Circula por distintas plataformas el voto singular del magistrado del Tribunal Constitucional, Gustavo Gutiérrez Ticse, donde critica que los exponentes del derecho penal “hayan guardado silencio frente a las contrarreformas hechas al Código Penal, que incluyen penas sobredimensionadas, incoherencias en la proporcionalidad de la sanción de ciertos delitos comparados con otros, deficiencias en el régimen resocializador, entre otras”.
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En el tramo final de su voto, que lleva por subtítulo “El deber de los penalistas de orientar la doctrina y la jurisprudencia dentro de un marco humanista”, el magistrado cuestiona duramente que nuestros actuales juristas (en materia penal) “únicamente se limitan a hacer una “exégesis” del Derecho positivo, repitiendo simplemente las palabras de la ley, las sentencias judiciales, o glosas de Acuerdos Plenarios. Se ha instalado una suerte de “Civilización del espectáculo”, que confunde el Derecho con la retórica; los Tribunales por los sets de televisión; la justicia por el ajusticiamiento”.
A continuación, transcribimos sus palabras:
El deber de los penalistas de orientar la doctrina y la jurisprudencia dentro de un marco humanista
16. Llama la atención que, en los últimos años, los exponentes del Derecho Penal en el Perú hayan guardado silencio frente a las contrareformas[sic] hechas al Código Penal, que incluyen penas sobredimensionadas, incoherencias en la proporcionalidad de la sanción de ciertos delitos comparados con otros, deficiencias en el régimen resocializador, entre otras.
17. Los “juristas” actuales únicamente se limitan a hacer una “exégesis” del Derecho positivo, repitiendo simplemente las palabras de la ley, las sentencias judiciales, o glosas de Acuerdos Plenarios. Se ha instalado una suerte de “Civilización del espectáculo”, que confunde el Derecho con la retórica; los Tribunales por los sets de televisión; la justicia por el ajusticiamiento. En el pasado, la cultura fue una especie de conciencia que impedía dar la espalda a la realidad. Ahora, actúa como un mecanismo de distracción y entretenimiento (Vargas Llosa). Tal como lo dijera el conocido compositor Enrique Santos Discépolo, “Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor. Ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador. Todo es igual, nada es mejor. Lo mismo un burro que un gran profesor. No hay aplazados ni escalafón, los inmorales nos han igualado. Si uno vive en la impostura y otro roba en su ambición, da lo mismo que sea cura, colchonero, rey de bastos, caradura o polizón”(28).
18. Es común ver que los operadores del Derecho penal no asumen una posición creativa o de crítica constructiva, respecto a una legislación punitiva plagada de populismo penal; y, por eso mismo, divorciada de nuestras necesidades sociales y, de un punto de orientación legislativa, sobre todo, en relación a dos instituciones penales como la “reincidencia” y la “habitualidad” que siempre han sido acusadas de inconstitucionales.
19. Como planteó Zaffaroni, “Una persona que ha sido condenada por un delito y ha cumplido la pena, no puede volver a ser penada por el mismo delito. Si al cometer luego un nuevo delito se le agrava la pena, esa mayor pena no es por el segundo delito, sino por el primero. Esta es la objeción constitucional que nunca nadie pudo levantar”(29). A lo que debe agregarse como colofón que por mandato del art. 139, inc. 13, de nuestra Constitución, nadie puede ser procesado dos veces por el mismo delito (ne bis in idem).
Para acceder al voto completo clic aquí.
28 Letra del tango argentino “Cambalache”. Puede consultarse en: https://www.letras.com/carlos-gardel/406210/
29 Entrevista disponible en: https://www.infobae.com/2012/12/08/685620-parazaffaroni-penar-la-reincidencia-va-contra-la-constitucion/