Cuando sus amigos empezaban a prepararse para estudiar una carrera, a los diecisiete años, Edwin Béjar Rojas perdió la vista, pero la disminución de su visión arrancó mucho antes a raíz de un accidente cuando era niño; sin embargo, eso no borró su vocación para lograr su meta, se esforzó y logró estudiar derecho en la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco; cuenta que fue todo un proceso de preparación con el uso del braille, las grabaciones de las clases en audio, ante los prejuicios de las personas.
El puesto que tiene de juez de familia le ha permitido trabajar con grupos vulnerables como niños, niñas, mujeres, adultos mayores, personas con discapacidad, fue así que en el 2013 dictó la primera sentencia por bullying en un colegio; además, empleó una buena práctica judicial al emitir una sentencia de fácil lectura a favor de dos hermanos con discapacidad.
El Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU, lo reconoció como el «primer magistrado con discapacidad visual de América Latina».
«Ahora sé que se han abierto las puertas, ya hay magistrados en Chile y Colombia», «He podido demostrar que sí es posible, que no se rindan. Con esfuerzo, dedicación y persistencia uno puede conseguir sus objetivos» declaró.
Fuente: Poder Judicial
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