La Quinta Sala Penal de Apelaciones de la Corte de Lima declaró liminarmente improcedente la querella interpuesta por el coronel PNP Harvey Colchado, por presunta difamación agravada, contra el exministro del Interior y actual congresista de Fuerza Popular, Fernando Rospigliosi.
La instancia superior ratificó la decisión tomada inicialmente por el Décimo Juzgado Penal Unipersonal donde se ordenó su archivo definitivo. Esta medida concluyó que las declaraciones de Rospigliosi se encuentran dentro del ejercicio legítimo de la libertad de expresión y el derecho al debate público sobre asuntos de interés nacional.
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El juzgado precisó que la demanda no estaba acompañada de los elementos de convicción necesarios para acreditar la comisión de un hecho ilícito, explicando lo siguiente:
Es necesario evidenciar que la actuación del querellado haya sido con intensión de mellar el honor del recurrente, y en ese extremo el querellante no ha adjuntado elementos de convicción que nos muestre la conducta dolosa del imputado, más aun cuando en las expresiones no se advierte términos insultantes, adjetivación negativa trascendental, vejámenes, alguna burla, que traspasen el límite entre la libertad de expresión.
¿Por qué se interpuso la querella contra Rospigliosi?
Colchado presentó una querella contra Rospigliosi por declaraciones emitidas en diversos medios de comunicación, entre ellos, Canal N y Willax TV, así como en la plataforma digital YouTube. En dichos espacios, el exministro se refirió al desempeño y accionar del agente al interior de la Policía Nacional.
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Según el oficial de la PNP, dichas afirmaciones constituían un ataque directo contra su honor y reputación profesional, por lo que solicitó medidas legales contra el parlamentario:
[…] Los hechos por los cuales presento esta denuncia han venido ocurriendo en diversas oportunidades, en circunstancias en que el querellado utilizando medios de comunicación masiva, periódicos, redes sociales, etc. manifestó, a mi consideración, una serie de vejámenes e improperios en mi contra, dejando entrever que en mi condición de Jefe de la DIVIAC habría cometido diversos delitos de corrupción, así como señalarme como un «esbirro». Incluso refiere que mi persona habría sido ascendido al Grado de Coronel por artimañas tramadas […]
El otrora jefe de la División de Alta Complejidad (Diviac) solicitaba que el legislador pague una suma de 1 800 000 soles y cumpla con pena privativa de la libertad.