La muerte presunta de Tony Stark, por Carlos Calderón Puertas

Sumario: 1. Introducción. 2. El nacimiento de Iron Man. 3. La muerte de Tony Stark. 4. El reconocimiento de existencia.


1. Introducción

A Stan Lee y Jack Kirby, también a los menos conocidos Larry Lieber y Don Heck, se debe la creación de Iron Man en el año de 1963. La película, estrenada en el 2008, fue producida por Marvel Studios[1].

Anthony Edward (esos eran sus nombres de pila, si aún es posible admitir esa expresión) era hijo de Howard y María Stark, dueños de Industrias Stark, a quienes hereda luego de que estos fallecieran en un accidente automovilístico producido o por un defecto en los frenos, como se menciona en las primeras publicaciones, o por un atentado, como se lee en The Iron Age (1988), o asesinados por “Bucky” Barnes, como se ve en Capitán América: Civil War (2016).

Más allá de estos multiversos narrativos, lo cierto (el adjetivo es claramente confuso tratándose de comics) es que Tony Stark se hace director de la empresa y, como tal, se dedica a construir armamento para su país. Iron Man es un héroe nacido en plena guerra fría y su vocación inicial es la defensa de los valores que encarnan el nacionalismo norteamericano más impetuoso, de la misma forma que Steven Rogers, es decir, el Capitán América, comic que se hizo conocer en 1941, representaba al héroe que luchaba contra el enemigo nazi, guarecido por un escudo elaborado por Howard Stark.

2. El nacimiento de Iron Man

En un viaje a Afganistán[2] para probar el misil Jericó, Tony Stark es capturado en una emboscada organizada por Obadiah Stane[3], accionista de Industrias Stark. Alguna de las esquirlas derivadas de las explosiones que se lanzaron a su Humvee se incrustaron en su corazón y solo es salvado de morir gracias a la ayuda del científico chino Ho Yinsen, quien le colocó un electroimán para evitar su muerte y luego un reactor arc.

Es con Ho Yinsen que Stark fabrica la primera armadura Iron Man. Lamentablemente, el científico chino muere cuando intentaban escapar, pero Stark, cuya armadura sufre fallas, es encontrado en el desierto afgano y salvado.

3. La muerte de Tony Stark

Tanto el cine como la literatura han retratado la historia de personas dadas por muertas que se reincorporan a la sociedad. Ahí se tiene a Luigi Pirandello con La muerte del difunto Matías Pascal o la propia incursión en la narración de José Carlos Mariátegui en La novela y la vida. El cine francés, por su lado, creó en base a una historia real sucedida en el siglo XVI, El regreso de Martin Guerre, cuyo remake en Estados Unidos, pero ambientada en el período post guerra civil, fue Sommersby, cinta en la que participaron Richard Gere y Jodie Foster. Una cinta un poco más cercana es Náufrago de Robert Zemeckis, en el que un confundido Tom Hanks logra escapar de una isla solitaria para encontrar a su esposa casada con otro.

Tony Stark es también un muerto presunto. Cuando él regresa a Estados Unidos, Industrias Stark es dirigida por Obadiah Stane. Sin heredero alguno y, probablemente, aprovechándose de cláusulas societarias referidas a la transmisión de acciones en caso de muerte del accionista, Stane se hace de la empresa.

Si se tratara de nuestra legislación eso se lo hubiera permitido el segundo párrafo del artículo 240 de la Ley General de Sociedades, cuyo texto dice: “Sin embargo, el pacto social o el estatuto podrá establecer que los demás accionistas tendrán derecho a adquirir, dentro del plazo que uno u otro determine, las acciones del accionista fallecido, por su valor a la fecha del fallecimiento”. También hubiera sido posible que la sociedad adquiera sus propias acciones, conforme lo prescribe el artículo 104 de la referida ley. Se haya utilizado uno u otro procedimiento, Stane alcanza su objetivo.

Desaparición, ausencia y declaración de muerte presunta son las etapas que sigue nuestro ordenamiento civil cuando, no habiéndose determinado con exactitud la muerte de una persona, es altamente probable que esta haya acontecido[4]. Así el artículo 49 del Código Civil refiere que a partir de dos años de que se tuvo las últimas noticias del desaparecido puede declararse ausente a alguien; a su vez, el artículo 63 del Código Civil hace alusión a que después de la ausencia es factible solicitar la declaración de muerte presunta.

No parece que la desaparición de Tony Stark haya durado dos años, aunque queda claro que la confección de su armadura tomó buen tiempo. Sin embargo, no son las normas antes señaladas las aplicables a su caso; más bien, el supuesto se encontraría incluido en las circunstancias especiales que rodearon su desaparición. El inciso 2 del artículo 63 del Código Civil prescribe que procede la declaración de muerte presunta, sin que sea indispensable la de ausencia: “2. Cuando hayan transcurrido dos años si la desaparición se produjo en circunstancias constitutivas de peligro de muerte. El plazo corre a partir de la cesación del evento peligroso”. Explosión de su vehículo, la muerte de sus compañeros, encontrarse en zona de conflicto y estar en medio del desierto afgano lo colocaban en dicha situación. A partir de ahí cualquiera que tuviera legítimo interés en los negocios del afectado (artículo 47 del Código Civil) pudo solicitar la declaración de muerte presunta.

Con ella se trata de poner fin a un estado de incertidumbre jurídica sobre la propia existencia del individuo, sus relaciones con los demás y su propio patrimonio, en orden a tomar las decisiones necesarias en torno a una situación jurídica que necesita esclarecerse. Es, asimismo, una decisión judicial que fija el momento del fallecimiento de una persona. De otra parte, que se utilice la expresión “muerte presunta” implica que estamos ante una presunción que, eventualmente puede derrotarse y, que de hecho, como la literatura y los propios casos judiciales lo demuestran, puede presentarse en cualquier momento.

Eso fue lo que ocurrió con Tony Stark.

4. El reconocimiento de existencia

En el número 1 de Heroes return: Iron Man[5] se cuenta que Tony Stark inició un procedimiento judicial, sin duda de reconocimiento de existencia: “(S)olo hace unos días –dice la revista- el Tribunal de Sucesiones del Estado de California declaró que Stark, dado por muerto hace meses, estaba vivo y dispuesto a recuperar las riendas de sus bienes, incluyendo su fortuna personal y su extensa cartera de inversiones”.

Si hubiera estado en el país, lo que hubiera correspondido hacer era un procedimiento no contencioso, citando a quienes declararon la muerte presunta (Obadiah Stane) a fin de poder reivindicar sus bienes (artículo 69 del Código Civil). Si es posible que lo logre es tema a debatir, si se tiene en cuenta la existencia de terceros adquirentes de buena fe.

Es a partir de su existencia recobrada que los conflictos en Industrias Stark se agudizan, Tony es despojado de la dirección por la Junta de Accionistas debido a la visión antiarmamentista con la que ha llegado luego de su secuestro[6] y empieza su gran batalla con Stane, a quien solo podrá vencer con la ayuda de Virginia Potts. Pero esa relación es otra historia.


[1] Aquí se sigue la secuencia fílmica sin ignorar la información que traen los propios comics.
[2] En el comic la referencia no es a Afganistán, sino a Corea.
[3] Así sucede en el film del 2008. En otras versiones, Stane fue una especie de albacea que perdió su poder llegada la mayoría de edad de Stark o dueño de Stane International que se apropia de las empresas Stark. Stane, además, fue colega de Norman Osborn, el Duende Verde, otro de los personajes de Stan Lee y, como se sabe, enemigo de Spider Man.
[4] “En el primer caso no hay razón especial para poner en duda la vida del desaparecido, aunque su falta de presencia y el descuido en que quedaron sus asuntos (si los tenía) exige que (cuando sea preciso) se nombre un defensor para que los atienda. En el segundo, al resultar insólito que, viviendo, no se sepa de él, se duda si el ausente vive o no, pero se estima más probable que sí. En el tercero, sin estarse nunca seguro de la muerte, se considera más probable que haya acaecido”. Albaladejo, Manuel. Derecho civil. Vol. 1. Barcelona: Librería Bosch, 1983, p. 334.
[5] Heroes return No. 1-12. Edición 2010.
[6] “Tony, ¿tú quién crees que te sacó?” Es la pregunta que Stane le hace a Stark.


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