Dionisio Ñahuiña Dávalos tiene 60 años y es, a no dudarlo, el auténtico «Rey de las yuquitas fritas». Estudió derecho, pero abandonó la carrera para tomar la posta de su padre, el creador del delicioso postre.
Según cuenta, su progenitor, Dionisio Ramírez, inventó esta fritura de casualidad, hace más de 65 años, cuando intentaba hacer rosquitas de manteca.
Dionisio padre dejó su natal Apurímac para sentar la base de su reino en un puesto ubicado en el mercado Palermo, en La Victoria, donde se venden a diario hasta 2500 yuquitas.
Gracias a este delicioso manjar, sus dos hermanos y él pudieron ser algo en la vida.“Todos somos profesionales, mi hermano es contador y mi otra hermana, enfermera. Yo estudié Derecho, pero uno tiene que estar en donde más rinde y le gusta, por eso soy yuquero”, cuenta orgulloso.
Su esposa Segundina Dávalos cuenta que en más de una ocasión le han ofrecido dinero a cambio de la receta o de cocinarlas en el extranjero. Esta oferta siempre es rechazada. “Es una cuestión de familia, ya vamos por la tercera generación y queremos expandirnos», revela.