Estudiar no es tan sencillo, sobre todo ahora que estamos saliendo de una pandemia que nos empujó a la virtualidad. Hay muchos distractores al que uno se enfrenta, por lo que elegir el entorno correcto para aprender es fundamental si buscamos aprender y, claro está, notas aprobatorias.
Por eso, en este post vamos a analizar los posibles lugares en los que puedes estudiar y los consejos generales que debes considerar al momento de esta importante labor intelectual.
Y lo siguiente se puede complementar revisando nuestros consejos para afrontar con éxito tus exámenes universitarios y nuestras recomendaciones sobre cómo tomar correctamente apuntes en clase.
1. Recomendaciones básicas a tener en cuenta
La Fundación Cadah, organización española encargada a la investigación de los trastornos relacionados a la atención e hiperactividad, da algunas recomendaciones para el estudio basado en sus investigaciones.
¿Cómo es el lugar adecuado para estudiar según la entidad? Para comenzar, es necesario diferenciar entre las características ambientales y materiales con las que debe contar.
1.1 Lo ambiental
Ambientalmente se opta por buscar tres elementos claves. Necesitamos el mínimo ruido posible, para que las distracciones por sonido ajenos a la sala de estudio no resulten perjudiciales. La temperatura también es importante porque contando con una temperatura media el alumno se sentirá cómodo para estudiar. Además, la ventilación es otro punto a tener en cuenta, puesto que un ambiente cargado atonta y produce dolor de cabeza.
Finalmente, cuida la iluminación. Al pasar las horas, la vista va perdiendo eficacia, por ello se recomienda la luz natural. Cuando no, evitar la luz artificial directa sobre la hoja, ya que crea un contraste excesivo entre luz y sombras y provoca una reflexión sobre los ojos, lo que produce una intensa fatíga.
1.2. Lo material
Ahora repasemos lo material. Lo básico que requieren en un entorno dedicado al estudio mesa de estudio. Se recomienda que sea lo suficientemente grande para para que soporte todo el material necesario para el estudio, pero sin nada más que pueda generar distracciones.
Una silla recta y cómoda, que vaya acorde con la altura de la mesa y la altura de los ojos es lo más recomendado para poder evitar la fatiga natural del estudio.
Esto se puede complementar con una estantería donde poder tener ordenado todo el material complementario, como los libros de las materias y lecturas recomendadas en clase por algún docente. Así como una pizarra con fechas de exámenes, entregas de trabajo y similares.
2. Otros aspectos claves a considerar
Carlos López Díaz en el Manual del Estudiante de Derecho (2010) nos deja otras recomendaciones claves que van más allá del entorno físico en el que se estudia. Vamos explorar eso a continuación.
2.1. Es necesario el aislamiento, pero…
Es un arma de doble filo. A algunos, el aislamiento les puede procurar una tranquilidad adecuada para estudiar. Pero hay muchos que pueden encontrar que el aislamiento es una sensación insoportable, especialmente si no se tiene un espíritu devoto de la vida en soledad.
Ahora, en un mundo post-cuarentena, es difícil que muchos acepten aislarse nuevamente solo por estudios.
2.2. Motiva la concentración
Hay quienes tienen una capacidad de concentración innata y pueden desarrollar sus actividades con toda abstracción de su entorno. Sin embargo, la mayoría de los mortales carecemos de tales atributos, y no nos queda más que desarrollar tal virtud.
Ya que no siempre se tiene tal disposición, conviene regular al máximo las condiciones ambientales como como teléfonos, animales, familiares no animales, y otros.
Hay que considerar que un aspecto importante para motivar la concentración es encontrar un punto del tema que te llama mucho la atención para empezar a trabajar desde allí.
2.3. La música de fondo
El corazón del debate. Independientemente de los ruidos habituales, un factor importante es la música de fondo. Hay quienes pueden estudiar aunque les pase un tractor al lado, pero la gran mayoría restante no tiene una opinión categórica en el tema. ¿Pero que dice la ciencia al respecto?
Hay muchos estudios que se han realizado al respecto, pero el más reciente y desarrollado fue uno realizado por psicólogos de varias universidades en Lancashire, Gävle y Lancaster. Ellos investigaron el impacto de la música de fondo en la interpretación y concentración, presentando a varias personas problemas de percepción verbal que requieren de creatividad mientras trabajaban con música de fondo.
Los profesionales descubrieron que la música de fondo “perjudicaba significativamente” la capacidad de las personas para completar esas tareas. Eso no sucedía cuando las personas trabajaban bajo ruido de fondo constante de, por ejemplo, una biblioteca.
Los investigadores sugieren que esto puede deberse a que la música interrumpe la memoria de trabajo verbal por sus cambios de ritmo y letras. Mientras que el ruido constante de entornos como una biblioteca o una habitación es mucho más plano y estable.
Si insistes en escuchar música a pesar de estas indicaciones, profesionales como López Díaz recomiendan la música clásica. Como es el caso de Mozart.
3. Posibles ambientes de estudio con sus pros y contras
Una vez que hemos repasado todo esto, revisemos los espacios cotidianos en los que estudiamos para ver si son aptos o no para una calidad de estudio que nos lleve al éxito.
3.1. Estudiar en tu propio cuarto
Tal vez en nuestro cuarto cumplamos con todo lo anterior. Pero cuando nos encontramos en nuestro propio ecosistema, tendemos a comportarnos precisamente como lo hacemos habitualmente en él en circunstancias normales. Es decir, no estudiamos porque nuestra habitación está pensada para relajarnos y descansar.
Otros problemas que pueden presentarse son las interrupciones familiares, que muchas veces son frecuentes. Así como la cercanía a la tecnología como la laptop o la televisión.
3.2. En otros espacios de la casa
Aparte de la propia habitación en que se pernocta, se puede estudiar en algún otro lugar de la casa. Sin embargo, aquí los distractores se multiplican: parientes, mascotas, timbres, vecinos y más personajes completamente ajenos a la realidad universitaria.
Necesitarás mucha suerte para que todos puedan respetar tu advertencia de no ser molestados. Y a pesar de todo, una sala u espacio dedicado al estudio dentro del hogar es el lugar más recomendable de esta lista por ser la posibilidad más accesible.
3.3. En bibliotecas
En el Perú no existe una costumbre masiva de estudiar en bibliotecas, pero todas ellas cuentan con espacios de lectura que pueden ser aprovechadas por sus visitantes.
Lamentablemente algunas bibliotecas universitarias tienen problemas crónicos que se repiten con frecuencia: muchas veces son lugares reducidos, con pocos libros, y lo peor, bulliciosos; ya que se cargan del sonido propio de la universidad.
Las bibliotecas públicas, por otro lado, son una mejor opción. Tanto en la variedad de libros con los que cuentan como en la amplitud de espacios que le ofrecen a sus lectores visitantes.
3.4. En parques públicos o playas
No siempre es una opción recomendable aunque muchos jóvenes lo hacen. Depende mucho del clima, y por sobre todo de la seguridad, pues en la concentración del estudio es fácil caer víctima de delincuentes o ser molestado por borrachos u otro tipo de jóvenes intoxicados.
Por otro lado, una playa poco masificada puede ser un lugar bastante relajante y motivador para estudiar. Lo recomendable es ir solo porque eso puede convertirse en una salida relajante con facilidad.
3.5. En el trabajo
En ocasiones no queda otra alternativa, pero es la opción menos recomendable de esta lista. Bien organizado, puede generar algún tipo de avance, pero en el trabajo uno debe respetar sus prioridades.
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