¿Qué fuentes puedo citar en una investigación académica? Tips y herramientas

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Gracias al internet y a Google, tenemos un mar gigantesco de información al alcance de nuestra mano. Millones de páginas y entradas que contienen datos que pueden ser vitales para nuestra investigación… o que pueden arruinar por completo nuestro propósito.

Tomar cualquier fuente y usarla como un recurso para estructura tu texto es un error que muchos cometen. Ya sea por la rapidez o la ignorancia, existen quienes confían en un enlace aparentemente fiable pero lleno de mala información. ¿Cómo podemos identificar la desinformación? ¿Cómo se analiza una buena fuente? ¿Qué herramientas podemos usar para encontrar información fidedigna?

En esta publicación lo descubriremos, pero antes deberíamos saber que son las fuentes de las que tanto hablamos.

Tipos de fuentes

Existen tres tipos de fuentes que debes conocer. Las fuentes primarias son las que contienen información nueva y original, resultado de un trabajo intelectual inédito. Un trabajo personal, en el que el autor es un testigo directo de los hechos en cuestión.

Este tipo puede aparecer en forma de libro, articulo de revista, investigación, entre otras. En ese sentido, una fuente secundaria puede aparecer también en esas formas, pero es una interpretación o análisis de lo visto en una fuente primaria.

Dicho eso, se considera también como fuentes secundarias a enciclopedias, antologías, directorios, libros o artículos que interpretan otros trabajos o investigaciones.

Finalmente, una fuente terciaria organiza las fuentes primarias y secundaria para facilitar el acceso rápido a la información. Resúmenes, bibliografías y directorios son parte de este tipo de fuente.

Recomendaciones básicas

Listo, ya sabes como identificarlas, ahora debes empezar a buscarlas y seleccionarlas. ¿Cómo lo haces?

Existen ideas básicas que debemos considerar al momento de iniciar la búsqueda de nuestra bibliografía. Una de ellas es no limitarnos al contenido virtual y visitar las bibliotecas universitarias y otras a las que tengamos acceso, ya que el contenido se encuentra mejor seleccionado.

Aquí encontramos además la información mejor catalogada y especialistas que pueden guiarnos para desempeñar un mejor trabajo. Pero sí quieres limitarte a una búsqueda digital, debes ser exigente al momento de seleccionar.

La primera opción que siempre se nos presenta es Wikipedia, pero esta web no es tomada en serio en conversaciones académicas, a pesar de ser un referente para información general. Tengamos en cuenta un estudio publicado en el Journal American Osteopathic Association, donde se determinó que al revisarse diez artículos seleccionados al azar, nueve contenían errores. Entre fallas ortográficas, imprecisión en las fechas o datos completamente errados. Algo que se da de forma consistente al repetir el experimento y que ustedes mismos pueden realizar si disponen del tiempo.

Esto se debe a que páginas como Wikipedia trabajan bajo un esquema en el que cualquier usuario puede realizar ediciones al material.

Otro elemento a descartar son las autopublicaciones. Entendemos que entran a esa categoría los libros autopublicados, fanzines, páginas webs personales, blogs, foros de discusión o publicaciones en redes sociales por parte de no especialistas.

Análisis de una fuente 

María Pinto, especialista en Documentación de la Universidad de Granada, diseñó un modelo que sirve para evaluar el valor de posibles fuentes. Cinco criterios e indicadores que les presentamos a continuación

Autoría. Aquí se debe investigar la información del autor y su formación, encontrar un medio de contacto con él para posibles consultar y evaluar las razones por las que pudo haber elegido el medio en cuestión para publicar su trabajo.

Audiencia. ¿A qué audiencia está dirigida la fuente? Su utilidad puede depender mucho de este factor.

Actualización. ¿Cuándo fue creado el documento o publicación? ¿Ha sido actualizado? ¿Contiene enlaces obsoletos o incorrectos?

Contenido. En este punto, la autora pide revisar la precisión, rigurosidad y objetividad del texto. Todo a través de estas preguntas.

¿Trata el tema de forma amplia y desarrollada?
¿La información presentada es relevante?
¿Está expresada de forma clara?
¿Los argumentos son lógicos?
¿Los hechos propuestos están documentados?
¿Añade otros puntos de vista?
¿Cómo está organizado el contenido? ¿Incluye índices, gráficos, tablas que completan la información?
¿Cómo está estructurada la obra? ¿Tiene prólogo, introducción, desarrollo del contenido en capítulos o secciones, conclusiones, anexos?

Editor. El editor debe ser especialista en el tipo de obras que edita. Dicho eso, debes comprobar si estamos ante un editor comercial, una universidad, un organismo público u otro tipo de institución.

¿En qué buscadores y páginas puedo consultar?

Para no perderte, te recomendamos algunos de estos buscadores académicos diseñados especialmente para trabajos profesionales. En ellos se cuenta con un sustento verificable y son respetados dentro de la comunidad.

Google Académico. Google, consciente de que es necesario separar el contenido general del académico, creó este buscador. Muestra solo contenido verificado y sustentado. El favorito de la comunidad.

SciELO. Según sus siglas en inglés, Scientific Electronic Library Online, es una biblioteca virtual basada en revistas científicas y escritos académicos sobre temas diversos.

HighBeam Research. Al igual que los anterior, este buscador cuenta con revistas especializadas, investigaciones , libros y artículos organizados como mucha precisión según tema, autor o evento

Dialnet. Conocido como uno de los mayores portales bibliográficos del mundo que se centra en literatura científica hispana. Su sabe de datos sobrepasa las diez mil revistas y más de ciento sesenta mil tesis.

Redalyc. Esta web forma parte de la Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe. Es una de las principales fuentes de información académica de la región, junto a Dialnet.

Asimismo, si buscas fuentes de información menos complejas, para trabajos de menos rigurosidad pero que aún así requieren de fuentes confiables, te recomendamos Kahn Academy, con información bastante precisa sobre matemática; Perú Educa, que contiene recursos que ayudan con la tarea de los niños, en cuanto a comunicación, ciencia y ambiente o matemática; y Educared, impulsado por Fundación Telefónica para formar en el uso de las TIC.

No olvides las revistas especializadas 

Las revistas académicas y especializadas son siempre una referencia segura y una buena fuente para nuestros trabajos. Y hay muchas revistas que pueden ser destacadas por su calidad y especialidad.

Si hablamos de derecho, ya hemos realizado un post en el que destacamos las mejores de la región. Por lo que vamos a explorar algunos ejemplos más allá de nuestra profesión favorita.

Comenzamos con Latinoamérica. Tenemos en Brasil a Alea del  Instituto Nacional de Matemática Pura y Aplicada; la Revista Brasileira de Ciencia do Solo; la Revista Ciencia Agronomica; la Neotropical Ichthyology  y Memorias do Instituto Oswaldo Cruz.

En Colombia destacan Colombia Internacional; la Revista Latinoamericana de Psicología; Colombia Médica; la Revista Colombiana de Antropología e Ikala, revista de lenguaje y cultura.

En Chile cuentan con Andean Geology; Política Criminal; Electronic Journal of Biotechnology; Maderas: Ciencia y Tecnología y Chilean Journal of Agricultural Research.

En Argentina, las más celebradas son Intersecciones en Antropología; Latin American Journal of Sedimentology and Basin Analysis; Revista de la Asociacion Geologica Argentina; Darwiniana y Revista de la Facultad de Ciencias Agrarias.

En el caso del Perú hay un crecimiento de revistas dedicadas a la investigación, la mayoría dsiponibles online, con una presencia notoria de las que están dedicadas a las ciencias sociales y humanidades. Dicho esto, les recomendamos revisar la revista LP Derecho.

La revista está dedicada a la difusión de investigaciones jurídicas de todos los enfoques, como lo dogmático, filosófico, histórico o socio jurídico. Además, se rige por una amplitud metodológica para cubrir tanto estudios teóricos como empíricos.

Los invitamos a revisar los artículos de la primera edición, que incluye artículos como Los caminos de la nueva Constitución en el Perú: una propuesta democrática más allá de contextos particulares o Apuntes generales sobre la responsabilidad civil generada en el marco del ejercicio de la función pública.

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