Después de una agitada campaña electoral, el doctor Raúl Canelo Rabanal asumió el cargo de decano del Ilustre Colegio de Abogados de Lima el pasado 2 de abril de 2024, fecha que coincidió con el Día del Abogado.
La ceremonia solemne de instalación y juramentación, a la cual asistieron altas autoridades y representantes de los sectores público y privado, se realizó en un clima de efervescencia impulsado por los asistentes en la sede central del CAL en Miraflores.
Durante su discurso, el doctor Canelo sostuvo que el «derecho es una construcción que ha permitido la convivencia, el orden y el desarrollo de la especie humana», y se refirió a diversos aspectos que atañen al abogado litigante:
Incluso hoy, a quien litiga, se le ve con cierta desconfianza. Algunos creen estar en un nivel superior al litigante (…), y lo que es peor: se suele confundir al abogado litigante con su cliente. No, yo no soy mi cliente bueno ni soy mi cliente malo; yo no puedo hablar ni bien ni mal de mi cliente, yo lo defiendo. El señor que es fiscal lo acusará y los señores que son jueces lo juzgarán, yo lo tengo que defender, pero no pueden confundirme con mi cliente.
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Así, narró una reflexión a la que llegó uno de sus colegas durante la campaña electoral: «Si yo defiendo a un homicida, a un violador, resulto inelegible para muchos cargos, pero si soy un funcionario de la empresa público-privada sí me toman en cuenta».
A partir de entonces, confesó, ha notado que existe un etiquetado discriminatorio, por lo que exigió un respeto del gremio y de la sociedad en general. Asimismo, expuso el descuido del Estado para con el grupo de letrados:
El abogado independiente está abandonado, el abogado independiente no tiene respaldo del Estado.
Mencionó también el problema de la falta de ética y exhortó a combatirla:
No podemos continuar en esta situación intolerante de falta de ética entre los abogados. Se puede actuar conforme a derecho, pero no tiene ningún sentido si no se respeta lo ético. El gremio, desde su origen, no solamente tiene una función jurídica, sino ética.
Hoy vivimos un momento en el que se viola flagrantemente la presunción de inocencia, que es un derecho fundamental, pero hoy, por ejemplo, podríamos decir que tenemos cinco presidentes destituidos en los últimos cuatro años y ninguno ha sido condenado. Es decir, técnicamente es inocente, pero ya están destituidos, y la sociedad y probablemente muchos de nosotros opinamos que son culpables.
Luego de su juramentación, el doctor Canelo y los 12 integrantes de su directiva juramentaron a los 75 delegados ante la Asamblea General. Hizo lo mismo con la Junta de Vigilancia.
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