Los libros son la compañía perfecta para todo abogado o estudiante de derecho. Pero hay algunos que son de lectura obligatoria en determinadas materias.
Por eso, hemos realizado una lista de siete libros fundamentales que todo penalista, o quien aspire a serlo, debería leer.
1. Tratado de los delitos y de las penas de Cesar Beccaria (1976)
Para comprender el legado de este libro debemos primero ubicarnos en contexto. El proceso penal de su tiempo era inquisitivo y se caracterizaba por la acusación secreta, el procedimiento escrito, y la ausencia del contradictorio.
La condición procesal del reo era paupérrima. Cero garantías y escasos recursos defensivos frente a un sistema de pruebas legales y presunciones elásticas que permitían probar casi cualquier acusación contra el acusado. A partir de estas ideas, se forjó una publicación que cambió la historia del derecho penal.
2. Vigilar y castigar de Michel Foucalt (1975)
Estamos ante uno de los textos más particulares de esta lista. Vigilar y Castigar es la obra escrita por el pensador francés postmoderno Michel Foucault y publicada en 1975.
Esta obra, a través de un estudio del derecho penal, y concretamente del régimen penitenciario del siglo XVIII hasta el siglo XIX, estudia la presencia de las relaciones de poder, las tecnologías de control, y la microfísica del poder presentes en nuestra sociedad. Todo a través de la prosa hipnótica de Foucault.
3. Derecho penal del enemigo de Gunther Jakobs (2003)
En este texto, Jakobs explica que hay individuos que, porque son considerados como enemigos de la sociedad, no tienen todas las protecciones penales y procedimientos penales que se dan a otras personas.
Una de las principales ideas de este libro es que es necesario distinguir entre delincuentes que han cometido un error y aquellos que pueden destruir el ordenamiento jurídico. Los primeros son personas y deben ser tratados como tales, pues ofrecen garantía cognitiva suficiente de un comportamiento personal.
4. Tratado de derecho penal de Franz von Listz (1881)
Este tratado reúne en tres tomos una perfecta exposición sobre el Derecho penal que aún se considera vigente en varios aspecto.
El primer tomo explora los orígenes de la materia, contextualizándolo en la Edad Media. El segundo volumen se centra en las fuentes del Derecho penal español con un análisis de la función social de la pena. Por último, el tercer tomo se centra en las formas del delito y la pena.
5. Esquema del derecho penal de Ernst von Beling (1944)
Según el propio Beling, este texto es la “comprobación de la viva necesidad que los estudiantes tienen no solo de que se les introduzca en el curso teórico de las lecciones del Derecho Penal, sino en poseer la silueta esencial de la materia”.
Y el texto es, sin duda, fascinante. Desde su exploración del concepto de la pena según el derecho alemán vigente, que fascinará al más apasionado estudiante de derecho, hasta su mirada de formación histórica del sistema penal vigente entonces, algo que apasionará también a los amantes de las humanidades.
6. La teoría del delito en la discusión actual de Claus Roxin (2007)
Un libro que destaca, según los entendidos en esta rama, por proponer una discusión de la dogmática penal de manera sencilla, didáctica y con ideas actualizadas del penalista alemán.
En este texto, Roxin expone sus ideas de forma ilustrativa, sin perder la oportunidad de traer al frente de la conversación a autores de su nacionalidad o extranjeros. Conversa sobre el derecho penal revisando los aportes de terceros y resaltando los consensos que encuentra en el camino.
7. Manual de derecho penal de Eugenio Raul Zaffaroni (1977)
En esta publicación, Zaffaroni busca acabar con algunos puntos que la gente supone del derecho penal, incluso los propios estudiantes de derecho que llegan con más conocimientos que el ciudadano promedio.
En sus propias palabras, busca quitarle a la gente esa “carga que en el imaginario social cotidiano evoca su sola mención, alimentada por los discursos de los medios masivos y por la comunicación de entretenimientos”. El renombrado autor defiende que el derecho penal es mucho más que la mirada jurídica de crímenes horrendos o de lo peor de la crueldad humana. Y logra dejar en claro su punto.