o interpersonales persistentes o recurrentes, exacerbados por los efectos de la sustancia.

4. ¿Qué es tóxico o venenoso?

Ambos términos refieren a compuestos químicos introducidos en el organismo y causan efectos dañinos, incluso la muerte. Estas son sus diferencias:

a) Sustancia venenosa

Para que una sustancia química pueda considerarse venenosa, debe tomarse en dosis y de manera que produzca un efecto nocivo en los tejidos y órganos.

b) Sustancia tóxica

El efecto tóxico normalmente se determina por diferentes factores. Uno de los factores principales a tener en cuenta es la dosis letal. El índice de toxicidad está generalmente compuesto por la DL50, la dosis letal mediana. Este indica­dor precisa si la dosis de la sustancia analizada ha sido letal para el 50 % de los animales de laboratorio tratados con ese tóxico.

5. ¿Cómo diagnosticar envenenamientos?

Para el diagnóstico de envenenamiento deben aplicarse tres criterios fundamen­tales[3]:

a) Criterio de anamnesis clínica

Se recopila información sobre las circunstancias, los lugares y las posibles situaciones de intoxicación. Durante el examen objetivo, por ejemplo, es posible que se sienta el olor de las sustancias a nivel de las membranas mucosas, el aliento o los vómitos (como en el caso del alcohol o del cianuro, que desprenderá un olor a almendras amargas). En caso de envenenamiento corrosivo, por ejemplo, se identificarán abrasiones en la zona de la boca con la formación de burbujas y corrosión en el área de contacto.

b) Criterio anatomopatológico

Los hallazgos anatomopatológicos pueden indicar dos orientaciones:

  • Excluir el envenenamiento si la causa de la muerte no podría ser atribuida a veneno alguno (rotura de aneurisma, infarto, apoplejía masiva o tromboembolismo pulmonar, por ejemplo).
  • Confirmar el envenenamiento cuando las lesiones anatómicas encontradas son características de la sintomatología clínica de envenenamiento por sustancias y los resultados del análisis químico así lo confirman. Por ejemplo, se sentirán olores particulares (a amoniaco) durante la apertura del cadáver o se podrá observar enrojecimiento color cereza de los tejidos y músculos en las intoxicaciones por monóxido de carbono.

c) Criterio químico toxicológico

Se identifica la sustancia específica en los vasos sanguíneos, en la sangre o en la orina, en contraste con la naturaleza de los signos clínicos y anatomopatológicos encontrados. Cuando exista una sospecha, puede buscarse específicamente una sustancia en particular y puede evaluarse la cantidad de esta sustancia en el cuerpo.

Las sustancias de abuso que producen estas intoxicaciones son los opiáceos, la cocaína, las drogas de diseño o síntesis, los cannabinoides, el LSD y las drogas psicodélicas, inhalantes o el alcohol.

6. Métodos de análisis de alcoholemia

Los análisis de control de alcoholemia y otras sustancias de abuso se realizan tras tener lugar algún hecho ilícito. Así, es posible verificar si el sujeto involucrado está o estaba bajo el efecto de sustancias. Se suelen aplicar en casos de accidentes de tránsito, accidentes laborales y delitos contra la persona.

En el Perú, el grado alcohólico máximo permitido a los conductores de vehículos particulares y peatones que sean intervenidos por la autoridad se establece en 0,50 gramos de alcohol por litro de sangre, lo cual equivale al consumo de 3 vasos de cerveza o a 2 copas de vino. Así lo establece el art. 307 del Decreto Supremo 016-2009-MTC.

Sin embargo, los conductores de vehículos destinados al servicio público no deben exceder los 0,25 gramos de alcohol por litro de sangre. Los análisis de screening se suelen llevar a cabo con muestras de orina, san­gre, saliva y eventualmente cabello. Estos incluyen:

  • Análisis inmunoquímico: Las investigaciones inmunoquímicas se pueden lle­var a cabo en el mismo lugar de los hechos y permiten la valoración de la orina en pocos segundos. La sustancia estupefaciente eventualmente presente se liga a un anticuerpo marcado presente en el dispositivo. En caso de presencia de sustancia se colorea la única tira de control, mientras que en caso de ausencia, también una segunda tira.
  • Análisis inmunoenzimático: La técnica inmunoenzimática, en cambio, no evidencia una sola sustancia, pero sí un grupo de moléculas. Los análisis de confirmación son espectroscópicos/fotométricos.

6.1. ¿Qué es el método Widmark?

El método Widmark (Co = Ct + B*T) es ampliamente utilizado con fines forenses, principalmente se aplica para estimar la cantidad de bebida alcohólica ingerida a partir del conocimiento de la concentración etílica en la sangre.

Co: concentración de alcohol en el momento del hecho judicial

Ct: concentración durante la toma de muestras

B: coeficiente de etilooxidación en varones (0.025) y mujeres (0.026)

T: tiempo (expresado en minutos)

Cabe aclarar que la fórmula o método de Widmark no se aplica en cadáveres, solo en personas vivas. Además, esta fórmula no se aplica después de las seis horas, pues el resultado no produce confiabilidad al superar ese rango horario.

7. Precauciones al examinar muestras biológicas

Existen precauciones básicas que deben observarse en un laboratorio que trabaja con muestras biológicas. Estas se refieren al cuidado en la conservación de las muestras, con la finalidad de evitar contagios de enfermedades por parte del operador, y a su
descarte. Entre ellas podemos mencionar[4]:

  • Cuidar que todos los recipientes que contienen muestras biológicas sean de materiales resistentes, posean cierre hermético, no presenten pérdidas o salpicaduras y se almacenen en lugares seguros.
  • Todos los elementos (envases, materiales descartables, algodones, papeles absorbentes, jeringas, guantes, etc.) que de alguna manera estuvieron en contacto con muestras biológicas deben descartarse en bolsas rojas. Dichas bolsas, una vez completas, deben colocarse en una bolsa roja más grande, la cual estará debidamente identificada y se almacenará en lugares seguros. La disposición final la debe llevar a cabo una empresa encargada.
    • Las muestras biológicas ya procesadas deben descartarse en lavandina.
    • Las muestras de orina ya procesadas pueden eliminarse sin tratamiento previo.
    • Los operadores deben recibir las vacunas de la hepatitis A y B.

Un caso notable de envenamiento 

En 2006, Alexander Litvinenko, un exespía ruso, fue asesinado por envenenamiento con polonio 210 (un agente químico radiactivo), aparentemente administrado en una taza de té. Este elemento químico es altamente tóxico y representa un severo riesgo para los toxicólogos, pues los expone a peligrosos niveles de radiación.

Para evitar accidentes similares, es importante tener los cuidados respectivos al examinar muestras que contienen restos de elementos químicos tóxicos (como el plutonio, el arsénico u otros), pues estos merman la salud de las personas y contaminan a quienes interactúan con los intoxicados.

8. Entrevista al perito toxicológico Javier Churango Valdez sobre venenos letales


Las ediciones de nuestro programa Crimiadictos  muestran a todos nuestros invitados (criminalistas, peritos balísticos, dactiloscópicos, criminólogos, médicos forenses, entre otros) aplicando sus métodos de investigación mediante la reproducción de los procedimientos ejecutados en la escena del crimen: someten muestras de sangre a pruebas de luminol, extraen huellas dactilares empleando los reactivos químicos, enseñan a identificar proyectiles de arma de fuego, cómo inspeccionarlos y preservarlos, etc.
En la primera edición, el doctor José Luis Pacheco de la Cruz explicó cómo examinar huellas dactilares y manchas de sangre, qué lesiones producen las balas al perforar un cráneo humano y cómo identificar los orificios de entrada o salida del proyectil.
La segunda edición contó con la presencia del perito balístico Omar Santome Retes, quien enseñó cómo examinar armas de fuego en la escena del crimen, qué ocurre al interior de un arma de fuego al disparar y cómo clasificarlas.
La tercera edición contó con la presencia del perito dactiloscópico José Vásquez Calderón, quien practicó el examen de huellas dactilares en la escena del crimen y narró diversas experiencias que tuvo que afrontar al resolver crímenes violentos.
En la cuarta edición, el perito informático André Loyola enseñó cómo operan los ciberdelincuentes para sustraer millones de soles, cómo evitar ser víctima de ellos y cómo investigarlos desde la informática forense.
En la quinta edición, nos visitó Teobaldo Aguilar Lequerica, quien examinó residuos de disparos producidos por pistolas y revólveres.
En la sexta edición, el perito en odontología forense Gustavo Martínez Salinas explicó cómo examinar huellas de mordeduras para resolver crímenes violentos.
En la sétima edición, el perito en grafotecnia Winston F. Aquije Saavedra enseñó a detectar billetes y firmas falsas para evitar ser víctimas de fraudes.
En la octava edición, la perito en odontología forense Milagros Umeres explicó cómo reconstruir un rostro para identificar a personas carbonizadas o no reconocidas.
En la novena edición, el perito grafotécnico forense José Carrión Cabrera nos mostró cómo los delincuentes falsifican huellas dactilares, asimismo, relató su experiencia como perito en el caso Ciro Castilo.
En la décima edición, el perito criminalístico Andy Félix Cabrera explicó cómo investigar delitos sexuales y otros crímenes violentos: estrangulamientos, ahorcamientos.
En la decimoprimera edición, José Luis Pacheco de la Cruz, perito en medicina legal y criminalística, detalló el procedimiento de una necropsia.
En la decimosegunda edición, el perito en biología forense Jorge Hau Camoretti explicó la importancia de las pruebas de ADN en la resolución de crímenes violentos.

[1] Gordo Alarcón, Xenia; Soria Verde, Miguel Ángel y otros. Criminología, criminalística e investigación. Bogotá: Grupo Editorial Latinoamericano, 2018, p. 532.

[2] Peña J. A.; Bustos Saldaña R. y González Ruelas M. «Sustancias de abuso más frecuentes en México: aspectos médico-legales». Gaceta Internacional de Ciencias Forenses, núm. 32, (2019), p. 13. Disponible en https://www.uv.es/gicf/3R1_Penya_GICF_32.pdf

[3] Gordo Alarcón, Xenia; Soria Verde, Miguel Ángel y otros. Op. cit., p. 533.

[4] Giannuzzi, Leda y Ferrari, Luis Alberto. Manual de técnicas analíticas en el laboratorio de toxicología y química forense. Buenos Aires: Praia, p. 9. Disponible en http://cqfp.pe/wp-content/uploads/pdf/toxicologia_may_2019/Manual_Toxicologia_editado_oct_2006_Luis_Ferrari.pdf

Comentarios:
Periodista experto en judiciales y marketing jurídico, capacitador en derecho penal y constitucional, en materias de libertades comunicativas y protección de datos personales. Maestrante en comunicación transmedia por la Universidad de la Rioja (España), con estudios en la MIU City University Miami y la Universidad de Buenos Aires. Creador y director de «Se Corre Traslado», «La pepa legal», «La vida del litigante» y «Crimiadictos», producciones transmitidas a través de LP-Pasión por el Derecho.