Nos encontramos ad portas del partido más importante de los últimos 35 años del seleccionado nacional de fútbol. Esta vez ya no se trata solamente de un partido definitorio, sino que realmente es el último partido antes de conocer si nuestro destino es decir presente en el Mundial de Rusia 2018. Y si bien ha sido una campaña que se ha caracterizado por los altibajos, creemos que esta joven selección, como parte de un proceso serio iniciado por la dirigencia de nuestro fútbol, le ha dado dignidad a un país que parecía resignarse con el fracaso cada cuatro años.
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En este breve post enumeraremos las razones por las que creemos que, en un sentido estricto de justicia (de méritos y valor demostrado), tenemos derecho a alcanzar el último cupo para la justa mundialista del próximo año.
1.- Porque al fin se inició un recambio generacional
El director técnico, Ricardo Gareca, se ha convertido en el seleccionador que más ha creído en los jóvenes. Y no solamente eso, sino que estos jóvenes realmente creyeron en su discurso. No aceptó imposiciones de ningún tipo, y no dudó en retirar de la selección a jugadores que parecían intocables. El mérito radica en reconocer el talento del futbolista peruano, al que elogió desde que asumió el cargo, y confiar en sus capacidades para afrontar partidos de gran envergadura. Si hace 5 años, un equipo con jugadores que militaban es escuadras como el Bayern de Múnich o la Fiorentina, nos dejaron muy lejos de esa posibilidad; hoy un equipo humilde pero corajudo nos ha puesto a 90 minutos de la hazaña.
2.- Porque demostramos que no nos achicamos ante ningún equipo
Desde el heroico empate alcanzado en La Bombonera de Buenos Aires o la victoria ante Brasil en la Copa América Cententario (mano de Ruidíaz de por medio), la sensación que nos deja este equipo es de un inmenso pundonor y de una inteligencia táctica no vista desde la época de oro del fútbol peruano. Un equipo con ciertos nombres que destacan (Guerrero, Cueva, Flores), pero que entienden que juegan en función a una idea colectiva. El mayor ejemplo de ello es el partido contra Uruguay, que empezamos perdiendo injustamente, y que remontamos con goles de Flores y Guerrero, cuando todos nos daban por muertos.
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3.- Porque apartamos a una pésima dirigencia anterior
A raíz del escándalo FIFA Gate (que envolvió a una enorme cantidad de dirigentes del universo del fútbol), las denuncias de corrupción y sobornos, y con la salida del impresentable Manuel Burga (actualmente procesado por la justicia norteamericana por varios delitos); tocó realizar un recambio también a nivel dirigencial. Si las prebendas y la corrupción se hicieron presente en las altas esferas de la Federación durante tantos años, tocó demostrar a la dirigencia actual qué tan comprometidos estaban con nuestro fútbol. Edwin Oviedo y Juan Carlos Oblitas supieron darle la tranquilidad necesaria al «Tigre» Gareca para trabajar sin presiones ni condicionamientos.
4.- Porque tenemos un estratega capaz
Aunque muchos minimizaron su retorno al fútbol peruano, y ningunearon su elección, Ricardo Alberto Gareca Nardi ha demostrado ser el DT más efectivo que asumió la selección desde el histórico Tim. Nos dio nuestra primera victoria de visita (4-1 a Paraguay en Asunción), después de más de una década de fracasos en el exterior. Sin duda ha potenciando el clásico juego vistoso de los peruanos y la ha adaptado con creces al fútbol moderno. De clasificar, dejará un legado no solamente a nivel deportivo, sino en el sentimiento popular de una nación.
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5.- Porque hay sed de gloria
Aunque parezca increíble, más allá de las diversas situaciones que nos acercaron a la posibilidad estar presentes en el mundial del próximo año (dígase los puntos ganados en mesa a Bolivia o el increíble gol de Guerrero a Colombia), este equipo nunca dio por perdido ningún partido. Así tenemos el ejemplo del empate conseguido ante Venezuela en el último minuto en Lima, que curiosamente, podría haber significado el punto que nos ha llevado hasta esta instancia. Cuando otras generaciones se caracterizaban por la displicencia y la resignación, los jóvenes de Gareca han demostrado entender que el fracaso nunca será una opción.
6.- Porque Paolo Guerrero merece estar en un Mundial
Guerrero no hizo goles en todos los partidos que jugó. No fue necesario. Los 6 goles que hizo fueron suficientes para instalarnos en esta instancia. Como bien dijo Nolberto Solano, si hemos llegado hasta acá, es por el liderazgo de un jugador que no se amedrentó ante la posibilidad de ser el único jugador de renombre dentro de un grupo de muchachos desconocidos hasta hace un par de años para la gran prensa. No solamente ha sido un ganador a nivel de clubes (campeón mundial con el Corinthians en 2012), sino que ha destacado con los colores patrios, inclusive en los años más difíciles (es el actual goleador histórico de la selección). Y si, por ocurrencia del azar, no se encuentra presente en estos dos partidos, sabemos de sobra que podrá comandar al grupo en nuestro ansiado trayecto por tierras euroasiáticas.
Y por último, solo terminaría de ser justo si hoy logramos celebrar un triunfo, con todas las de la ley, ante el escurridizo equipo neozelandés. Confiamos en que será así.