No hubo reflexión durante esta Semana Santa en el colegio Juan Pablo II, en el distrito de San Juan de Lurigancho. Padres de familia de la zona intentaron desalojar a un grupo de personas que han tomado las instalaciones del local. Un hecho que terminó con más de diez heridos y disparos por parte de la Policía Nacional.
¿Qué sucedió?
Los vecinos del lugar afirman que Miguel Juyo Hurtado, que hace unos años era guardián del centro educativo, decidió apropiarse de un área del colegio conformada por unas tres aulas. Un espacio de 700 metros cuadrados, de un día para otro, le «pertenecía».
Los padres intentaron reclamar los espacios sin éxito alguno y Juyo Hurtado llegó a colocar portones de metal que separaba la zona que ahora, según testigos, servía como cochera y almacenamiento para ambulantes.
Los padres de familia, cansados ante la falta de respuesta de las autoridades, decidieron retirar a la fuerza a los ocupantes de estos espacios durante la madrugada. “Los policías vienen, inspeccionan y se van. No nos dan una solución”, dijo una madre de familia que conversó con los medios de comunicación.
La turba iracunda logró tumbar los portones y acceder al lugar, donde se enfrentaron a un grupo de cantidad no determinada que serían amigos y familiares de Juyo Hurtado. Palos, botellas y demás objetos volaron por los aires, lo que dejó la cifra de heridos indicada en el primer párrafo.
La locura desatada provocó la llegada de los policías, que realizaron disparos al aire para separar a los que se enfrentaban rompiendo el silencio de la madrugada. La pelea se paralizó, los heridos (entre ellos un policía) fueron llevados para ser atendidos, pero nadie fue detenido. Al momento en que se escribe esta nota, el futuro del lugar «en disputa» sigue en duda.
Algunos de los presentes señalaron que un familiar del exvigilante secuestró y mató a una estudiante de este mismo colegio en esas aulas que ha tomado a la fuerza. Sin embargo, es información no ha sido confirmada y no hay registros del hecho.
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