Las parejas smart: objetivos smart

La primera vez que escuché la palabra smart fue cuando decidí comprarme un celular moderno. Eso ocurrió hace 9 años. Mi recordado Samsung Galaxy S2 que me acompañó por mucho tiempo. Debido a que la tecnología avanza a pasos agigantados lo tuve que cambiar por otro, ya que deseaba más propiedades, funciones y aplicaciones.

Luego, la segunda vez que la escuché fue hace una semana, en una transmisión en vivo donde disertó el economista Alejandro Romero, a quien conocí desde muy pequeño. Alejandro mencionó en esta conferencia el término objetivos smart, objetivos que deben ser específicos, mensurables, alcanzables, relevantes y temporales. Son metas concretas que permiten analizar el desempeño de nuestros esfuerzos, ya sea en marketing o en cualquier área de una empresa que requiera ordenar y medir su trabajo de manera sistemática.

Smart[1] es un acrónimo que hace referencia a cada una de las características que debe tener una buena meta. Así, un objetivo smart es: specific (específico), mensurable (medible), achievable (alcanzable), relevant (relevante) y timely (temporal).

Al terminar la conferencia le hice una pregunta al ser yo una especialista en derecho de familia y tener como preocupación las relaciones interpersonales entre los miembros de una familia, en especial la pareja fundacional: ¿se podría aplicar este concepto de objetivos smart a un determinado tipo de parejas que comparten este tipo de objetivos, y poder calificarlas y considerarlas como parejas smart?

Me respondió que sí. Entonces, me puse a investigar si existía alguna información sobre este tipo de parejas. Grata fue mi sorpresa cuando encontré el blog de Aga Costa, nacida en Polonia y que hoy vive en Canarias, de donde es su esposo. Aga estudió Ciencias Familiares y Terapia Familiar, participó en varios proyectos de inversión familiar para finalmente decidir que no iba a ser ni consultora ni terapeuta. En cambio, se propuso como objetivo animar, inspirar y acompañar a aquellas parejas que quieran transformar su buena relación en una incluso mejor. Ella menciona las diferencias entre todas las parejas y las llamadas parejas smart (para leer la página donde se encuentra el siguiente texto, clic aquí):

1. Parejas no felices y no duraderas

No hay afecto ni compromiso. Ellos mismos se consideran ya un caso perdido, no dedican esfuerzos ni hacen nada para arreglar su situación de pareja. Terminan separándose.

2. Parejas no felices, pero duraderas

No hay afecto, pero hay compromiso. Esta categoría abarca a muchas parejas. Seguro que conoces a alguna con este perfil. Mirándolas te preguntas: ¿por qué están juntos? No hay pasión entre ellos, algunos apenas se soportan, otros viven como amigos.

El denominador común es que no hay afecto, o muy poco, y parecen más dos compañeros de piso que una pareja. Viven en la misma casa, pero llevan vidas separadas. Unos se llevan como el perro y el gato, otros se han acostumbrado y simplemente no esperan nada más de su relación. Muy a menudo estas personas han concentrado toda su atención en sus hijos y se han olvidado de ser pareja. Lo que les hace seguir juntos es la fuerza de su compromiso, los niños o la costumbre. En la generación de nuestros padres o nuestros abuelos no faltan ejemplos, no se divorciaban porque no estaba bien visto, pero tampoco estaban del todo contentos y, finalmente, se conformaban con una relación mediocre.

En mi entorno veo parejas así y algunas funcionan de verdad muy bien a nivel organizativo. Tienen niños, un negocio común, se sirven mutuamente, pero descuidaron la chispa de la pasión hace ya mucho tiempo. No los he visto besarse, abrazarse o hablarse cariñosamente. Tienen respeto uno para el otro, pero no sé si por dentro son felices, algunas veces lo dudo. Estoy segura de que muchas parejas que se identifican con esta categoría podrían transformar su relación.

3. Parejas felices, pero no duraderas

Hay afecto, pero no hay compromiso. Estas parejas no tienen cimientos sólidos, se guían principalmente por las emociones, de momento los dos están enamorados, pero cuando venga una crisis, tal vez no la superen. Consideran que su relación está bien, por eso descuidan su desarrollo y no están atentos a los pequeños detalles que, potencialmente, podrían alejarlos. Parece que su relación se mantiene sola y no requiere ningún esfuerzo, parece que ellos no tienen nada nuevo que aprender o mejorar en su relación, parece que todo va bien. Parece…

4. Parejas felices y duraderas

Hay afecto y compromiso. Se les llama parejas smart. Son parejas que invierten en su relación, la cuidan, hacen trabajos de mantenimiento, son proactivas y buscan mejoras antes de tener problemas más graves. Este grupo se caracteriza por un continuo desarrollo. ¿Por qué entonces se llaman pareja smart? Porque ellos son conscientes de que pueden cambiar de categoría en cualquier momento, saben que una relación no permanece buena para siempre y saben que la de ellos requiere de un esfuerzo diario, aun cuando todo va bien. Son conscientes de que, incluso las mejores parejas, si dejan de cuidar de su relación, cambian de categoría. Su actitud se caracteriza, principalmente, por dos cosas:

      • La mentalidad de desarrollo

Una pareja smart está en continuo progreso y actúa como si su relación fuera una empresa. Cuando todo va bien invierte una parte de su tiempo y energía en desarrollarse, mejorar las estrategias, aprender nuevos métodos y crecer juntos. Aprovechan el periodo de las “vacas gordas” para prepararse ante posibles problemas venideros. No permiten despistarse o conformarse porque “todo va bien”. ¡Esta es una actitud smart! Si te fijas en las empresas más exitosas, verás que están constantemente innovando, adaptando sus servicios o productos y buscando maneras de hacer que su negocio crezca. No asumen que nada podrá cambiar su posición. Para una pareja smart esto significa que cuando están satisfechos de su relación, aprovechan para mejorar la comunicación, conocerse de una manera más íntima, trabajar los temas que causan o pueden causar conflictos. Siempre intentan mejorar y fortalecer su vínculo.

      • Asumen la responsabilidad por el estado de su relación

En lugar de concentrarse en las imperfecciones del otro o su actitud, cada uno se concentra en lo que él puede aportar a la relación. En una pareja smart, en lugar de esperar a que el otro haga algo, cada uno se preguntan frecuentemente a sí mismo: ¿qué puedo hacer yo para enriquecer nuestra relación?, ¿cómo yo puedo ser mejor esposo o mejor esposa?, ¿cómo puedo amar mejor a mi pareja?[2]

Ahora, al aplicar los conceptos de objetivos smart a los objetivos de una relación de pareja con el método smart resulta lo siguiente:

Ser específico: Debemos ser específicos al momento de plantear nuestras expectativas de la vida en pareja, de esa forma la otra persona sabrá con exactitud a que es lo que deseamos. Por ejemplo, se puede establecer que se desea tener dos hijos únicamente.

Poder medir: Necesitamos poder medir los resultados de las tareas propuestas, con el fin de hacer cambios o conocer el avance de las mismas. Por ejemplo, si alguno de los dos se ha dado a la tarea de hacer la cena dos veces por semana podremos saber si lo cumple o no ya que tenemos indicadores claros de su aporte en casa.

Ser realista: Has escuchado la frase «pon tus sueños en el cielo con los pies en la tierra». Cada pareja debe estar clara sobre cuáles son sus posibilidades económicas para poder definir cuál es su plan de vida en relación a las cosas materiales. Se debe ser realista con el logro de ellas para sentir que van creciendo y logrando metas. Por ejemplo, saber qué tipo de casa, carro o viajes pueden pagar. Esto ayudará a que la relación de pareja no se vea afectada por temas de dinero que no está de más mencionar que es uno de los principales problemas en la mejora de las relaciones de pareja.

Que sea alcanzable: Todos queremos las cosas perfectas pero la realidad es que no podemos controlarlo todo, tenemos que ponernos metas como pareja que sean alcanzables. No podemos decir que en un año habremos viajado por todo el mundo si uno de los dos no tiene trabajo (aunque pueden haber sus excepciones), pero pretender hacer ese viaje no es realista, y si esperamos que se lleve a cabo nos frustraremos y eso dañaría nuestra relación.

Acotado en el tiempo: El último paso es definir los tiempos. Cuando decíamos quiero tener dos hijos debo definir en qué momento de la relación queremos a los hijos, comprar ese nuevo carro o construir la casa. Esto les ayudará a planificarse y asociar así los recursos para llevar a cabo estos planes.[3]

En conclusión puedo mencionar que al hablar de distintos tipos de pareja, sí puedo afirmar que existen las parejas smart, siempre y cuando los objetivos de estas parejas puedan ser calificados como objetivos smart.


[1] Disponible aquí.

[2] Disponible aquí.

[3] Disponible aquí.

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