El presidente del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), Guido Aguila Grados, en su columna Tribuna Constitucional que se publicó ayer 10 de enero en el diario Expreso, bajo el título «Magistrados apasionados», reflexionó en torno al ejercicio de la magistratura.
Destacamos la columna porque, entre otras cosas, revela un hecho en el que cabe parar mientes: nuestros fiscales, al parecer, quieren ser jueces. En un tramo de su escrito, Guido Aguila lanza una cifra reveladora extraída del último procedimiento de nombramientos para jueces: el 73 por ciento de postulantes que pasaron a la entrevista personal eran nada menos que fiscales en funciones.
A continuación las palabras del presidente del CNM:
Sería fantástico que todos los magistrados del país tuvieran pasión por su función. La inmensa mayoría la tiene y desarrollan sus responsabilidades conviviendo con limitaciones de toda índole. Se advierte que, a pesar de todas las dificultades, disfrutan lo que hace. Sin embargo, sorprende que en el último procedimiento de nombramiento de jueces, el 73% de postulantes que llegaron a la etapa de entrevista personal eran fiscales en funciones. Puede interpretarse que no sienten la labor fiscal. Además, el fiscal cumple un rol muy distinto al del juez.
Mejor sería encontrar un fiscal adjunto que sueñe con ser Fiscal de la Nación. También es impactante el número de jueces que pretenden una labora administrativa más que jurisdiccional. No nos referimos al entendible y sano propósito de presidir una Corte o de pertenecer al órgano de control, sino a la búsqueda permanente de saltar de una labor administrativa a otra cada dos años.
¿Qué les parece? Estaremos atentos a sus comentarios.