En Estados Unidos, el debate sobre el aborto ha revivido debido a la filtración de un borrador de sentencia de la Corte Suprema de Justicia en la que una mayoría de sus jueces anularían la sentencia conocida como «Roe vs. Wade«, que es la jurisprudencia más importante alrededor de la legalización de la interrupción legal del embarazo en Norteamérica.
¿Qué ha pasado y qué consecuencias tendría si 5 de 9 jueces votan por anular la sentencia? En este post de Juris.pe vamos a resolver estas dudas.
El caso «Roe vs Wade»
No podemos explicar la polémica si no volvemos en el tiempo para revisar el caso que originó todo. Hace casi cincuenta, el 22 de enero de 1973, la Corte Suprema de Estados Unidos estableció en una histórica decisión que el derecho al respeto de la vida privada garantizado por la Constitución se aplicaba al aborto.
Todo empezó con una querella interpuesta tres años antes por Jane Roe, seudónimo de la ciudadana Norma McCorvey. Ella era una madre soltera que buscaba la posibilidad de abortar, embarazada por tercera vez y con un relato trágico ligado a la violencia sexual. De pequeña sufrió abuso por un familiar y sus dos embarazos previos al juicio, producto de relaciones violentas, concluyeron con los pequeños siendo adoptados. De hecho, la defensa afirmó que el embarazo que buscaba detener era producto de una violación.
En la época de McCorvey (o Roe), el aborto era permitido bajo circunstancias limitadas en 16 estados. Esas circunstancias eran aquellas que pusieran en peligro a la madre. Una decisión favorable a la mujer embarazada por parte de la Corte Suprema anularía las decisiones estatales y por eso el caso llamó la atención desde el comienzo.
Jane Roe comenzó un proceso contra el fiscal Henry Wade, dándole origen al nombre conocido del caso. La Corte Suprema esperó a que el ambiente político estuviera en su punto más candente, con la reelección de Richard Nixon, para emitir su decisión, amparada en siete votos contra dos.
Los jueces sostuvieron que el derecho de una mujer al aborto se incluía en el derecho a la privacidad protegido por la Decimocuarta Enmienda. La decisión otorgó a la mujer el derecho de abortar durante la totalidad del embarazo, pero a la vez reconocía la «naturaleza sensible y emocional del debate sobre el aborto, los puntos de vista rigurosamente opuestos, incluso entre los médicos, y las convicciones profundas y absolutas que la cuestión inspira».
Intentos por anular la sentencia
Como hechos curiosos a resaltar hay que señalar que Roe ya había dado a luz al bebé de su tercer embarazo al momento de que se emitió la sentencia favorable. Y décadas después, apareció en medios convertida en una militante antiaborto y afirmando que se encontraba arrepentida por lo que significó su caso para la masificación del aborto.
De hecho, la propia Jane Roe fue protagonista de uno de los intentos más conocidos por anular la sentencia, al presentar una moción ante la Corte en el 2003. Para esta petición proporcionó mil declaraciones firmadas por mujeres que testificaron estar arrepentidas de haberse realizado un aborto y con ellas sustentar que el procedimiento era dañino de forma psicológica y física. Su petición fue denegada.
Más allá de este llamativo hecho, «Roe vs Wade» siempre estuvo en medio del debate. El ala evangélica del Partido Republicano, durante la década de los setentas, exigió a la Casa Blanca que los candidatos a jueces del Tribunal Supremo fueran antiabortistas y que se comprometieran a revocar el caso. Algo que no se dio debido a la presencia de jueces liberales y una mayor presencia femenina promovida por el presidente de entonces, Ronald Reagan.
Los noventas fueron una época decisiva para el caso, ya que se dio otro debate en el marco del caso «Planned Parenthood v. Casey» que parecía ser decisivo para anularlo. Sin embargo, los jueces nombrados por Reagan tuvieron posiciones firmes por mantener el valor de la sentencia. La presencia en el Tribunal de Ruth Bader Ginsburg, reconocida activista por los derechos de la mujer, sirvió para mantener la vigencia de «Roe vs Wade» por más décadas.
Todo cambió durante el gobierno de Donald Trump, que incluyó desde un comienzo la promesa de derogar la sentencia y la nominación de jueces conservadores, cuyo rol ha resultado decisivo en el borrador filtrado.
¿Por qué se está evaluando el caso nuevamente?
La Corte Suprema está considerando un nuevo caso legal, «Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization», que desafía la prohibición del aborto después de 15 semanas en Misisipi. Según la filtración de la sentencia gracias a un medio político de Estados Unidos, seis de los nueve jueces apoyan la idea de anular «Roe vs Wade» por haber sido un «error flagrante».
El juez Samuel Alito, por ejemplo, afirma en el texto que «ha llegado el momento de acatar la Constitución y devolver el asunto del aborto a los representantes elegidos por el pueblo».
El documento filtrado cuenta con 98 páginas y es un “primer borrador” de un fallo definitivo que se espera para finales de junio o principios de julio. Y los especialistas creen que hay pocas posibilidades de que lo visto allí cambie, precisamente porque la Corte cuenta con una supermayoría conservadora inédita en décadas de seis jueces contra tres. Eso debido a lo mencionado en párrafos superiores, en relación a Trump.
El borrador menciona también que hubo al menos cinco votos para anular «Roe vs. Wade» cuando los jueces se reunieron en privado después de los argumentos orales del caso, a finales del año pasado. Recordemos que, cuando hay por lo menos cinco jueces a favor de alguna decisión, esa pasa a ser la opinión de la Corte que representa el precedente final.
En ese proceso, el juez de mayor veteranía entre los cinco votantes tiene el privilegio de escoger cual de ellos escribirá la opinión del Tribunal. Si el juez presidente se encuentra entre la mayoría, el privilegio pasa a él.
¿Qué pasaría si la Corte Suprema anula la sentencia Roe contra Wade?
Especialistas norteamericanos coinciden en que si la Corte Suprema anula Roe vs. Wade “sería un precedente gravísimo” porque la legislación sobre el aborto quedaría en manos de los estados nuevamente. Y a la fecha, se sabe que 25 estados de los 50 existentes tienen legislación en contra del aborto ya desarrollada o por aprobarse.
Esos estados son, en orden alfabético: Alabama, Arizona, Arkansas, Georgia, Idaho, Indiana, Kentucky, Louisiana, Michigan, Misisipi, Misuri, Nebraska, Carolina del Norte, Dakota del Norte, Ohio, Oklahoma, Pensilvania, Carolina del Sur, Dakota del Sur, Tennessee, Texas, Utah, Virginia Occidental, Wisconsin y Wyoming.
La alternativa para las mujeres que deseen abortar en esos estados sería viajar a un estado donde el aborto es legal o pedir píldoras por internet desde fuera del país. La primera opción demandaría, según calculados estimados, viajes en carretera de seis horas y los gastos relacionados a un viaje de esas características.
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