Siete clásicos de la literatura que te harán mejor abogado

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La literatura es un complemento esencial del derecho, que dota a la materia de una sensibilidad que nunca debería ser ajena al accionar jurídico de los abogados.

En Juris.pe lo sabemos muy bien y por eso la promovemos en diversas formas. En esta ocasión estamos ante un listado que recoge a grandes clásicos de la literatura que pueden alimentar el alma de todo hombre o mujer de leyes.

Desde piezas que han remodelado la cultura popular hasta obras literarias que son alabadas por su complejidad. En resumen, siete clásicos de la literatura te harán mejor abogado.

Y si tu favorito no está aquí o sientes que hay otros clásicos más evidentes ligados al derecho, te invitamos a revisar otros posts sobre el tema como este o este, o dejar tu recomendación en los comentarios.

1. Ulises de James Joyce (1920)

Todos los que aparentan ser eruditos han dicho que han leído Ulises. Y los que quieren presumir de ser superiores intelectualmente afirman que es una obra fácil de entender. Así que lo mejor es explorar directamente esta obra de culto y sacar nuestras propias conclusiones.

Vayamos por partes. Ulises es el relato del paso por Dublín de Leopold Bloom y Stephen Dedalus, posibles álter ego del autor. Esta novela establece paralelismos con la Odisea de Homero, desde el nombre del libro hasta el rol de sus personajes. En ese sentido, Dedalus vendría a ser Telémaco y Bloom, el legendario héroe protagonista.

Lo que ha hecho especial a este libro es su complejo uso de la sátira, la intertextualidad, los palabros, los latinajos y un sinfín de figuras retóricas para construir una historia cuyo objetivo no es la lógica. «Un museo del impresionismo abstracto», como algunos lo califican. Y una cita imperdible si estás buscando enriquecer tu análisis de la realidad y la literatura.

2. Dune de Frank Herbert (1965)

Si has visto cualquier película de ciencia ficción en los últimos años, conoces superficialmente el mundo de Dune creado por Frank Herbert. Probablemente, la mejor obra de ciencia ficción de la historia.

Es una epopeya bélica y política sobre la traición de un hijo a su padre en tiempos de guerra. El contexto espacial la puede hacer distante para muchos lectores, pero enamorará a aquellos que estén buscando comprender una historia fascinante que pronto llegará al cine de la mano del director Denis Villeneuve.

Las aventuras de Paul Atreides han conquistado a generaciones de lectores y, si bien nunca se masificó en nuestro país, eso no reduce la espectacular calidad de una prosa que no descuida la conversación humanista en su propuesta.

3. Jane Eyre de Charlotte Brontë (1847)

Definir a Jane Eyre como una novela romántica debe ser uno de los peores errores que se cometen en el mundo de la conversación literaria. Es una forma demasiado reductora de navegar alrededor de esta propuesta.

Aquí conocemos la historia de una joven que, tras quedar huérfana de ambos padres, es acogida por su tío. Pero este muere prematuramente, y ella queda a cargo de una tía abusiva. Esto la pone en una situación muy delicada al ser menospreciada y vilipendiada continuamente tanto por su tía como por sus primas.

Su lectura, en el 2021, es de vital importancia para entender el crecimiento del rol de la mujer en las sociedades actuales y que algunos conflictos no desaparecen ni aunque pasen 200 años.

4. El guardián entre el centeno de J. D. Salinger (1951)

Hay motivos más allá de los literarios para entender el mito alrededor de El guardián entre el centeno. Por ejemplo, cuando Mark Chapman fue apresado llevaba un libro al que se aferraba, en el cual aparecía escrita la frase: «Esta es mi declaración».

The Catcher in the Rye —título original de esta obra—​ provocó numerosas controversias por su lenguaje provocador y por retratar sin censura la sexualidad y la violencia que se vive en la adolescencia. Todo a través de Holden Caulfield, un joven de 16 años que acaba de ser expulsado del colegio.

El guardián entre el centeno es la novela de culto por antonomasia. Y como tal, genera divisiones y comentarios que van más allá de lo narrativo. Para muchos, es un tributo a lo masculino, al miedo a la madurez y al pánico a abandonar la zona de confort de la infancia. Para otros, es una pieza más real que la propia vida, pero que no deja de ser solo divertida, corta y atemporal. Aun así, los lectores de esta página encontrarán elementos importantes por destacar, como la ilegalidad en la vida de un marginado y el significado de la justicia para aquellos que viven fuera del radar.

5. La Celestina de Fernando de Rojas (1499)

Han pasado 500 años y La Celestina sigue siendo una de las obras más vigentes de la historia. Para muchos, es la pieza literaria más significativa y relevante del siglo XV ya que refleja la crisis de los valores y el materialismo que caracterizaba a la sociedad del Prerrenacimiento. Características que muchos dirían que siguen siendo claves en el día a día del 2021.

La Celestina es la «historia de amor» de Calisto y Melibea. Para los ajenos a la historia, habrá que subrayar que esas comillas no están de más. Celestina es una vieja alcahueta a la que acude Calisto ante el rechazo inicial de la joven. Aquella consigue que esta se rinda y que su amor se consume. Ella cobra un alto precio por su trabajo y, cegada por la codicia, no quiere compartirlo con sus criados, quienes la asesinan.

Más allá de la evidente trama criminal y jurídica que se entiende en una primera lectura, tenemos una reflexión sobre las libertades de la mujer. Una charla que sigue vigente en medio de todo el debate de la conquista de los talibanes o, sin ir muy lejos, los casos de feminicidio que se producen en el Perú.

6. Pedro Páramo de Juan Rulfo (1955)

La búsqueda del padre es un tópico que se ha revisado en demasiadas oportunidades en la literatura. Precisamente, La distancia que nos separa es el ejemplo peruano más cercano en estos momentos. Pero el caso más formidable en esta gama de historias es Pedro Páramo.

Ambientada en Comala, México, Pedro Páramo responde al nombre del padre que Juan Preciado llegó buscando a un lugar caracterizado por ser demasiado silencioso e, incluso, mágico. O realistamente mágico, siendo fieles a los términos literarios.

Estamos ante uno de los libros latinoamericanos más vendidos de la historia y que es, a su vez, la crónica de una época, la de los años posteriores a la Revolución mexicana. La discusión sobre el derecho familiar es evidente, pero el viaje alrededor del alma de un niño eterno que persigue una figura ausente hasta el inframundo es conmovedora. Y, a veces, los amantes de la ley necesitan esos diálogos.

7. Cien años de soledad de Gabriel García Márquez (1967)

¿Qué podemos decir de Gabriel García Márquez que no se haya dicho antes? O sobre su trabajo o de obras como Cien años de soledad.

En un detallado —y hermoso, si se permite la expresión poco académica— trabajo de creación, el autor colombiano narra la historia de siete generaciones de la familia Buendía, familia condenada a la soledad. Lo hace a través de un circuito de escenarios políticos, sociales, económicos y jurídicos que la vuelven fundamental para cualquier profesional. Pero un abogado debería revisar esta obra para maravillarse del poder de un prosa inigualable.




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