Cuando me di cuenta, la mentira ya era muy grande y no tenía cómo pararla. Quería alejar a mi padrastro de mi mamá y mis hermanos, que no les pegara más, que mi mamá no regresara con él. Quería que lo detuvieran y le den un escarmiento, porque nos golpeaba, a mi y a mi mamá.
«Todo el odio que sentía por él era cierto, sólo agregué una mentira: “que me había violado”», dice Fernández Peche. El padrastro purga hogaño cadena perpetua en el penal de Picsi. «Ahora quiero hacer lo correcto», asegura la joven. A la fecha, desde el penal, Enrique Hernández reconoce cada una de las palizas que propinó cuando libre:
Le he pegado a su mamá, he sido un mal padre, pero jamás abusé de Dalezka, dice durante una conversación telefónica.
La madre de Dalezka cuenta en el reportaje del semanario cómo la golpeaban y la vez que la agredieron con un chuchillo de mano.
¿Qué ocurrió en 2015?
Dalezka le dijo a su tía que su padrastro la había violado. De inmediato, su padre biológico, que la había visitado, canceló un viaje y la acompañó a interponer la denuncia.
«Yo pensaba que solo iba a estar preso un rato, que lo iban a golpear como me golpeaba a mi», reconoce la joven. En concreto, dijo que la había violado cuando tenía ocho años. Tenía que repetir la historia una y otra vez.
Este caso nos permite reflexionar sobre las deficiencias de nuestro sistema de justicia y el sistema carcelario. ¿Qué opinas al respecto? Deja tu comentario
Fuente: Hildebrant en sus trece.