El Tribunal Supremo de los EE. UU., el 12 de junio de 1967, dictaminó que Richard y Mildred Loving tenían derecho a estar casados, a pesar de que él era blanco y ella negra; y que el estado de Virginia no podía encarcelarlos por eso. Esta sentencia puso el punto final a la ley que declaraba ilegal los matrimonios interraciales y sentó jurisprudencia en la lucha por los derechos civiles de la población afroamericana.
Compartimos la sentencia del caso Loving vs. Virginia (1967) traducida a español extraída del libro Sentencias básicas del Tribunal Supremo de Estados Unidos.
23. Loving v. Virginia (1967)
388 US 1
Votada el 12 de junio de 1967 por unanimidad (nueve contra ninguno). Ponente: chief justice EarlWarren.
Votaron a favor los jueces Brennun, White, Fortas, Black, Douglas, Stewart, Clark y Harían.
Presentación de la sentencia
La segregación racial en los Estados Unidos no se limitaba a los espacios públicos, como en Plessy v. Ferguson (1896), o a la educación, como en Brownn (1954). Alcanzaba los aspectos más íntimos como la prohibición de matrimonios interraciales, o incluso de relaciones sexuales interraciales. En Pace v. Alabama (1883) el Tribunal Supremo dio el visto bueno a una ley estatal que castigaba con mayor severidad el acceso carnal interracial que el que se produjese entre personas de la misma raza. El argumento fue que la ley de Alabama se aplicaba por igual a cualquier persona de cualquier raza, y por tanto no había discriminación racial (se hablaba de equal discrimination o de equal application). En Naim v. Naim (1953), dictada un año después que brown y con el mismo argumento que en Pace, el Tribunal Supremo no quiso declarar inconstitucional la tipificación penal de matrimonios interraciales. Al parecer pretendió romper la discriminación sólo en un frente (la escuela) y dejar para otro momento otras cuestiones como los matrimonios interraciales, social y políticamente más delicadas. El momento llegó doce años después, en Loving v. Virginia (1967).
El Sr.. Loving era blanco, y su novia era negra. Vivían en Virginia, pero fueron a casarse al vecino D. C. Al volver a su casa fueron detenidos, juzgados y condenados a un año de cárcel por haber quebrantado la ley del siglo XIX que prohíbe los matrimonios interraciales. Se les dio sin embargo la posibilidad de dejar en suspenso la condena durante veinticinco años si se iban de Virginia y no regresaban durante ese tiempo. El Sr. Loving impugnó la condena, pero los tribunales estatales, amparados en los precedentes de Pace y de Naim, no le dieron la razón. Acudió al Tribunal Supremo, quien esta vez sí se decidió a anular esta aberración.
Virginia era uno de los 16 Estados que aún en 1966 prohibían a blancos y negros casarse entre sí. No sólo no había derogado la ley (como habían hecho otros 14 Estados en la última década, a raíz de Brown), sino que la aplicaba. El Tribunal Supremo, por unanimidad y con ponencia del Chief justice Warren, anuló la ley por discriminatoria, pues atentaba contra la cláusula de protección equitativa: «Bajo nuestra Constitución el casarse o no casarse con una persona de distinta raza es un derecho fundamental de las personas y no puede ser menoscabado por los poderes públicos».
Bibliografía en español: José Suay Rincón El principio de igualdad ni la noticia constitucional, IEAL, Madrid, 1985. p. 117; María Ángeles Martín Vida, «Evolución del principio de igualdad en Estados Unidos. Nacimiento y desarrollo de las medidas de acción afirmativa en derecho estadounidense», REDC núm. 68 (2003), p. 157.
SENTENCIA LOVING V. VIRGINIA (1967)
Virginia es uno de los 16 Estados que prohíben y castigan según que upo de matrimonios, por razón de la raza de las personas. En este Estado las condenas por casarse con alguien de distinta raza han sido habituales desde la época colonial. Para avalar su constitucionalidad, el Tribunal Supremo de Virginia se apoya en nuestra sentencia Naim v. Naim, de 1955. Efectivamente, en la sentencia tiente a la que se ha interpuesto el recurso este Tribunal dijo que la finalidad, legítima, del Estado era «preservar la integridad racial de los ciudadanos» e impedir la «degeneración de la especie» y «la pérdida del orgullo de la raza», que obviamente son afirmaciones que se fundamentan en la supremacía de los blancos. El Estado de Virginia no pretende afirmar que sus competencias para regular el matrimonio son ilimitadas, en el marco de la 14 enmienda, sino que el significado de la cláusula de protección equitativa, tal y como la diseñaron los constituyentes, es que las tipificaciones penales que incluyan distinciones raciales deben aplicarse por igual a blancos y a negros, siendo el castigo también el mismo. De este modo, el Estado alega que, si su ley de prohibición del matrimonio interracial castiga tanto a blancos como a negros, entonces, v pese a que su razón de ser es una distinción racial, no es una ley discriminatoria
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