¿Cómo enfrentar el estrés si eres abogado o estudiante de derecho?

El estrés es una realidad que se ha vuelto muy común en el siglo XXI. Se entiende como estado de cansancio mental provocado por diferentes factores, aunque en el caso de los estudiantes suele ser por la exigencia del día a día. Por las clases, los exámenes y la creciente carga laboral que aparece en sus vidas.

Muchos no saben afrontar los problemas que surgen en estos contextos y se dejan atrapar por el estrés. Y en el mundo del derecho es mucho más común de lo que se cree, por lo que hay el riesgo de que todo empeore si no contamos con las herramientas correctas desde el comienzo.

Por eso, hemos reunido estas recomendaciones de Carlos López Díaz en el Manual del Estudiante de Derecho (2010) que enseñarán a controlar estas inevitables situaciones en el momento que recién empiezan. Y en general, te ayudarán a sentirte mejor contigo mismo.

Técnicas de respiración y meditación

Cuando hablamos de relajación hablamos de lo físico y lo mental, ya que cualquier trastorno de uno repercutirá en el otro. Los que han sufrido casos severos de estrés sabrán reconocer que se puede traducir en tensión muscular y espasmo en casos muy crónicos.

Uno de los primeros pasos es desarrollar una correcta respiración. Lo deseable es contar con aire limpio y educar  nuestra respiración para aprovechar adecuadamente sus beneficios.

Vamos a analizar al menos cuatro técnicas básicas que te sacaran de apuros.

a) Respiración abdominal. Requiere inspirar profundo por la nariz, y expirar lentamente por la boca. Hay que repetir este ejercicio hasta sentirse tranquilo.

b) Meditación. Se requiere cruzar las piernas y mantener la espalda recta, en una posición cómoda. Luego hay que centrarse en la respiración. Hay que dejar pasar los pensamientos, que inundarán en un principio la mente pero que luego desaparecerán paulatinamente.

c) Relajación muscular progresiva. Hay que recostarse en el suelo, en una colcha o lugar cómodo; luego hay que apretar y soltar progresivamente los diversos grupos musculares, partiendo por los pies, y desplazando el ejercicio hacia las partes superiores, hasta llegar a la cabeza.

d) Elongación. Hay que permanecer de pie, y siempre respirando lentamente, levantar las manos, estirar el cuerpo hacia atrás, arqueando la columna, como estirándose. También se puede elongar hacia adelante tratando de tocar la punta de los pies, sin forzar el cuerpo ni llegando al dolor

Una buena alimentación

Una de las tareas más complejas, y que quizás nunca se logra del todo por los invasivos  horarios en que viven los jóvenes de ahora. La juventud en sí es
un arma de doble filo ya que lo habitual son los excesos de comida, cigarrillo y
alcohol.

Otra letalidad de esta edad son las bebidas energizantes y una multitud de medicamentos estimulantes que permiten seguir el estudio o, “en el peor de los casos”, la diversión.

Consulta con especialistas y evita seguir cualquier paporreo leído en un sitio web de dudosa reputación o escuchado a algún influencer. Un nutricionista sabrá decirte que tipo de dieta debes seguir y que se adapte a tu estilo de vida.

Aprende a decir no

Lo peor del estrés es que no eliges qué cosas pueden detonar este estado mental. Tú no decides que un examen te estrese o no, tú no decides que un parcial sea más complicado que otro. Pero sí tienes el superpoder de decir que NO a cosas que pueden empeorar tu malestar.

Una manera de hacerlo es, aunque parezca tonto, decir “no” con más frecuencia a cosas que no te desagradan del todo, pero te complicarán emocionalmente luego. Y si no te quede a claro, seguro con estos ejemplos quedará más claro:Debes decir que no a una salida de amigos que luego te llevará a iniciar una tarea a última hora. A un videojuego que interrumpe tu jornada de estudio o una cita en plena semana de parciales.

Busca un “lugar seguro”

Hay series, películas, música y diferentes formas de arte que pueden representar un “lugar seguro” para ti, por diferentes motivos. Ya sea porque está ligado a un recuerdo de la infancia o porque te lleva mentalmente a otros contextos más tranquilos.

Solamente tú sabrás elegir correctamente ese espacio único ligado a tu historia personal. Pero conversar con personas de confianza podría ayudarte a llegar a ese rincón que tal vez no recuerdas y de esa forma, enfrentar el estrés.

Abraza tu sentido del humor

En el momento de que sufres de mucho estrés es difícil reír, pero la risa es un proceso que debe acompañar cualquier mejoría. Así que, complementando lo anterior, sería bueno ver una comedia clásica o similares.

Científicamente, hay ventajas que proviene de promover la risa, como es el caso de:

  • Reduce el tiempo de extensión de un caso de estrés.
  • Reduce la tensión al relajar tus músculos.
  • A largo plazo, la risa también puede ayudarte a mejorar tu sistema inmunitario y tu estado de ánimo.

Busca ayuda profesional

Cualquier consejo que encuentres en este post o en cualquier video de Youtube es un complemento para un tratamiento que debes llevar si es que la situación empeora.

Se cree que la atención de la salud mental es un tema bastante caro y los que afirman esto tienen razón hasta cierto punto. Pero existen alternativas económicas e incluso gratuitas que velan por la salud mental de los peruanos.

En este enlace pueden encontrar los Centros Comunitarios de Salud Mental y sus ubicaciones exactas en todo el país. Y hacemos énfasis en que los tratamientos en estos centros son gratuitos o, en algunos casos, bastante económicos.

 




 

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