En marco del 24° aniversario del TC, la presidenta Marianella Ledesma Narváez, dijo que “es tiempo de redefinir y actuar para que la nueva normalidad sea de un país sin las visibles y dramáticas brechas sociales que hoy pone en evidencia el coronavirus”.
Además indicó que hoy más que nunca vemos que los desprotegidos, los desheredados y los más vulnerables sufren esta pandemia con más rigor que otros peruanos, por lo que esa realidad duele y cuestiona todo.
La presidenta señaló que como país necesitamos reencontrarnos con nuestra esencia de nación y mirar nuestras deficiencias para corregirlas. “Una de ellas es preguntarnos si la actividad estatal, en general, ha estado preparada para atender esta crisis sanitaria”.
Dijo que no es hora de las criticas sin mayor capacidad de enmienda sino para construir una nueva experiencia social, en la que el Estado se fortalezca en el ejercicio de sus competencias y se vuelva un estado articulado y con capacidad de brindar respuestas oportunas y eficientes al ciudadano.
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Ledesma manifestó que «debemos recordar que el artículo 44 de la Constitución señala que «[…] son deberes primordiales garantizar la plena vigencia de los derechos humanos; promover el bienestar general que se fundamenta en la justicia y en el desarrollo equilibrado de la Nación […]»».
Destacó que el Estado no es todo, ya que también convergen otras instituciones como la empresa privada, y otras organizaciones civiles y políticas, que también coadyuvan al crecimiento del país.
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Agregó que se debe mirar la relación Estado y entorno social, con una mirada de inclusión para el crecimiento y mejora conjunta en aras de alcanzar el bienestar de los ciudadanos, pero con instituciones fuertes, que se encarguen de ejercer un real y concreto papel en esa dinámica, caso contrario, la conflictividad social será el resultado inevitable.
Afirmó que “tenemos mucho que hacer en la salud, en la educación, en las relaciones laborales; y eso el TC lo tiene asumido con convicción y expresado en sus fallos, como citar a manera de ejemplo, el caso de las hermanas Cieza, vinculado a la educación rural en zonas de extrema pobreza”.
Además, mencionó la sentencia del TC, de enero pasado, que puso punto final a la constitucionalidad del cierre del Congreso de la República, dispuesto en setiembre del 2019, y el tema de la cuestión de confianza, poniendo en relieve el valor de la justicia constitucional.
Fuente: TC