Compartimos con ustedes un fragmento del libro esperando que les resulten útiles para una práctica más estratégica en audiencia.
En la serie italiana Il processo se presenta el siguiente interroga torio realizado por el abogado Barone, defensa de la acusada, al testigo Nicola Tomei, conforme citamos:
Defensa técnica: Señor Tomei, ¿conocía bien a Angélica Petroni?
Testigo: Me la encontré alguna vez, éramos vecinos, nada más.
Defensa técnica: Nada más. ¿Es correcto afirmar que usted trabaja en el servicio de cáterin y que ese servicio se encargó de la fiesta donde Angélica Petroni trabajó la noche en que fue asesinada?
Testigo: Sí.
Defensa técnica: Se reconocieron esa noche, ¿o no? ¡Eran vecinos!
Testigo: No. Defensa técnica: Tal vez cuando se vieron se dijeron: «¡Bueno, qué coincidencia! ¡Ambos estamos aquí!».
Testigo: No nos dijimos nada.
Defensa técnica: Tal vez porque Angélica Petroni tenía miedo de usted y sus amenazas. Testigo: Yo no amenacé a nadie. No sé por qué están diciendo que la amenacé, no fue así.
Defensa técnica: ¿Sabe qué es lo que pienso? Que a usted le gustaba Angélica, la veía salir de su casa cada día y decía: «Sería lindo poder salir con ella». Después descubrió que Angélica se prostituía y dijo: «Bueno, al menos pagando puedo finalmente poseerla».
Fiscal: Señoría, estamos escuchando una teoría.
En los ejemplos se aprecia el claro deseo del abogado de utilizar algunas preguntas con la finalidad de desarrollar su estrategia de defensa, realizando juicios de análisis a partir de cada respuesta brindada por el testigo. No lo enfrenta ni sigue la línea de sus contestaciones, ni tanto menos las impugna con declaraciones anteriores, sino que se limita a desacreditarlas a través de reflexiones de argumentación. Estas formas de interrogación son siempre objetables.
