Para quien no esté familiarizado con la organización y el funcionamiento de los despachos fiscales del Ministerio Público, un Asistente en Función Fiscal (en adelante AFF) es un personaje «desconocido». Es curioso, pero en realidad se trata de un «afamado» empleado en los pasillos de cualquier fiscalía, aunque no se le conozca con ese burocrático nombre.
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En la práctica, estamos hablando de un secretario (generalmente joven) de perfil bajo que trabaja ardua y silenciosamente en el despacho fiscal, en labores que van desde proyectar disposiciones, requerimientos, y dictámenes; levantar actas y tomar declaraciones, hasta jugárselas como agente encubierto en mil y una pesquisas, lidiar con los policías, promover acuerdos reparatorios y atender a imputados y agraviados.
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Junto a esas labores, ya de por sí desgastantes, no faltan los asistentes que cosen carpetas fiscales a punta de aguja y pabilo. Estamos hablando, pues, de un subrepticio protagonista del trabajo fiscal, sin cuya labor, estamos seguros, la persecución del delito no andaría para ningún lado.
Según cifras del Ministerio Público (diciembre, 2015), de un total de 17 764 personas que trabajan ahí, distribuidas en 4 sistemas (Sistema Fiscal, Sistema Médico Legal, Sistema Administrativo y Sistema No Orgánico), 12 027 servidores, que representan el 67,7%, forman parte del Sistema Fiscal, de los cuales más del 60% son Asistentes en Función Fiscal. Así las cosas, este héroe desconocido de la investigación del delito tiene un papel vital en el Ministerio Público.
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Pero eso se acabó gracias a un genio de la venganza poética. Desde hace buen tiempo (mediados de 2014), Facebook cobija en su plataforma una cuenta especial cuyo nombre es Un Asistente. Se trata de un héroe anónimo que ha venido a reivindicar y visibilizar el trabajo de esos miles de asistentes distribuidos a lo largo y ancho del país. Desde su lanzamiento, esta cuenta publica pequeñas historietas que reflejan la vida, pasión y agonía de estos sacrificados investigadores del crimen. Sus penas, cuitas, sueños e ideales son plasmados con ironía y sarcasmo en memes sumamente ingeniosos. Nunca antes, la cruda realidad de estos servidores, había sido nítidamente reflejada.
Por un lado, esas historietas son un motivo para ponerle buena cara al mal tiempo, mientras que por el otro, son instrumentos de protesta no solo contra algunos seres «superiores» llamados fiscales, sino, y he aquí lo más importante, contra el sistema de funcionamiento que los invisibiliza y relega. Quien maneja esa cuenta, o mejor dicho, quien semana a semana sube a la red esas historietas de todas maneras es o ha sido AFF (no podemos asegurar que lo siga siendo). Y es que solo alguien que ha vivido en carne propia las peripecias de un AFF, podría hacer esos creativos memes, y, claro, solo quienes han pasado por esa experiencia, pueden reconocerse en cada uno de sus personajes, y recrear un poco ese micromundo que se forja en cada despacho fiscal.
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Aquí les dejamos el Top Ten de esas historietas, no sin antes saludar y valorar el trabajo de quien maneja esa cuenta y decirle que, si un día se vuelve fiscal, nunca olvide el barro del que estamos hechos. Aquí les dejo el enlace para que vayan y soliciten la amistad de Un Asistente, el tipo que la rompe en el Ministerio Público. Sean felices.
1. Sueños
2. Visitas
3. Préstamo
4. Metas
5. Engaño
6. El ascendido
7. Manual
8. Diferencias
9. Sinceridad
10. Trabajo fiscal
© Roger Vilca