En una columna de opinión reciente, Fernando Tuesta Soldevilla analizó el modelo y los problemas que subsisten en el financiamiento de los partidos políticos. «Lo que necesitamos es una revisión profunda del sistema de financiamiento político», fue una de las conclusiones del analista político.
De acuerdo a su columna publicada en Perú 21, el rechazo ciudadano al incremento en el presupuesto destinado a los partidos políticos es un ejemplo de como las acciones de un Congreso y gobierno «muy desprestigiados» «sueles ser desaprobadas». Esta alza, además, tendría como razones el incremento de la UIT, una elevada cantidad de votantes y la implementación del nuevo Congreso bicameral.
Sin embargo, precisó que el debate radica en la «pertinencia», más no en la «legalidad». El Perú, en su opinión, es un fenómeno «especialmente agudo» de partidos con «estructuras endebles» en la región.
«Se han convertido en organizaciones que, prácticamente, viven de aportes privados y del Estado», precisó. Asimismo, indicó que los aportes privados «a menudo se convierten en brecha para la influencia indebida o, en casos extremos, para el financiamiento ilegal». No obstante, en relación a los fondos públicos, se han reportado «documentado malversación o aprovechamiento indebido de recursos públicos».
Una problemática que, de acuerdo al expresidente del Oficina Nacional de Procesos Electorales (Onpe), no se ha solucionado entre las reformas empleadas para las elecciones del 2026. Por lo contrario, la única modificación planteada ha sido la reincorporación del financiamiento privado.