El Poder Judicial confirmó la sentencia a José Luis Gil, exdirector de la Dirección General de Inteligencia (Digimin) del Ministerio del Interior, por el delito de peculado por utilización. El caso estuvo a cargo de la Cuarta Fiscalía Superior Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima, bajo el liderazgo del fiscal adjunto superior Juan Manuel Fernández Castillo.
De acuerdo al Ministerio Público, este fallo ratifica los elementos presentados en la primera instancia que demostraron que Gil Becerra, abusando de su posición, utilizó de manera indebida los servicios de dos suboficiales de la Policía Nacional, quienes estaban asignados como choferes para la Digimin, pero que fueron destinados a actividades personales y ajenas a sus funciones oficiales.
Con esta decisión, se mantiene la condena de cuatro años de prisión efectiva, para el exdirector, convertida a 206 días de prestación de prestación de servicios a la comunidad. Asimismo, deberá cumplir con una inhabilitación de seis meses para ocupar cargos públicos y pagar una reparación civil de S/5000 junto con una multa equivalente a 180 días.
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La investigación fiscal reveló que los agentes policiales fueron destinados a labores privadas en beneficio de la esposa, el hijo menor y la empleada del hogar de Gil Becerra, bajo el pretexto falso de brindar seguridad.
La defensa del condenado fue desestimada por la Segunda Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Lima, que confirmó que no existía una justificación válida para la asignación de personal policial a «labores privadas y cotidianas» de los familiares del sentenciado.
De esta manera, la corte ratificó la tesis fiscal sobre el uso indebido de recursos públicos, lo que resultó en un perjuicio económico para el Estado peruano.
Renuncia se produjo tras denuncia periodística
En el 2019, José Luis Gil Becerra, de acuerdo al programa Cuarto Poder, utilizó a agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) como choferes de su esposa, Doris Andrea Koo Urcia. El reportaje periodístico mostró que el entonces funcionario ordenó a los suboficiales PNP Ramos Padilla y Julián Ramón Cáceres cumplir funciones de choferes para dicha ciudadana.
De acuerdo con la investigación, ambos efectivos fueron asignados a movilizar a Koo Urcia mientras realizaba sus actividades diarias, sin que desempeñaran ninguna otra función que no fuera esta tarea particular.
Además, se documentó que los policías esperaban a la esposa de Gil Becerra, durante sus desplazamientos, sin involucrarse en tareas oficiales.
Ante las denuncias, Gil Becerra presentó su renuncia al cargo en noviembre de ese año. La dimisión fue aceptada rápidamente por el entonces ministro del Interior, Carlos Morán, con quien Gil Becerra formó parte del GEIN (Grupo Especial de Inteligencia del Perú).
Consultado sobre los hechos, el exdirector de la Digimin defendió su decisión, argumentando que consideraba tener «el legítimo derecho de proteger» a su familia:
Como director de la Digimin, dispuse que la seguridad de mi esposa se elevara a otro nivel. No he utilizado vehículos del Estado, sino personal. Insisto, es mi legítimo derecho otorgarle un mínimo de seguridad a mi esposa.