El derecho abarca múltiples disciplinas que reparten su importancia en ramas y especializaciones, que pueden incidir en diversas aristas de los conflictos humanos. Sin embargo, el derecho procesal está orientado a las herramientas que puede solucionar estos conflictos; en ese sentido, forma parte de la sistematización del derecho en la sociedad. En la era contemporánea, son necesarios estos instrumentos legales, que aseguran una adecuada impartición de justicia.
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En el caso del derecho procesal, en principio, se dividían en los estudios de los procesos penales y civiles, consolidándose en una amplia gama desde el siglo XX. En este recorrido histórico, repasaremos a aquellos especialistas que aportaron a la construcción del derecho procesal como garante del orden público y la tutela jurisdiccional.
1. Jeremy Bentham
Teórico inglés del derecho y de la política, cuyo trabajo influyó a la filosofía del derecho de muy diversas maneras. Aunque quizá hoy sea mejor conocido como uno de los teóricos fundadores del utilitarismo, sus diversos escritos tuvieron un gran impacto sobre temas tan diversos como las leyes de usura, la reforma carcelaria y la codificación del derecho. En materia procesal, el gran aporte de Bentham fue su famosa obra Tratado de la prueba, donde hace un recorrido sobre el pensamiento jurídico y el proceso judicial en las diversas eras de la humanidad. Su principal inquietud se dirige a establecer la relación entre la verdad y la prueba. Propugna el sistema de prueba libre, ubicado en un espacio diferente del derecho. A esto se le denomina la teoría racional de la prueba, que fue duramente atacada por su pragmatismo para la época.
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2. Giuseppe Chiovenda
El maestro Giuseppe Chiovenda nació el 2 de febrero de 1872 en la comuna de Premosello (después renombrada a Premosello-Chiovenda en su honor), región de Piamonte, Italia. esde muy joven reconoció una profunda vocación por los estudios jurídicos, que posteriormente lo llevaron a dictar clases de Derecho Procesal Civil en la Universidad de Parma (1902), luego en Bologna (1903), Nápoles (1905) y finalmente Roma (1906), con solo treinta y cuatro años. En esta institución llevaría, en adelante, su infatigable producción académica. En su producción de libros jurídicos, en un primer término, hay que recordar lo que representó Principii di diritto processuale civile (1906), que adaptada posteriormente, daría lugar a su clásico Istituzioni (1935). Esta obra constituye el estudio procesal más avanzado y documentado de aquel entonces, y ejerció, a partir de sus traducciones al español, una notable influencia en la doctrina hispanoamericana.
3. Francesco Carnelutti
Uno de los más grandes juristas de la historia, Francesco Carnelutti, nació el 15 de mayo de 1879. Resulta importante recordar el inmenso legado doctrinal y ético que nos dejó hace más de medio siglo, luego de ejercer la cátedra de Derecho Procesal Civil en la Universidad de Padua (de 1915 a 1935), y luego, en Milán (de 1936 a 1945), para finalmente enseñar en la de Roma (de 1945 a 1955). Hacia 1923, junto al maestro Giuseppe Chiovenda (1872/1937) fundó la Revista de Derecho Procesal, que tuvo un decisivo impacto en el pensamiento procesal. También participó intervino en la Comisión para la reforma del Código Procesal Civil italiano. Su trabajo doctrinario a influido en legislaciones de Italia, España e Hispanoamérica. Ha dejado como legado obras fundamentales como como La prueba civil (1915), Lecciones de Derecho Procesal Civil (1920/1931), Discurso en torno del derecho (1937) y Estudios de derecho procesal (1925/1939).
4. Piero Calamandrei
Este férreo defensor de los derechos fundamentales nació en Florencia el 12 de abril de 1889 en una familia burguesa de juristas toscanos. Se graduó y doctoró en 1912 –a los 23 años–, con una brillante tesis de Derecho Procesal en la Universidad de Pisa bajo la dirección de Carlo Lessona, logrando una beca de perfeccionamiento académico en la Universidad de Roma. Calamendrei dedica su vida a la docencia en diversas universidades, siendo las más representativas: Módena (1918-1920), Siena (1920-1924) y Florencia (1924-1956), siendo rector de esta última universidad desde el 26 de julio de 1943. Sus años en la academia le sirvieron para escribir las obras fundamentales como La Cassazione Civile (1920), donde realiza una defensa apasionada de la unidad de la casación en Italia, criticando duramente la dispersión de la jurisprudencia, que no encontraba un centro de unificación y provocaba inseguridad en el individuo.
5. Eduardo Juan Couture
Eduardo Juan Couture Etcheverry, prestigioso abogado y profesor uruguayo, uno de los procesalistas más influyentes del siglo XX, nació en Montevideo el 24 de mayo de 1904. En 1931 fue designado profesor en el curso de Procedimiento Civil de la Universidad de la República (cátedra que ejercería hasta su muerte). Son de su autoría Estudios de Derecho Procesal, Fundamentos del Derecho Procesal Civil, Trayectoria y doctrina del Derecho Procesal Civil y Diccionario de vocabulario jurídico. En 1945 redactó el Código de Procedimiento Civil de su país. Perfecto corolario de su conspicua carrera, El decálogo del abogado es el fruto de sus años como catedrático y escritor, de abogado postulante, de académico y ferviente amante de la aplicación del derecho, en especial del procesal civil. Quienes tuvieron cerca a tan ilustre jurista pueden bosquejarnos el contexto en el que para el doctor Couture fueron meditados sus mandamientos.
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6. Niceto Alcalá-Zamora y Castillo
El maestro madrileño Niceto Salustiano Manuel Enrique Alcalá-Zamora y Castillo nació el 2 de octubre de 1906, hijo de quien fuera el primer presidente de la Segunda República Española. Realizó los cursos de licenciatura en las universidades de Granada y Madrid, doctorándose en Derecho por la Universidad Central de Madrid en 1929. En 1932 fue nombrado, por unanimidad, catedrático catedrático numerario de Derecho Procesal de la Facultad de Derecho de su alma máter. Con el ascenso al poder del franquismo, fue superado de la docencia en 1939, al ser un férreo opositor. En el exilio, impartió docencia en México hasta su jubilación en 1979. En su obra Proceso, autocomposición y autodefensa (contribución al estudio de los fines del proceso), Alcalá-Zamora elabora una tesis sobre el “surgimiento de un proceso constitucional”, siendo pionero en el tema.
7. Héctor Fix Zamudio
Nacido el 4 de septiembre de 1924, realizó sus estudios de licenciatura y el doctorado en derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México. El jurado de la Escuela Nacional de Jurisprudencia (hoy Facultad de Derecho), integrado por notables juristas (entre ellos Niceto Alcalá-Zamora y Castillo), le otorgó la mención honorífica. Su trabajo inicial fue recopilado en el libro El juicio de amparo. Se le considera la primera gran aproximación a la disciplina del derecho procesal constitucional, inciando la etapa de la “reivindicación procesal del amparo”, postulando que esta institución procesal fundamental en el desarrollo del derecho debe estudiarse dentro de los parámetros constitucionales y no tanto políticos. Actualmente es miembro de sociedades de renombre internacional como la Asociación Internacional de Derecho Procesal o el Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional. Es doctor honoris causa por la Universidad de Sevilla o por la propia Pontificia Universidad Católica del Perú.
27 Abr de 2018 @ 16:48