La Primera Sala Penal de Apelaciones en Adición Liquidadora, integrada por los magistrados Robín Helbert Barreda Rojas, Jonatan Basagoitia Cárdenas y Jenner Ower García Durán, confirmó la sentencia de 30 años de pena privativa de libertad impuesta a Delia Flor Castillo Rojas por la comisión del delito contra la dignidad humana —explotación—, en la modalidad de explotación de niños, niñas y adolescentes, en agravio de una menor de 13 años.
La condena se computará desde el 21 de junio de 2022, fecha de su detención, hasta el 20 de junio de 2052, día en que la sentenciada deberá ser puesta en libertad, salvo que exista otro mandato judicial vigente.
Decisión judicial
La Sala desestimó los argumentos de la defensa técnica al verificarse, mediante el protocolo de pericia psicológica N.º 001710-2022-PS-EP, que la procesada no presenta alteraciones mentales ni deterioro cognitivo, conservando plena conciencia de la realidad. El perito concluyó, además, que la acusada simuló síntomas con el propósito de evadir responsabilidad y presenta rasgos de personalidad que la harían proclive a cometer actos como el investigado.
Castillo Rojas alegó haber sido abandonada por su defensa pública y haber recibido una defensa ineficaz. No obstante, el Colegiado Superior comprobó que contó con varios abogados —tanto de libre elección como de defensa pública— durante todo el proceso, incluyendo las etapas de investigación, juicio oral y apelación. Tampoco presentó documento alguno que acredite el supuesto abandono de su defensa, por lo que dicho argumento fue declarado infundado.
El Colegiado compartió el razonamiento del Juzgado Penal Colegiado Transitorio, al considerar acreditada la comisión del delito y la responsabilidad penal de la procesada, con medios probatorios suficientes para desvirtuar la presunción de inocencia. En consecuencia, confirmó la sentencia de primera instancia.
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Hechos acreditados
Según la tesis fiscal, la madrina de la menor denunció ante efectivos policiales un presunto acto de violación sexual en agravio de su ahijada R.E.S.C. (13 años), lo que permitió una rápida intervención. Durante el juicio oral, los policías Barrera Arias y Bartra Pérez declararon que la denunciante informó que la menor estaba siendo ultrajada en un inmueble del distrito de Callería.
Al ingresar al lugar, los agentes hallaron una habitación rotulada con el nombre «Lobo», donde se encontraban Delia Flor Castillo Rojas, su hija agraviada y un sujeto identificado como Nadiel Achoy Yaicate, alias “Lobo”.
La Fiscalía precisó que, pese a ser horario escolar, la menor había sido retirada de su centro educativo por su madre, quien la vistió con ropa ligera, la maquilló y la llevó al inmueble donde se consumó el delito. La agraviada declaró en Cámara Gesell que su madre la maquillaba, le pintaba los labios de rojo, la vestía con prendas pequeñas y la presentaba ante sus agresores sexuales.
El Ministerio Público determinó que, aproximadamente a las 9:40 a. m. del 21 de junio de 2023, la acusada trasladó a su hija al domicilio de Nadiel Achoy Yaicate, a quien previamente se le entregó S/600 para mantener contacto sexual con la menor.
Con información de la Corte Superior de Justicia de Ucayali.