¿Matrimonio entre fiscales en Moquegua?

Como muchas mujeres, las fiscales también tienen derecho a soñar con casarse vestidas de blanco, una gran fiesta y mariachis. Adela Espinoza Barrera, fiscal adjunta de Prevención del Delito en Moquegua, habría cumplido ese sueño al comprometerse con Leonid Rodríguez Ayerbe, jefe de Control Interno de esa Fiscalía, pero el sueño se desvaneció en pocos días. O al menos eso se aparenta.

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Todo empezó cuando en la cuenta de Facebook de Urbania Studios (estudio de fotografía) se publicaron fotografías de la boda de los fiscales. Leonid aparece muy cariñoso con Adela, de impecable blanco y sonrisa eterna. Un momento Kodak.

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Ahí se encendieron las alarmas. Ocurre que la Ley de la Carrera Fiscal (Ley 30483), en su artículo 41, precisa que un fiscal incurre en incompatibilidad cuando tiene parentesco o por afinidad de matrimonio o unión de hecho. En cristiano: si se casan entre fiscales, no pueden laborar en el mismo distrito fiscal.

No me caso, no me caso

Como Leonid y Adela saben que la ley es ley, de inmediato se ocuparon en desmentir los hechos, pero cayeron en contradicciones. Leonid Rodríguez envió una carta de trece páginas a una emisora. Allí afirma que no hubo boda. Que se trató de una fiesta de bendición de novios a pedido de su madre que está grave de salud en Cusco. O sea, según Rodríguez, armó tremenda jarana, con invitados y mariachis, para tomarse fotos y vídeos con su novia para complacer y alegrar a su madre.

Lo que no se imaginó es que la novia desbarataría su cuartada. Adela escribió en su cuenta de Facebook que no mantiene ningún tipo de relación con Leonid. Lo negó sin ningún reparo. “La suscrita únicamente hizo un favor”, escribió con ese lenguaje de sentencia o parte policial.

Cuando la prensa los buscó para recoger su verdad, se negaron a declarar. El párroco de Samegua, quien los habría casado, tampoco aparece, dicen que se fue de vacaciones. Y el estudio fotográfico también se rectificó. En un comunicado en Facebook dijeron que cometieron un error al poner “boda”, que en realidad se trató de “una sesión fotográfica de novios por la salud de la madre del Sr. Leonid”.

Antes de la boda y de la negación, el Colegio de Abogados de Moquegua ya había advertido de esta historia de amor entre los fiscales.

El 14 de diciembre de 2017 (nueve días antes del matrimonio o bendición de novios), enviaron un documento a Juan José Machicao, presidente de la Junta de Fiscales de Moquegua, diciéndole que los fiscales son convivientes hace mucho tiempo. Y el 3 de enero, enviaron otro comunicando indicando que ya se habían casado el 23 de diciembre. Moquegua es una ciudad pequeña, los secretos duran poco.

Machicao dijo a La República que enterado de la boda, dio parte a la Fiscalía Suprema de Control Interno. Reconoció que este tipo de hechos daña la imagen del Ministerio Público. En los siguientes días se definirá la situación de ambos fiscales.


26 Ene de 2018 @ 10:00

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