Desde el 2012 Google busca luchar contra la desigualdad de género. Este año, su estudio, sobre la brecha salarial de sus empleados, esperaba encontrar una diferencia salarial relacionada con el género y la raza, para corregirla. Sin embargo, descubrieron que los empleados varones eran los que cobraban menos por realizar el mismo trabajo que las mujeres.
Es en este sentido, que el gigante tecnológico decidió indemnizar a miles de empleados afectados por esta discriminación.
“La remuneración debe estar basada en lo que haces, no en quién eres”, dice Lauren Barbato, encargada de dicho estudio.
Siete de cada diez empleados de Google son varones, una cifra que sube hasta el 75% en los cargos de dirección. Además, el 53% de los empleados son blancos y el 36% asiáticos, mientras que los negros y los latinos representan apenas un 2,5% y un 3,6%, respectivamente. La firma tecnológica admite que tiene que esforzarse para tener una mano de obra más diversa.
Este estudio —tiene vacíos— por ejemplo: no especifica si una ingeniera recibe al ser contratada la misma remuneración que un hombre con las mismas capacidades. Barbato señala que se están revisando los procedimientos para resolver estos problemas estructurales.
Google está siendo objeto de un intenso escrutinio sobre cuestiones relacionadas con el género. La discriminación salarial es una de ellas, pero también el acoso sexual.