Sumario: 1. Introducción, 2. ¿Qué es el control de precios?, 3. El control de precios y su viabilidad de acuerdo al marco vigente, 4. Consecuencias del control de precios, 5. El control de precios en la historia, en el mundo, en la región y en el Perú, 5.1 Antecedente histórico: el edicto de Diocleciano, 5.2 Control de precios en el mundo, 5.3 Control de precios en la región, 5.4 La experiencia peruana, 6. Alternativas al control de precios, 7.Conclusiones.
1. Introducción
En el Perú, se ha incrementado el precio de diversos productos, debido a muchos factores entre los cuales destaca la guerra entre Rusia y Ucrania. El economista Glen Arce señalo en declaraciones a La Republica que si el conflicto bélico internacional se intensifica, los precios del petróleo seguirán subiendo y los efectos en nuestro país serán fuertes[1]. Esto a razón de que el incremento del precio del combustible afecta a los precios de otros productos porque aumentan los costos de transporte. Asimismo, por las restricciones de China, Rusia está frenando la exportación de fertilizantes como la urea, potasa y amoniaco (insumos claves en todo en el mundo)[2], cuyos precios casi se han duplicado. El alza de precios de productos de la canasta básica regular, fertilizantes y combustibles generó enorme desazón entre los transportistas de carga pesada y agricultores quienes al verse afectados iniciaron un paro generalizado en diversas regiones del Perú. En respuesta, el Ejecutivo ha tomado medidas para paliar este incremento como la eliminación del pago del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) a los combustibles. El titular del equipo ministerial, Anibal Torres, manifestó en conferencia de prensa que los transportistas deben entender que el Gobierno no puede intervenir en un control de precios, porque en el país rige una economía social de mercado.[3] A razón de esto, cuando hay bienes que resultan indispensables para preservar la vida de las personas, surge la siguiente interrogante: ¿Es una buena o mala idea que el estado pueda intervenir en el control de precios o la mejor opción es esperar la regulación autónoma y espontánea del mercado? En ese sentido, el presente artículo pretende de alguna manera, responder a esta interrogante.
2. ¿Qué es el control de precios?
De acuerdo con el economista y docente de la Universidad del Pacífico, Carlos Parodi, el control de precios es: «la fijación de un precio por parte del gobierno, distinto del precio que se determinaría por el mercado».[4] El contenido del control de precios puede ser variado: precios mínimos, precios máximos, precios determinados, entre otros.
3. El control de precios y su viabilidad de acuerdo al marco vigente
En el Perú la legislación prohíbe al Estado, incluyendo al Indecopi, intervenir en la fijación de los precios, salvo para las tarifas de los servicios públicos como la telefonía, la luz o el agua.[5]
En ese sentido, como bien lo señala Luis Carlos Adrianzen «…todo precio deberá ser determinado por las fuerzas del mercado, a menos que se trate de un servicio público regulado».[6]
José Gonzales Cucho y Samuel Yábar Palacios, citando a Kresalja Roselló y Ochoa Cardich, señalan que:
En el Perú, sobre la base de las actuales reglas en materia económica de la Constitución Política de 1993, esta potestad de ordenación de precios se encuentra prohibida. Los artículos 58, 60 y 61 del texto constitucional establecen nuestro régimen económico como una economía social de mercado, donde la iniciativa privada libre, bajo las reglas del mercado, es la premisa base y solo de forma excepcional (y fundamentada en la tutela de otros derechos fundamentales, principios constitucionales o fallas de mercado) se admite la intervención pública en ella.[7]
El TC ha precisado en reiterada jurisprudencia como en la sentencia recaída sobre el Expediente 001-2005-AI, que la libre determinación de los precios por parte de los particulares forma parte del contenido esencial de la libertad de empresa.
De esta forma, se reafirma que el control de precios por razones políticas no está permitido según nuestra Constitución, pues forma parte del contenido esencial de la libertad de empresa, cuya limitación debe ser excepcional. (Gonzales Cucho & Yábar Palacios, p. 49)[8].
Por último, el control político de los precios también está prohibido por una norma con rango de ley de desarrollo constitucional, la Ley Marco para el crecimiento de la Inversión Privada (DL 757), que en su artículo 4 establece que «la libre competencia implica que los precios en la economía resultan de la oferta y la demanda, de acuerdo con lo dispuesto en la Constitución y las Leyes».
3. Consecuencias del control de precios
Una de las primeras consecuencias del control de precios es la escasez de los bienes y servicios sometidos a dicho control, ello a razón de que el proveedor no tendría los incentivos necesarios para producirlos y/o comercializarlos; acarreando e impulsando además que los bienes y servicios se comercialicen en mercados informales o mercados negros, que carecen de regulación.
Otra razón que se debe señalar es que el establecimiento de un precio máximo puede constituir una enorme barrera de entrada cuando los agentes económicos no están en la capacidad de producir o comercializar el bien o servicio al precio establecido. Es decir, cuando el precio máximo no cubre los costos y márgenes de ganancia de la empresa, esta se verá obligada a retirarse del mercado o a no entrar en él. (Gónzales Cucho & Yábar Palacios, p. 52).[9]
Entonces, determinar un valor máximo sobre un producto limitaría la ganancia de los comerciantes y productores. Como consecuencia, y con el fin de ajustar sus costos de producción a los precios fijados, las empresas podrían adulterar la calidad de aquellos productos que aún ofrecen en el mercado. A esto se suma una mayor demanda de los consumidores por los productos controlados que se venderían a un menor precio, lo cual causará que estos se agoten rápidamente. Además, si las empresas no pueden cobrar un precio que les permita obtener ganancias, se verán desincentivadas a invertir en el sector controlado ya sea en innovación o mejoras de la calidad.
4. El control de precios en la historia, en el mundo, en la región y en el Perú
4.1. Antecedente histórico: el edicto de Diocleciano
En el Imperio Romano, es conocido el edicto de Diocleciano el cual establecido un precio y un salario máximo legal para todos los productos y ocupaciones en Roma. El emperador romano se tomó muy en serio el problema ya que prescribió la pena de muerte a todo aquel que violara sus disposiciones y a cualquiera que simplemente distrajera bienes del mercado para evitar estas medidas, una actuación obvia si no podía obtenerse un buen precio. Lactancio registró exactamente lo que pasó: a pesar de la represión, hubo una retirada masiva de bienes y un aumento de precios incluso mayor, que condujo a la rescisión final del edicto (Gonzáles, p.133)[10] .
El edicto no fue efectivo ya que no controló el aumento de los precios, generando escasez y empeorando sustancialmente la crisis económica que ya afectaba al Imperio.
4.2 Control de precios en el mundo
Según el Banco Mundial, los países en desarrollo son los que más aplican controles de precios. La gran mayoría de estos países imponen controles de precios a los productos alimenticios y del sector energético. En cambio, los países más desarrollados utilizan estas políticas en mucha menor medida. Asimismo, los controles de precios tienden a ser más restrictivos en países emergentes que en países avanzados.
4.3 Control de precios en la Región
Uno de los casos más recientes es el de Argentina, que amplió la lista de productos que forman parte del programa Precios Cuidados, el cual establece precios máximos a bienes considerados de primera necesidad, entre alimentos y productos de limpieza. En consecuencia, los productos sujetos al programa comenzaron a escasear en los supermercados a tan solo una semana de aplicada la medida.
5. Experiencia en el Perú
Acorde con el Instituto Peruano de Economía (en adelante IPE) el Perú cuenta con una amplia experiencia en controles de precios y los daños que esta medida genera. Por ejemplo, en la década de los ochenta, el gobierno estableció precios fijos a diversos productos alimenticios. Como resultado, escasearon los alimentos y se generaron largas colas en los mercados. También se controló el tipo de cambio, lo cual incentivó el surgimiento de un mercado negro de divisas.[11]
6. Alternativas al control de precios
Entre las alternativas que señala el IPE, está el fomento de la competencia en los mercados, lo cual permitirá reducir el precio de los productos. Para ello, es necesario generar las condiciones que permitan incrementar la disponibilidad de los productos altamente demandados.[12]
Por otro lado, se debe asegurar un mayor acceso a información sobre la disponibilidad, características y variedad de precios de los productos. De este modo, los consumidores podrán comparar precios y tomar mejores decisiones de compra.
Por último, se debe fortalecer la regulación contra prácticas anticompetitivas, tales como acuerdos para fijar precios y cantidades de productos ofertados. En Perú, el Indecopi es la entidad encargada de evaluar y sancionar las conductas anticompetitivas de las empresas. Sin embargo, aún existen espacios de mejora respecto a su eficiencia y rapidez de resolución de denuncias.
7. Conclusiones
Los efectos negativos del control de precios son diversos y riesgosos, resultando la cura peor que la enfermedad. En efecto, generan escasez, disminución de la oferta,
proliferación de mercados negros, menos incentivos para innovar y competir, adulteración de la calidad de los productos sometidos a control, dificultad del ingreso de nuevas empresas a un mercado concreto, entre otros. Optar por el control de precios implicaría una restricción considerable de derechos fundamentales como la libertad de empresa y de las reglas de la economía social mercado, donde el precio es determinado por la ley de la oferta y la demanda. Los antecedentes históricos, mundiales, en la región y en nuestro país en la década de los 80, demuestran que decantarse por el control de precios simplemente es una buena intención, pero con malos resultados.
[1] Respuestas- La República. «Subida de precios: ¿Qué productos incrementaron su costo en las últimas semanas?» En La República. Perú: Lima,2022. Disponible en: https://bit.ly/3jnuj2X.[consultado el 4 de abril de 2022].
[2] El País – Economía. «La crisis de los fertilizantes rusos cultiva un mundo de sufrimientos”. En Cinco Días– El País. Disponible en https://bit.ly/3vc2EHL.[consultado el 8 de abril de 2022].
[3] El Peruano. «Gobierno anuncia acuerdo con transportistas para levantar huelga y bloqueo de vías». En El Peruano,2022. Disponible en https://bit.ly/3jqYiqt.[consultado el 5 de abril de 2022].
[4] Parodi, Carlos. «¿Qué es el control de precios?». En diario Gestión, 2021.Disponible en https://bit.ly/3xeyohN.[Consulta: 5 de abril de 2022].
[5] Indecopi, «¡Ya lo sabes!: Conoce cómo se fijan los precios y en qué casos el Estado puede regularlos». En Indecopi: https://bit.ly/3Kss6Pv. [Consulta: 6 de abril de 2022].
[6] Adrianzén Rodríguez, Luis «El control de precios excesivos en el derecho de la competencia europeo y su aplicabilidad en el Perú». En Revista de la Competencia y la Propiedad Intelectual, núm.5, vol. 3(2007), p.52.
[7] Gonzáles Cucho, José y Yábar Palacios, Samuel. «Cuando el remedio resulta peor que la enfermedad: riesgos del control administrativo de precios». En THEMIS, núm.78, vol.2(2020), p. 48.
[8] Ibid., p. 49.
[9] Gonzáles Cucho, José y Yábar Palacios, Samuel.Op. cit., p. 133.
[10]González García, Alberto. «La inflación en el Imperio Romano de Diocleciano a Teodosio». En Documenta & Instrumenta, núm.9, vol. 9(2011), p.133.
[11] Instituto Peruano de Economía (IPE), Control de precios: ¿Remedio o enfermedad? Perú: IPE, 2021, p.3.
[12] Instituto Peruano de Economía (IPE), Especulación y acaparamiento: no repitamos los errores del pasado. Perú: IPE,2020, p.1.