Un lamentable episodio que pone sobre el tapete las deficiencias de nuestro sistema de defensa pública se produjo en una audiencia de la Corte Suprema. El defensor público JVCC encarnó la poca importancia que el Estado le da a la defensa pública.
La escena se produjo en la audiencia de apelación de prisión preventiva contra el exjuez Orestes Vega Pérez y otros investigados, por sus presuntos vínculos con la supuesta organización Los Cuellos Blancos del Puerto, el pasado cinco de marzo de 2019.
Todo comenzó cuando el defensor consignaba sus datos personales. El abogado tuvo dificultades para darle su nombre y su número de celular al colegiado presidido por el magistrado supremo Jorge Luis Salas Arenas.
En el desarrollo de la diligencia, el doctor Salas Arenas se dirigió al defensor y le dijo que aun cuando en nuestro sistema no se usa determinadas prendas para trabajar en la audiencia (peluquines, togas o estolas), sí teníamos que asistir ataviados: «El señor defensor público ha venido tan rápido que se ha olvidado su saco», dijo el juez para luego rematar: «Lo veo muy ligero».
El letrado se excusó aduciendo que ni bien llegó a su oficina le hicieron saber que tenía que asistir la audiencia. Ese dato fue revelador. En ese momento el magistrado advirtió que el defensor público no tenía ninguna idea de lo que iba a suceder en la audiencia: «Con sinceridad doctor [no sé de qué se trata], a la última hora me han designado, doctor», confesó el defensor.
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A continuación transcribimos lo que pasó en la audiencia.
Juez: El señor defensor público ha venido tan rápido que se ha olvidado su saco. No es que estemos cargados de formalismos. Nosotros no usamos peluquín como en otros lugares, tampoco usamos toga, ni estola ni cosas por el estilo. Nuestra única distinción es la utilización de una cinta de colores. Cada color tiene su significado, su concepto. Pero lo que sí tenemos que hacer es, salvo en en la selva por razones obvias, venir ataviados. Lo veo muy ligero.
Defensor público: Sí, doctor.
Juez: ¿Usted no defiende en la Corte Suprema?
Defensor público: Doctor, me enviaron de la Dirección para la defensa necesaria. Llegué a la oficina y me señalaron que había una audiencia en la Corte Suprema, doctor.
Juez: O sea usted no sabe de qué se trata.
Defensor público: Con sinceridad doctor, a la última hora me han designado, doctor.
Juez: ¿Usted viene por quién?
Defensor público: Doctor, soy defensa necesaria. No me han asignado a ninguna de la partes.
Juez: O sea usted no tiene conocimiento de por quién viene, pero viene usted, toma asiento y ya está. Usted nos tiene que decir eso pues, doctor: «No sé señor, me han asignado recién», porque es parte del Estado proporcionar una defensa razonable.
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