Todos alguna vez hemos visto a jueces y fiscales distraerse con su celular en los precisos momentos en los que se desarrolla el juicio oral, y no cualquier parte de la audiencia, sino, por ejemplo, el interrogatorio a un testigo clave. Incluso más, hemos advertido casos escandalosos en los que el juez literalmente se queda dormido en pleno alegato. Un ejemplo de esto se ve en el siguiente vídeo.
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Sin duda estas «conductas» ameritan un procedimiento disciplinario al infractor. No obstante, la pregunta de este post salta: ¿puede anularse la sentencia si el juez o el colegiado estuvo distraído con el celular en el juicio?
Por ahora la pregunta sigue latente y es necesario meditar en torno a ella. Lo que podemos hacer por el momento es compartir esta noticia que viene desde Goicoechea (Costa Rica) publicada en el portal Nación.com:
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La distracción de tres jueces del Tribunal de Juicio de Goicoechea, quienes utilizaron sus celulares durante varias audiencias por un caso de narcotráfico, causó la anulación de una condena de 10 años dictada contra tres individuos.
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La decisión fue tomada por el Tribunal de Apelación de Sentencia Penal de San José, en el voto núm. 166-15, del 2 de febrero del 2015. En el fallo fueron detalladas todas las veces que los jueces Francini Quesada Salas, Andrés Mora Quirós y Mariela Villalobos Soto manipularon sus celulares, según consta en los vídeos grabados por la cámara que los enfocaba.
Los juzgadores sacaban sus celulares en diversos momentos del desarrollo del juicio como en la lectura de la acusación, la declaración de testigos, la recepción de prueba y las conclusiones de los defensores.
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Según el criterio del Tribunal de Apelación, hubo tantas distracciones –principalmente de la jueza Quesada– que incidieron en la percepción, análisis y valoración de las pruebas.
“Hubo una reducción temporal de la capacidad de percepción o de observación de los jueces, que no todo el tiempo ellos estuvieron prestando la atención debida e indispensable para asegurar una correcta decisión”, señala el voto de los jueces Luis Arce, Ana Isabel Solís y Joe Campos.
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Según explicó el Tribunal, las distracciones ocurrieron durante las declaraciones de testigos e imputados, lo que compromete la validez de las conclusiones. Por ejemplo, luego de que la jueza Quesada manipulara varias veces su celular, cuando estaba tomando los datos de uno de los imputados, tras haberle preguntado el nombre de sus progenitores, ella dice: “No me ha quedado claro, ¿ya yo le pregunté el nombre de su padre y de su madre? […] okay, gracias disculpe…” (sic).
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El Tribunal de Apelación aclaró que la consulta ocasional del celular, como un mensaje de texto, no implica necesariamente la nulidad de la sentencia, sino solamente cuando el uso del aparato es muy reiterado.
Así pues que estos hechos nos sirvan para reflexionar frente a nuestros jueces y fiscales.
Publicación: 11 Feb de 2016 @ 17:02